¿Para qué sirve el biochar? Es más, ¿de qué estamos hablando exactamente? No te preocupes si tienes dudas en cuanto a este material, porque todavía es bastante novedoso y es normal que lo desconozcas.
Pero te aseguro que en cuanto descubras todas sus bondades entenderás por qué se le ha dado el tratamiento de «oro negro» y es cada vez más utilizado en la agricultura y en la jardinería. ¡Es un gran aliado para tus plantas, tu huerto, y el medio ambiente!
¿Qué es el biochar?
Lo primero que debe quedar claro es que estamos hablando de un carbón vegetal. Y un carbón de origen vegetal es aquel que se obtienen a través de una combustión incompleta de la madera u otros cuerpos orgánicos.
Podríamos decir que el biochar es una evolución dentro de los carbones vegetales, porque se obtiene a través de la pirólisis de materiales orgánicos que incluyen desde restos de poda hasta estiércol. Muchos restos del sector de la agricultura, la ganadería y el forestal, que ya no tienen aplicación, se pueden aprovechar ahora para crear este carbón vegetal.
A través de la pirólisis convertimos todos esos «restos» en un carbón que es muy apreciado a nivel mundial por las importantes propiedades que tiene tanto para el suelo como para el medio ambiente.
Si te estás preguntando por la pirólisis, para no complicarnos demasiado, nos basta con saber que es un proceso que utiliza el calor para descomponer químicamente la materia orgánica. Una alta temperatura, en combinación con la ausencia de oxígeno, consigue alterar el estado físico y químico de los productos de origen orgánico.
En caso de que te estés planteando la posibilidad de hacer biochar casero, te aconsejo que te vayas olvidando de la idea. Porque la pirólisis requiere temperaturas de entre 350 y 700º C.
Biochar: un aliado en la lucha contra el cambio climático
El hecho de que este carbón orgánico esté ganando popularidad se debe principalmente a su capacidad para secuestrar carbono.
Las plantas cumplen de manera natural una función de absorción del dióxido de carbono que hay en la atmósfera. Pero la deforestación, unida a que las emisiones contaminantes son muy altas a nivel mundial, impiden que las plantas nos puedan ayudar más a limpiar nuestro entorno. Y es aquí donde entra en juego el biochar.
Resulta que el carbón vegetal obtenido por pirólisis tiene un gran potencial para absorber carbono. Retiene las sustancias nocivas que hay en el ambiente e impide que vuelvan a él. Si el biochar se usa como fertilizante, al final se produce la biosecuestración. Lo cual quiere decir que el dióxido de carbono es absorbido por los ecosistemas naturales, dando lugar a nuevos árboles y plantas que generarán oxígeno limpio.
Usos del biochar en la agricultura y la jardinería
La agricultura intensiva que el ser humano debe desarrollar para poder alimentar a toda la población, está acabando con los nutrientes del suelo.
En las últimas décadas, las cosechas en muchos lugares del mundo han reducido su volumen. Esto se debe a factores como la falta de agua, pero también a que el suelo no aporta a los cultivos todos los nutrientes que estos necesitan para crecer bien.
Una de las razones por las que existe tanto entusiasmo en torno al biochar es que ha demostrado tener unas estupendas propiedades fertilizantes.
Agregado al suelo donde se va a cultivar, aporta fertilidad y mejora la capacidad de ese entorno para secuestrar carbono. Es decir, que vamos a conseguir cosechas más abundantes a la vez que dejamos la atmósfera un poco más limpia.
Gracias a su estructura porosa y su alta área superficial, se convierte en el hábitat perfecto para microorganismos beneficiosos para los cultivos. Dicho de otra manera, este carbón vegetal consigue mejorar la calidad del suelo y con ello mejora la calidad y la cantidad de los cultivos.
Por si todo esto fuera poco, el biochar todavía tiene algo más a su favor, y es que resulta más económico que otros fertilizantes y no es tóxico. Con él conseguimos reducir los costos asociados a la producción agrícola y, a la vez, garantizamos la inocuidad alimentaria.
A un nivel más doméstico, al incorporar biochar a la tierra que usamos para nuestras plantas, podemos conseguir que estas crezcan mucho más fuertes y bonitas, sin tener que recurrir a los clásicos fertilizantes líquidos que no siempre dan buenos resultados.
Ventajas del biochar
- Mejora la calidad de los suelos ácidos.
- Mantiene la fertilidad del suelo, reteniendo nutrientes y ayudando a la proliferación de microorganismos beneficiosos para los cultivos.
- Se puede usar para compostaje.
- Es una solución para los suelos contaminados.
- Tiene una gran capacidad para secuestrar carbono.
- Es económico.
- Para quienes se dedican a la agricultura, la venta de materiales de desecho de su actividad para hacer este carbón vegetal se convierte en una fuente de ingresos alternativa.
Inconvenientes del biochar
Aunque tiene muchas cosas buenas, el biochar, o más bien su producción a gran escala, tiene algunos inconvenientes que es interesante tener en cuenta.
Alto coste de producción
La pirólisis es un proceso que requiere de equipos especializados para poder ser llevado a cabo. Adquirir este tipo de maquinaria tiene un coste elevado que no siempre es viable para los productores.
Impacto ambiental
La materia prima para hacer este carbón vegetal es la biomasa (residuos forestales y agrícolas). Si no hay antes una correcta gestión de las fuentes de biomasa, esto puede tener consecuencias negativas sobre el entorno.
Emisiones de efecto invernadero
El biochar ayuda a absorber dióxido de carbono, pero antes de que llegue ese momento también es responsable de la emisión de grandes cantidades de dióxido de carbono y de metano que se producen durante la fase de pirólisis que es necesaria para obtenerlo.
Consumo de recursos logísticos
Una planta de biochar no puede estar instalada en mitad de una ciudad, puesto que ya hemos visto que puede ser contaminante. Así que a los inconvenientes hay que sumarle el coste económico que implica su logística para llevarlo a los puntos de venta, y también la huella de carbono que esto genera.
Entonces, ¿biochar sí o no? Todo parece indicar que sus ventajas pesan más que sus inconvenientes. Aunque todavía queda mucho por investigar y analizar en cuanto a este producto, a día de hoy se perfila como un gran aliado para la agricultura y en la lucha contra el cambio climático. Quédate con su nombre, porque seguro que oirás hablar de él en el futuro. Y a ti, ¿qué opinión te merece este producto? ¡Espero tus comentarios al respecto!