Los arces son árboles caducifolios muy bonitos, pero hay algunos que, sobretodo por ser desconocidos, son los más interesantes, como por ejemplo el arce aterciopelado. Es uno de los que solo puede vivir en climas templados-fríos, con inviernos con heladas y veranos suaves, de modo que si le puedes dar eso a esta magnífica planta seguro que vas a disfrutar mucho de ella.
Si te apetece conocerla a fondo, a continuación te hablaré sobre ella para que sepas cómo es y los cuidados que necesita para estar bien.
Origen y características
Nuestro protagonista es un árbol caducifolio cuyo nombre científico es Acer velutinum, pero conocido como arce aterciopelado. Es nativo de Azerbaijan, Georgia y norte de Irán. Puede superar los 40 metros de altura, con un diámetro de tronco superior a 1m. Su copa es amplia, compuesta por ramas que son verdes durante la juventud y rojizas-marrones cuando maduran.
Las hojas son de 15-25cm de ancho, palmadas, de color verde en primavera y rojizas en otoño antes de caer. Las flores aparecen agrupadas en inflorescencias verticales de 8 a 12cm de largo, de color amarillo-verdoso. El fruto es una sámara doble que consta de una semilla con un ala.
¿Cuáles son sus cuidados?
Si quieres tener un ejemplar, te recomendamos proporcionarle los siguientes cuidados:
- Ubicación: exterior, en semisombra.
- Tierra:
- Jardín: fértil, con buen drenaje, y ligeramente ácido (pH de 5 a 6).
- Maceta: sustrato para plantas ácidas, pero no puede vivir en maceta durante demasiado tiempo.
- Riego: cada 3 días en verano, algo menos el resto del año. Usar agua de lluvia o sin cal.
- Abonado: desde comienzos de primavera hasta finales del verano, con abonos ecológicos una vez al mes.
- Multiplicación: por semillas en otoño. Necesitan pasar frío antes de germinar en primavera.
- Rusticidad: resiste heladas de hasta los -18ºC, pero no puede vivir en climas tropicales ni en los cálidos.
¿Qué te ha parecido el arce aterciopelado?