El arce rojo es uno de los árboles más extendidos en el norte del continente americano. Una variedad que es muy apreciada porque se le puede sacar mucho partido. Además, también tiene un importante valor a nivel ornamental, porque es un árbol muy vistoso.
Si tienes un jardín, el también conocido como arce de Canadá puede ser una adición perfecta para el mismo. Para que puedas decidir si es el adecuado para tu hogar, lo mejor es que antes conozcas sus principales características y los cuidados que requiere.
Características del arce rojo
El Acer rubrum es un árbol originario de América del Norte. Allí podemos verlo en su hábitat natural desde el sur de Canadá hasta el norte de Florida, y desde la costa atlántica hasta la región central de Estados Unidos.
Identificarlo te va a resultar bastante sencillo si prestas atención a estas características que definen su identidad:
Altura y forma
Es una especie de tamaño mediano-grande, que puede llegar a alcanzar entre 18 y 27 metros de altura.
Su copa tiende a desarrollar una forma redondeada, siendo amplia y con una gran cantidad de follaje.
Hojas
Una característica muy destacada de este tipo de árbol es que sus hojas tienen forma de palma. Con tres lóbulos que nos recuerdan a los dedos de una mano abierta.
Cuando llega el otoño, las hojas pierden su habitual tono verde y cambian a un rojo brillante, aunque también pueden llegar a ser naranjas y amarillas. Esto le confiere al árbol un aspecto espectacular durante unas semanas. Después, pierde sus hojas, porque es una especie de hoja caduca.
Flores y frutos
Las flores que produce este árbol son de pequeño tamaño, en un color que varía entre rojo y verde. Aparecen en primavera, antes de que las hojas se hayan desarrollado por completo.
Tras las flores aparecen los frutos. Unas samaras aladas que tienen forma de hélice y que no son comestibles.
Este no es el árbol del que se obtiene el famoso sirope de arce, que se utiliza como endulzante y se ha vuelto muy popular por su bajo contenido en calorías. Ese sirope se obtiene a partir de la savia del arce azucarero, una variedad en la que, además, los frutos sí resultan comestibles.
La madera del arce rojo es muy apreciada
El árbol del que estamos hablando es muy apreciado en el campo del paisajismo, pero también se cultiva de forma comercial para la producción de madera.
La madera de este árbol se conoce como maple y es muy valorada porque se aplica en diferentes ámbitos:
- Construcción. La madera del arce rojo se utiliza para la construcción de edificios, la fabricación de muebles, suelos y otros productos de carpintería. Porque es una madera de textura fina que resulta relativamente fácil de trabajar.
- Artesanía. Por su color claro y atractivo, y su capacidad para adaptarse a diferentes formas y mantener bien los acabados y los tintes, esta madera es muy popular en el campo de la artesanía.
- Instrumentos musicales. Precisamente por su flexibilidad y su ligereza, es una de las maderas más empleadas para fabricar instrumentos musicales como guitarras o violines.
- Combustible. Esta es una leña que arde bien, por lo que también tiene un gran uso a modo de combustible.
- Industria del papel. La pulpa de madera de arce rojo es, además, una de las materias primas empleadas con frecuencia en la elaboración de papel.
Cuidados del arce rojo
Este es un árbol bastante resistente y que puede llegar a ser muy longevo. Pero, para que pueda desplegar su espectacular belleza, es recomendable proporcionarle unos cuidados específicos que se adapten a sus necesidades:
Ubicación del árbol
Lo ideal para esta especie es estar plantada en lugares en los que reciba una buena cantidad de luz solar cada día. Aunque también se puede adaptar bien a condiciones de sombra parcial.
En zonas especialmente cálidas, es recomendable que el árbol reciba sombra durante las horas en las que el sol brilla con más intensidad, para evitar que sus hojas se puedan quemar.
Por lo que respecta al suelo, el arce de Canadá se desarrolla mejor en suelos bien drenados y ligeramente ácidos. Aunque es bastante adaptable, hay que evitar plantarlo en suelos que sean muy secos o compactados, ya que esto puede afectar al desarrollo de sus raíces.
Condiciones de riego
En el primer año tras la plantación, es importante mantener el suelo alrededor del árbol uniformemente húmedo. Porque en esta etapa las raíces se están asentando y necesitan más nutrientes.
Una vez que está totalmente asentado en el terreno, tenemos un árbol que es bastante resistente frente a la sequía. No obstante, siempre agradece recibir un poco de agua, especialmente si está plantado en un suelo de tipo arenoso.
Fertilización moderada
Aunque no es necesario, puedes aportarle al arce rojo un poco de fertilizante equilibrado y adaptado a este tipo de árboles.
Si siempre es importante no excederse con la fertilización, en ese caso lo es todavía más. Porque este árbol puede responder negativamente si le aportamos una cantidad excesiva de nutrientes.
Poda selectiva y de formación
Siempre que veas una rama muerta, enferma o dañada, la puedes podar. Así estimulas el crecimiento del árbol, que dejará de destinar energía a ramas que no sirven para nada.
Durante el otoño o el invierno puedes llevar a cabo una poda de formación para darle a tu árbol la estructura que te gusta. Pero no te excedas, porque una poda demasiado profunda puede debilitarlo.
Plagas y enfermedades
El arce rojo es resistente, pero puede verse infestado por pulgones y ácaros, y no es extraño que se infecte con oídio u hongo de la mancha negra. Por eso, procura revisar periódicamente tanto las hojas como el tronco, y toma medidas si detectas que algo va mal.
Protección invernal
Esta especie es resistente al frío, pero contribuirás a su supervivencia y bienestar si, antes de que empiecen las heladas invernales, aplicas a su alrededor una capa de mulching o mantillo que proteja sus raíces.
Si vives en una zona con heladas tardías, utiliza una cubierta protectora durante la noche para proteger las nuevas hojas que empiezan a brotar en primavera.
¿Qué te parece el arce rojo? Es una variedad de árbol bonita y fácil de cuidar. ¿Te animas a ponerla en tu jardín?