¿Qué son las agallas de roble?

que son agallas de roble

En las plantas, especialmente en las que son leñosas, es bastante frecuente que se formen agallas, que son como protuberancias o bultos con forma redondeada que suelen estar rellenos de pus o resina. Pero al contrario de lo que pueda parecer, hay unas que tienen usos comestibles: las de los robles.

Pero, ¿qué son exactamente las agallas del roble y cómo se forman?

¿Qué son?

Las agallas, conocidas también como abogallas o cecidias, son estructuras de tipo tumoral que han sido formadas como consecuencia de la presencia de un parásito (sea virus, bacterias, hongos, o insectos) al que el vegetal, en este caso el roble, lucha por mantenerlo aislado del tejido sano.

Para que sea más fácil entenderlo, sería algo así como cuando a nosotros mismos se nos clava por ejemplo una astilla que no conseguimos extraer. Nuestro sistema de defensas va a atacarla, pero con el tiempo se nos forma un bultito más o menos duro que suele doler un poco. Pues bien, las agallas, en vez de estar rellenas de sangre, lo están de pus o a veces de resina.

¿Cómo se forman?

En los robles, las agallas suelen estar producidas por una alternancia de parásitos. Durante el otoño la Dryophanta foli, asexuada, pone sus huevos en los brotes tiernos y yemas, lo cual hace que el sistema de defensas de los árboles al tratar de eliminarlos desarrollen agallas en invierno. La siguiente generación de D. foli emergerá entre abril y mayo.

La hembra de Dryophanta taschenbergii en cuanto es fecundada, pondrá sus huevos en las hojas de los Quercus, produciendo así las agallas de verano que serán incubadoras de la forma asexuada.

¿Cómo evitar que el roble las tenga?

evitar agallas de roble

Es cierto que ver un roble plagado de esas bolitas, incluso cuando se le caen las hojas no es agradable a la vista. De hecho, muchos buscan por Internet o preguntan en viveros o a personas especialistas qué se puede hacer para que este tipo de árbol no las genere.

Antes de nada, debes partir de la base de que las agallas de roble no son, en la gran mayoría de los casos, malas. Es decir, no son un síntoma de debilidad del roble, de enfermedad o de plaga. Sí es verdad que, cuando tiene muchas agallas, esto puede incidir en que las hojas se le caigan antes, pero en ningún deteriora la salud de este.

Ahora bien, hay una forma de eliminarlas y consiste en cortarlas cuando aún están creciendo o frescas, teniendo en cuenta que las larvas siguen en su interior (y si no quieres que te infecten es mejor quemarlas). Es decir, el método preventivo pasa por, en cuanto estas aparezcan y el parásito esté en el interior, cortarlo (con una hoja desinfectada) para evitar que haya más dispersión. De esta forma, irás controlando la plaga o la proliferación de esos insectos, lo que mermará la aparición de las agallas.

Realmente no hay otro método para evitar que un roble desarrolle agallas salvo quizá protegerle de esos insectos o parásitos que son los que provocan esa reacción en los árboles. ¿Cómo se consigue eso? Cubriendo los cuidados y necesidades del roble. En concreto, hablamos de:

  • Ubicación. El roble debe estar en un clima húmedo, es decir, necesita estar en un lugar soleado pero también donde la lluvia le nutra. De hecho, si bien puede provocar la aparición de hongos, el roble es uno de los árboles que ha creado una simbiosis con ellos, de tal forma que pueden estar presentes pero no dañar al árbol y, a cambio, tolera mejor la época de sequías y las plagas.
  • Clima. Su temperatura ideal sería de entre 18 y 20 grados, pero es capaz de tolerar hasta los -15 grados. Para que se desarrolle bien, el verano ha de ser cálido, aunque sin alcanzar temperaturas extremas, sobre todo si no se le riega ya que puede sufrir mucho.
  • Tierra. Este árbol precisa de sustrato para plantas ácidas, pero en el caso de jardines se adapta a suelos más orgánicos y nutritivos. Eso sí, no se recomienda tener en maceta porque necesita mucho espacio, y solo sobreviviría los primeros años, después habría que plantarlo en la tierra.
  • Riego. No aguanta las sequías, por lo que es importante regarlo a menudo, sin que se llegue a empapar o encharcar demasiado (eso querría decir que la tierra está demasiado apelmazada).
  • Abonado. Se realiza en primavera y en verano, una vez al mes. Esta se realiza sobre todo con estiércol o similar. Solo cuando son ejemplares jóvenes se utiliza el abonado líquido o en gránulos.
  • Poda. No es un árbol que necesite una poda, salvo para sanearlo de ramas muertas, enfermas o débiles. Más allá de eso no habría que podarlo. Ahora bien, aquí entraría el caso de las agallas, donde sí habría que intervenir si no se quiere que las tenga.
  • Multiplicación. Se realiza a través de las semillas que el propio árbol genera (a través de sus frutos). Eso sí, al contrario que otras semillas, que hay que esperar a que se sequen, en las del roble no ocurre lo mismo. Es decir, se deben plantar estando frescas, a ser posible en su lugar fijo (donde no tengas que trasplantarlo). Para ayudar a la semilla, se le hace una incisión de tal forma que pueda entrar más fácilmente la humedad por ella y germine antes.

