La anémona Mona Lisa es una planta que no resulta demasiado conocida por su nombre, pero que nos impacta con su belleza cada vez que la vemos. Puesto que destaca gracias a sus grandes flores de colores vibrantes.
Vamos a aprender más sobre ella y a descubrir cuáles son los cuidados que necesita para que luzca realmente espectacular.
Origen y hábitat de la anémona Mona Lisa
No podemos encontrar un lugar de origen concreto para esta planta, puesto que se trata de un híbrido surgido a base del cruce de diferentes especies de anémonas.
Las anémonas pertenecen al género Anemone, y son plantas perennes herbáceas que se incardinan dentro de la familia de las Ranunculaceae.
Destacan por sus atractivas flores (simples o dobles, según la variedad), por lo que son muy apreciadas dentro de la jardinería ornamental.
Se trata de plantas terrestres que crecen a partir de tubérculos o de rizomas, y la mayoría de sus variedades son de fácil cultivo.
En el caso concreto de la anémona Mona Lisa, es habitual encontrar esta planta en regiones templadas del hemisferio norte, en Europa, Asia y América del Norte. Aunque, al ser una variedad cultivada, está presente en muchas partes del mundo.
Por lo que se refiere a su curioso nombre, es probable que derive del aspecto distintivo y atractivo de esta planta, o por la hermosa de sus flores, que recuerda a la belleza en el arte.
Características físicas de la anémona Mona Lisa
No es infrecuente confundir las anémonas con las amapolas, porque hay bastantes similitudes entre sus flores. De hecho, hay una variedad de anémona que se conoce como anémona amapola. Por eso, debemos prestar atención y revisar bien las flores para saber exactamente ante qué variedad estamos.
Por regla general, los pétalos de la anémona son más largos y ovalados que los de la amapola, que son más anchos. Una característica que sí tienen en común es que los pétalos tienen un aspecto ligeramente arrugado.
En el caso concreto de la variedad Mona Lisa, las flores son dobles, formadas a partir de múltiples capas de pétalos. Esto les da una apariencia exuberante. Además, su color puede variar desde el blanco y el rosado hasta tonos más llamativos como el rojo. Algo que la hace todavía más atractiva, es que su floración es muy vigorosa, produce una gran cantidad de flores.
Es una planta delicada que puede crecer bien tanto en interior como en exterior si recibe los cuidados adecuados. Pero siempre va a tener un tamaño compacto.
De esta variedad podemos destacar:
- Origen híbrido. Como decíamos antes, es el resultado de una hibridación artificial entre diferentes especies de anémonas.
- Variedad de colores. Al ser un híbrido, de ella se han creado múltiples variedades, y es posible encontrar algunas que florecen en color púrpura e incluso azul.
- Atracción para polinizadores. Sus grandes flores atraen a polinizadores como las abejas y las mariposas, por lo que son una adición valiosa a jardines que buscan atraer vida silvestre.
- Uso en arreglos florales. Es una planta muy popular en la industria de la floricultura, donde se suele emplear para hacer arreglos florales, porque es una flor bastante duradera. Además, debido a su tamaño compacto, es habitual verla en parterres, borduras y macizos de flores.
- Adaptabilidad. Aunque originariamente se cultivaba en climas templados, la anémona Mona Lisa se ha adaptado a una gran variedad de climas.
¿Qué cuidados necesita la anémona Mona Lisa?
Puedes poner una o varias de estas plantas tanto en tu jardín o balcón como en el interior de casa. Para que tu Mona Lisa crezca fuerte y sana, sigue estos consejos de cuidado:
Ubicación y luz
Busca para ella una ubicación en la que pueda recibir luz y sombra de forma parcial. Lo mejor es que reciba luz solar por la mañana y sombra por la tarde. O bien que la pongas en un lugar en el que reciba luz filtrada a lo largo de todo el día.
Las flores y las hojas pueden llegar a resultar dañadas si se exponen al sol de forma directa durante muchas horas, tenlo en cuenta.
Medio de plantación
El suelo adecuado para estas plantas es aquel que es fértil, está bien drenado y tiene un pH entre ácido y neutro.
Puedes plantar la anémona Mona Lisa en un sustrato universal y enriquecerlo con algo de materia orgánica o compost para mejorar su estructura y la cantidad de nutrientes disponibles. También es buena idea que añadas un poco de perlita o de arena para aumentar la capacidad de drenaje.
Por lo que respecta a la maceta, escoge siempre un recipiente que tenga agujero de drenaje. Si es una maceta de barro, será más fácil que evapore el agua sobrante que una de plástico.
Riego de la anémona Mona Lisa
Lo ideal para esta planta es que el suelo esté siempre uniformemente húmedo pero no empapado, porque un exceso de agua puede pudrir las raíces, como ocurre con la mayoría de las plantas.
Durante la época más calurosa del año es conveniente aumentar la periodicidad de riego y hacerlo, como mínimo, dos veces por semana.
Fertilización
Durante la temporada de crecimiento activo puedes aplicar un fertilizante soluble en agua una vez al mes. No te excedas con el fertilizante, porque si rebasas la cantidad aconsejada lo único que puede pasar es que dañes la planta y que su floración se vuelva deficiente.
Propagación de la anémona
En primavera u otoño puedes propagar la planta dividiendo sus rizomas. Esto te ayuda a tener más plantas y, a la vez, rejuvenece la planta original.
Asegúrate de que los rizomas estén cubiertos del todo, pero no los entierres demasiado profundamente. Aplica un poco de fertilizante, establece una buena periodicidad de riego y, en poco tiempo, las nuevas plantas estarán asentadas.
Protección frente a las heladas
Esta planta es sensible a condiciones de frío extremo. Si la tienes en exterior y vives en un lugar con un clima frío, es mejor que la cambies de ubicación a una más protegida durante el invierno, para que no le caigan heladas encima. Si esto no es posible, procura taparla durante las noches invernales.
Otra forma de proteger tu planta del frío es aplicar una capa de mantillo orgánico para que las raíces no estén expuestas a temperaturas extremas.
Cuidados tras la floración
A medida que las flores se vayan marchitando, corta los tallos florales para fomentar la producción de nuevas flores. Tras la temporada de floración aprovecha para recortar las hojas marchitas y muertas y estimular así un crecimiento más sano de la planta.
La anémona Mona Lisa es una planta muy bonita, fácil de cuidar, y apta tanto para interior como para exterior. ¿Te animas a tenerla en casa?