Si tienes interés en los beneficios del jardín japonés, seguramente es porque, además de su belleza, te atraen las propiedades relajantes que se le atribuyen a este tipo de espacios. Por eso, vamos a contarte de qué se trata exactamente y que beneficios te reportará tener uno.
También conocido como jardín zen, se trata de un pequeño espacio que aporta tranquilidad y decora espacios tanto dentro como fuera de casa. Vamos a conocerlo un poco mejor.
¿Qué es un jardín japonés?
Es un jardín de tipo seco originario de Japón, cuyos elementos principales son la arena y las piedras. Una idea muy minimalista que huye de lo que tradicionalmente entendemos por jardín, un lugar lleno de vegetación y vida.
La arena o la grava representan el agua, y las líneas que se pueden formar en las mismas son las olas o alteraciones que sufre el líquido elemento.
Lo que no está del todo claro es el origen del jardín zen. Algunas teorías defienden que fue ideado por los monjes, que lo utilizaban como un elemento de meditación. Pero también hay quien señala que se trataría de una creacción occidental, derivada del imaginario popular sobre lo que era la cultura japonesa.
Beneficios del jardín japonés
Independientemente de su origen, lo cierto es que la popularidad de los jardines zen se ha extendido por todo el mundo. Algo que no es de extrañar si tenemos en cuenta todos los beneficios que se derivan de tener uno en casa, como vamos a ver a continuación.
Aporta serenidad y relajación
Sin lugar a dudas, esta es una de sus ventajas más conocidas. Para todos aquellos que necesitan relajar la mente y dejarla en blanco, la observación de jardines de este tipo puede ser de gran ayuda.
Algunos encuentran la relajación simplemente mirando la arena y las piedras y no pensando en nada más en ese momento. Otros prefieren dibujar ondas distraídamente en la grava y así lograr que su mente se desatasque, porque la acción de peinar la arena es muy similar a la meditación.
Se puede ubicar en cualquier lugar
Otro de los grandes beneficios del jardín japonés es que lo podemos poner en prácticamente cualquier sitio. Puedes crear un gran jardín zen en el patio de casa, pero lo cierto es que también puedes tener uno de reducidas dimensiones en cualquier rincón de casa o de la oficina.
Lo bueno de esto es que puedes disfrutar de la energía positiva que se desprende de este jardín en cualquier lugar. Es algo así como llevar tu propio sistema de meditación y relajación donde quiera que lo necesites.
Aumenta la disciplina y la concentración
El estrés y las preocupaciones diarias pueden hacer que concentrarnos en una tarea nos resulte más complicado. O que no logremos encontrar la disciplina necesaria para llevar a cabo las acciones que son necesarias para alcanzar nuestros objetivos. En estos casos, el jardín japonés también resulta de ayuda.
Como decíamos antes, ayuda a liberar la mente y fomenta la meditación, y esto es esencial para mejorar la concentración y mantener la disciplina.
Estimula la creatividad
Cuando peinamos la arena estamos haciendo mucho más que dejar trabajar nuestra mente de una manera inconsciente, estamos estimulando la creatividad. De ahí que podamos ver formas en las ondas que hemos creado, o que diseñemos voluntariamente un determinado patrón.
Esta creatividad es una de las bases principales para estimular la mente a todos los niveles e incrementar la capacidad de resolución de problemas, porque promueve la creación de nuevas ideas.
Embellece los espacios, otro de los grandes beneficios del jardín japonés
Cada jardín japonés es único. Aunque los elementos principales son la arena y las piedras, hay otros que también se pueden agregar, como una fuente y plantas que nos recuerden a la cultura oriental y nos aporten tranquilidad. Por ejemplo, un bambú o incluso algún bonsái. El resultado es un espacio de aspecto minimalista, pero que invita a pasar tiempo en él y a relajarse.
El mantenimiento en sencillo
Tener un jardín lleno de plantas es algo maravilloso, pero todos sabemos que un jardín bonito requiere invertir mucho tiempo en su cuidado. Por el contrario, con los jardines japoneses esto no ocurre, puesto que su mantenimiento es mínimo. Una vez que has dispuesto cada cosa en su sitio, casi se podría decir que puedes olvidarte de él.
Como mucho tendrás que hacer una pequeña limpieza de vez en cuando, asegurarte de que todo está en su sitio y, si has añadido alguna planta, darle a esta los cuidados que necesita.
¿Cómo tener un jardín zen en casa?
Si los beneficios del jardín japonés te han convencido y ahora deseas tener un espacio de este tipo en tu hogar, te dejamos los pasos básicos para lograrlo:
- Escoge el lugar de ubicación. El jardín puede ser más o menos grande y estar dentro o fuera de casa. Lo recomendable es que escojas un lugar que sea tranquilo, así potenciarás su efecto relajante.
- Arena o grava fina. Tienes muchas opciones disponibles. Escoge una que sea agradable al tacto, porque tocar la arena puede llegar a ser muy tranquilizador.
- Elementos decorativos. Los esenciales son las piedras (se aconseja que sean número impar), pero ya has visto que puedes añadir otros como una fuente o alguna planta. También puedes dedicar un rincón a tener algunas velas que te resultarán de ayuda si quieres meditar.
- Bandeja de madera. Si tu jardín zen es de pequeño tamaño, necesitas una bandeja con una profundidad de entre dos y 10 centímetros, a ser posible de madera. Esta servirá como base para poner la arena y el resto de elementos.
- Rastrillo. Para trabajar con la grava, es importante tener un rastrillo de un tamaño adecuado al jardín que hayas creado. No obstante, también puedes crear las ondas con tus manos o con ayuda de un palo.
Los beneficios del jardín japonés son numerosos y la mayoría están relacionados con su capacidad para hacer que nos relajemos y nos sintamos mejor a nivel mental, así que no es mala idea tener uno en casa o en la oficina. ¿Te animas a crear el tuyo?