No hay duda de que uno de los bonsáis más hermosos que puedes tener en casa es el bonsái cascada. Espera, ¿no sabes a qué tipo de planta nos referimos? En realidad, este bonsái no es de una especie concreta, sino que puede hacerse de muchos tipos. Y es que se trata de una composición del tronco y las ramas, que hace que parezca que está caído hacia uno de los lados.
Pero, ¿hay bonsáis cascada? ¿Cuestan mucho? ¿Cómo se hace uno? De todo eso es de lo que vamos a hablar en este artículo. Échale un vistazo.
Qué es un bonsái cascada
Como te decíamos al principio, un bonsái cascada es en realidad un árbol en miniatura caracterizado porque el tronco lo tiene doblado hacia la base de la maceta, de tal forma que las ramas y las hojas crecen hacia abajo haciendo que estas macetas deban estar situadas en zonas altas porque muchas de las ramas son más largas que la maceta y necesitan espacio en altura.
Son de los ejemplares más hermosos que hay en el mercado, pero también difíciles de encontrar, ya que requieren de la mano del hombre para conseguir esa forma (en la mayoría de los casos) y para conseguir un bonsái «para vender» es necesario que pasen varios años.
Dentro de estos, hay dos tipos que deberías tener en cuenta:
- Bonsái cascada: es el bonsái más bonito, ya que el tronco cae sobre la base de la maceta y el crecimiento se produce hacia abajo, con algunas ramas y hojas siguiendo la luz (hacia arriba).
- Bonsái semicascada: estos son los más sencillos de encontrar, pero no quiere decir que sean baratos. Se diferencian de los otros en que la caída del árbol no es tan pronunciada como en la cascada y hace que tengan una ligera forma inclinada. Pero poco más.
En ambos casos, la cascada puede darse a la derecha o a la izquierda, si bien en ejemplares más grandes podría tener una cascada a ambos lados.
Qué precio tienen estos bonsáis
Pongamos las cosas claras: los bonsáis buenos no son baratos. Es cierto que te puedes encontrar bonsáis por cinco, ocho, o diez euros. Pero estos no son buenos ejemplares y, por más que quieras, es difícil cuidarlos porque pueden venir mal.
En el caso de las tiendas especializadas en bonsáis sí podemos decir que tienen ejemplares algo más sanos. Y entre ellos podemos encontrar los bonsáis cascadas. Pero estos suelen tener precios más elevados que los «normales».
En este caso también debes tener en cuenta la edad del bonsái o prebonsái. Y es que muchas veces los más baratos es porque apenas tienen unos años o aún no están convertidos en bonsáis (y requerirá de experiencia y tiempo para conseguirlo).
Para que te hagas una idea, los prebonsáis pueden salirte a partir de 4-5 euros. Pero si ya quieres un bonsái real, este puede ser a partir de 30-40 euros los más jóvenes y más de 2000-3000 euros (o incluso más) en ejemplares que sean ya más longevos o con una forma de cascada muy bien cuidada y pronunciada.
Qué ejemplares son los más indicados para un bonsái cascada
Si estás planteándote hacer un bonsái cascada, debes saber que hay algunos árboles más predispuestos a esto. Por ejemplo, uno de los más escogidos es el Juníperus Procumbens Nana, de tipo pino o abeto rastrero que apenas crece en altura pero sí en las ramas (en horizontal). Si lo trabajas podrías hacer que esas ramas cayeran en cascada sobre la maceta y más abajo.
Otro de los que se puede conseguir esto son los bonsáis de portulacaria, que tienen un tronco y ramas más o menos flexibles y podrías dominarlas para que creciera en base a tu gusto.
Cómo hacer un bonsái cascada
Y llegamos a la parte que te puede interesar más: hacer un bonsái cascada. Esto no es fácil, y mucho menos rápido. Requiere que estés muy pendiente del árbol y que revises a menudo su estado para evitar problemas.
Aquí te dejamos los pasos que deberías seguir:
Elementos necesarios
Lo primero de todo es que necesitas una serie de elementos para poder llevar a cabo el trabajo. En este caso serían:
El bonsái. Te recomendamos que escojas uno de tronco delgado o que ya tengan una ligera inclinación pero que las ramas sean flexibles para poder trabajar con ellas.
Alambre. Porque tendrás que usar la técnica de alambrado para poder trabajarlo.
Tijeras. Para cortar alambre.
Guantes. Para protegerte las manos de posibles cortes o arañazos.
Técnica de alambrado
La técnica de alambrado en los bonsáis se caracteriza por coger ramas que quieras que tengan una determinada forma. El alambre se usa para controlarla.
Así, en el caso de una cascada, lo que se hace es buscar que las ramas tiren hacia abajo. Como con el alambre puede no ser suficiente, se usan también pesos para «obligar» a que la rama vaya cediendo y al mismo tiempo engrosando para ser menos flexible. De esta manera, se consigue que con el tiempo, tenga esa forma deseada.
Eso sí, es importante estar pendiente de ese alambre porque, conforme la rama va haciéndose más gruesa, el alambre puede apretar más. El problema es que, si no se lo quitas a tiempo, es posible que se marque el alambre en las ramas, haciendo que su aspecto se afee.
¿Y cada cuánto hay que quitar el alambre? Lo cierto es que no podemos darte una respuesta exacta ya que dependerá del tipo de bonsái, los cuidados que tenga, el tiempo que transcurra, su crecimiento más o menos rápido…
Poda de mantenimiento
Uno de los cuidados más importantes que deberás haces es la poda de mantenimiento. Es decir, tener que mantenerle la forma siempre, para que no haya ramas u hojas que se salgan de esa formación de cascada.
Cuidados normales
Finalmente, tendrás que cuidar este bonsái como si fuera otro. Es decir, el riego, sustrato, abonado, pinzamiento… será igual que con otro bonsái de la misma especie. Solo difieren en la forma particular que tiene este.
¿Alguna vez has tenido un bonsái cascada? ¿Los has visto por Internet y te gustaría tener uno?