Hoy vamos a hablar de dos árboles bastante conocidos y sostenibles que pertenecen al género Celtis. El primero es el Celtis australis y el segundo Celtis occidentalis. Estas dos especies de árboles son empleadas como árboles ornamentales para parques y jardines. Aunque tienen un crecimiento lento por lo general, son perfectos para dar sombra, buenos paisajes y cambios en las estaciones.
En este artículo vamos a contarte todo sobre los Celtis. Si quieres aprender sobre sus cuidados y características, este es tu post.
Características del Celtis australis
Vamos a empezar describiendo esta especie. Se trata de un árbol bastante robusto, duro y sostenible. No suele tener un tamaño excesivamente grande, sino que alcanza los 30 metros. Tiene origen mediterráneo y su crecimiento es bastante lento. Aunque esto no interesa de cara a la ornamentación, sí que merece la pena una vez que ha crecido por completo. Podrás gozar de un árbol robusto con bastante sombra y de hoja caduca. Esto da un plus dado que cambia los paisajes cuando pasan las estaciones del año.
Posee una corteza tipo lista y gris. Es semejante al del Ficus o el haya. No tiene nada de estrías o hendiduras marcadas. Sus hojas son de tipo alternas simples pinnadas y redondeadas con un peciolo largo. Son de color verde oscuro y con un aspecto más áspero en el haz y más claras y velludas por el envés.
En cuanto a sus flores, son de color amarillo verdosas. No son muy grandes y no tienen pétalos. Nacen con las hojas. La floración comienza en abril y mayo. Con esto tenemos una planta típica que se recoge en la enseñanza de los niños. Un árbol grande, robusto que en otoño tiene hojas caducas de color rojizo, en invierno las pierde y en primavera florece. Es un árbol ideal para ir modificando el paisaje y apreciar los cambios de estaciones en las ciudades.
Sus frutos son drupas comestibles que están colgadas de pedúnculos bastante largos. En su proceso de maduración va cambiando de color verde a amarillo rojizo y, finalmente, en color negro. La fructificación tiene lugar en otoño.
Descripción y usos
El tronco de este árbol es duro, robusto y se bifurca con ramas principales más grandes y ascendentes de las que salen otras ramitas más pequeñas y menos extendidas. Estas ramitas a veces están casi colgando. El conjunto de los tipos de rama que tiene hacen que el árbol tenga una copa ancha y redondeada.
Es un árbol originario del Sur de Europa, norte de África y Asia Menor. En el ámbito Mediterráneo puede vivir en muy buenas condiciones. Se extiende, por lo general, desde el nivel del mar hasta unos 1.200 metros de altitud. No lo podrás encontrar formando bosques, sino de forma aislada. En Catalunya es tradición entre campesinos sembrar uno de estos ejemplares cuando nacía el heredero de la familia.
Los frutos son llamados almeza o almecina. Tiene carne de sabor dulce y agradable. Estos frutos eran empleados en la medicina popular y a día de hoy son vitales para la conservación de la fauna de los lugares donde habita de forma natural.
La madera del Celtis tiene muy buena calidad y bastante aplicaciones. En Catalunya se emplea para la fabricación de horcas. Es una especie capaz de adaptarse a diferentes tipos de suelos, por lo que no suele tener muchos problemas para crecer. Prefiere lugares más frescos y ligeramente húmedos, aunque puede soportar bien los días de sequía. Es un árbol longevo, capaz de vivir más de 500 años. Perfecto para formar algunos grupos pero sin llegar a formar un bosque.
Muy útil para la ornamentación porque da mucha sombra, a pesar de tener un crecimiento lento, pero se adapta a ambientes de contaminación y no tiene ni parásitos ni enfermedades. Por ello, es un árbol reconocido por la sostenibilidad con la que se puede tratar.
Características del Celtis occidentalis
El Celtis occidentalis es comúnmente llamado almez norteamericano en honor a su origen. Es utilizado como planta en áreas urbanas y periurbanas y, al contrario que el anterior, es capaz de reproducirse con más facilidad en forma de semilla. Tiene un crecimiento más rápido y puede sobrevivir bien en ambientes mediterráneos de forma naturalizada. Suele distribuirse entre los 150 metros de altitud y los 1200 metros sobre el nivel del mar. No sube más altitud porque no tolera mucho los fríos más prolongados ni las heladas.
Ocupa algunos hábitats variados. Vive en áreas secas, rocosas, bosques de ribera, etc. Es un tipo de árbol que prefiere de suelos profundos y que no estén demasiado compactados. No es muy exigente en cuanto al tipo de pH en el que se desarrolla. Puede sobrevivir tanto en suelos ácidos como en básicos. Su capacidad de adaptación le sirve para poder colonizar incluso los suelos que son más inestables como las laderas, los depósitos en las laderas, escarpes y gleras.
La ventaja que da este árbol con respecto al anterior es que es un gran formador de suelo. Al producir gran cantidad de hojas, genera mucho humus y esto sirve para alimentar el suelo. Es más pequeño que su compañero Celtis. Suele alcanzar los 8 metros de altura, aunque se le ha visto con hasta 15 metros. Posee hojas de tipo alternas con 3 nervios y asimétricas.
Sus flores son axilares y el fruto también es drupáceo. Tiene un peciolo muy largo y es preciado por los animales. Especialmente son las aves las que ayudan a la propagación de este árbol mediante el consumo y la dispersión de las semillas del fruto.
Dónde se encuentra
En nuestro país podemos encontrarlo en diferentes ambientes o de diferentes formas a pesar de provenir de Norteamérica. Puede ocupar espacios abiertos como si fuera una especie pionera. Al igual que su compañero Celtis, no se le puede encontrar formando bosques. Normalmente se le ve de forma aislada, dispersa o a lo sumo formando algunos grupos.
En ambientes de ribera sí que es capaz de llegar a crear formaciones con un tamaño considerable, como si se tratara de un pequeño bosque. Sobre todo se le puede encontrar así en el este y sur de la península .
Espero que con esta información puedas saber más sobre las principales especies del género Celtis.