¿Qué usos tienen?

manzanas de roble

Las agallas de roble, al ser ricas en taninos, se utilizan para la disentería, úlceras y hemorroides. Como tintura son buenas también para la diarrea, cólera y gonorrea.

En la naturaleza, o en tu jardín si tienes un roble, te vas a encontrar con agallas de muchas formas, tamaños y distintos colores. Todo va a depender de cómo reaccionen a las larvas de las avispas. Por tanto, otro de los usos que tienen es el defensivo. Los propios robles las crean para defenderse de esos ataques y que los «bichos» se vayan a esa zona, dejando el resto del árbol tranquilo.

Lo cierto es que las agallas tienen muchísimos usos, no solo medicinales, como te hemos comentado, sino también en el día a día. Destaca, por ejemplo, cómo los indios norteamericanos lo usaban para crear una pasta con ellos que aplicaban cuando había quemaduras, llagas o heridas; o por ejemplo en China, usándolo para tratar las úlceras y hemorroides como una bebida caliente y amarga llamada moshizi.

Sin embargo, quizá no sepas que también se puede utilizar para broncearse. Lo mismo que es un ingrediente de tintes, se podría usar fácilmente en la piel para que esta adquiriera un tono más oscuro.

Por último, en algunas tribus, las agallas de robles son parte de la decoración. Por ejemplo, en cerámica, en cestería o incluso en el cuero, como ingredientes necesarios para estos trabajos.

Más actual es el uso como pesticida. De hecho, según investigadores de la Universidad de Mysore en la India, parece que parte de los ingredientes que tienen las agallas podría repeler a ciertos insectos, hasta ahora una especie de mosquito. Por ahora no se sabe mucho más, pero la propia naturaleza podría ofrecernos herramientas contra plagas y enfermedades de los árboles (y del ser humano).

¿Cuándo recolectar agallas de roble?

¿Cuándo recolectar agallas de roble?

Las agallas de roble no está siempre en el árbol. Al ser protuberancias, llega un momento en que estas caen al suelo, bien abiertas o roídas por los parásitos que han estado incubándose dentro, o bien completas, porque no ha llegado a buen puerto.

Sea como sea, el mejor momento para recolectarlas es a partir de otoño e invierno. En esas dos estaciones es muy común que se caigan de los árboles y encontrártelas en el mismo suelo.

En ningún momento suponen un perjuicio a la salud del roble, es decir, que no lo daña ni es un síntoma o factor de enfermedad, ni mucho menos. Además, que produzca agallas y se le caigan no quiere decir que no vaya a volver a crearlas (o tal vez no). Todo dependerá de si se ve afectado por los parásitos.

¿Dónde comprar?

Antiguamente encontrar agallas de roble era tan fácil como ir a un robledo (o bosque de robles) en otoño-invierno y recolectar las que estuvieran en el suelo. Dejarlas secar y utilizarlas.

Ahora esto no es tan fácil, pero al mismo tiempo se han abierto más posibilidades. No solo puedes encontrarlas en herbolarios (normalmente en preparados aunque algunos tienen agallas secas que son las que se utilizan) sino que también en tiendas relacionadas con lanas y telas, por su uso como tintura.

Por supuesto, Internet es uno de los mejores lugares donde encontrar tiendas online que las venden y te las envían a domicilio, a precios dispares pero bastante asequibles. Así que tienes dónde elegir para comprarlas.

Dependiendo del uso que quieras darle, te recomendamos que acudas a una tienda u otra. Y es que se pueden presentar de diversa forma: en polvo, completas, secas, frescas (cuidado con las larvas), etc. y cada una tendrá un precio y una forma de usarla.

¿Habías oído hablar de las agallas de roble?


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