Aloe ciliaris, una suculenta perfecta para xerojardines

Vista de las hojas del Aloe ciliaris

Los Aloe son plantas suculentas muy queridas por todos los aficionados: son tan fáciles de cuidar, que se pueden tener tanto en maceta como en el suelo, en la terraza o en el jardín. Obtener nuevos ejemplares es, también, muy sencillo, especialmente si tienen hijuelos, como es el caso del Aloe ciliaris.

Esta crasa, de rápido crecimiento, produce unas inflorescencias de color rojo-anaranjado muy decorativas, así que ¿por qué no hacerse con un ejemplar?

Origen y características del Aloe ciliaris

Inflorescencia del Aloe ciliaris

Nuestro protagonista es una planta trepadora nativa de África, concretamente de Sudáfrica, que alcanza una altura de hasta 10 metros. Sus fojas son largas, de 50-150mm de longitud, de color verde. Las inflorescencias son simples en racimos ascendentes de 150-300mm de longitud, y están formadas por flores tubulares de color rojo-anaranjado. Los frutos son cápsulas oblongas.

Su ritmo de crecimiento es razonablemente rápido, pero esto no ha de preocuparnos: su sistema radicular no es invasivo, y durante la primavera y el verano podemos podarlo para hacer esquejes.

¿Qué cuidados necesita?

Planta de Aloe ciliaris, rústica y bonita

Si te animas a tener un ejemplar, te recomendamos proporcionarle los siguientes cuidados:

  • Ubicación: puede estar en el exterior en una exposición soleada, o en el interior siempre y cuando la habitación sea muy luminosa.
  • Suelo o sustrato: no es exigente, pero crecerá mejor en aquellos que tengan buen drenaje.
  • Riego: escaso. Durante el verano regaremos una, o máximo dos veces por semana; durante el resto del año será suficiente uno cada 15 o 20 días.
  • Abonado: en primavera y verano con abonos para cactus y crasas, siguiendo las indicaciones especificadas en el envase del producto.
  • Época de plantación o trasplante: lo podemos plantar en primavera, cuando el riesgo de heladas haya pasado. Si lo tenemos en maceta, lo pasaremos a otra mayor cada 2 años.
  • Multiplicación: por semillas, esquejes de tallo o hijuelos en primavera.
  • Rusticidad: soporta bien el frío, pero las heladas de menos de -2ºC le perjudican seriamente.

Que disfrutes de tu Aloe ciliaris 🙂 .


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