Hoy venimos con un tipo de árbol bastante grande e impresionante de ver que procede del oeste de Norteamérica. Se trata del Ciprés de Lawson. Su nombre científico es Chamaecyparis lawsoniana y también se le conoce por otros nombres como cedro de Oregón y Cedro de Port Oxford. Pertenece a la familia Cupressaceae y es capaz de llegar a los 60 metros de altura si sus cuidados y condiciones son las ideales. Está en el mismo grupo que el llamado Falso ciprés por tener algunas características semejantes.
Si quieres saber más sobre este árbol tan alto e impresionante, aquí te lo explicaremos todo con gran detalle.
Características principales
Se trata de un árbol perennifolio y monoico. Si las condiciones lo permiten, alcanza hasta los 60 metros de altura. Posee la corteza de su tronco de tipo agrietada y de color parda. Por lo general, cuenta con ramas bastante densas y abundante por lo que aportan gran cantidad de sombra e incluso un ambiente fresco. Las ramas más cercanas al suelo tienen una longitud mayor que las más altas. Por ello, podemos decir que tiene un porte estilo piramidal.
Sus hojas son de tipo escuamiformes y están colocadas sobre las ramas. Son de color verde más oscuro por el haz y más claro por el envés. Es un árbol perfecto para plantar en una pradera, ya que otorgará buena sombra y un espacio perfecto para hacer un picnic o pasar el día con la familia.
Posee conos con forma de globo que varía entre colores verde o blanco y azulados cuando son jóvenes. Conforme se van desarrollando y alcanzan la madurez, se tornan en color pardo-rojizo. Estos conos tienen entre 8 y 10 escamas y posee una forma de maza. El crecimiento general de este árbol es de medio a lento. Esto hace que, aunque las condiciones sean las ideales, no notarás que el árbol crece.
Siempre lo veremos con las hojas verdes, dado que son de tipo perenne. Este árbol no necesita de poda, por lo que, como veremos más tarde, sus cuidados y mantenimiento se reducen bastante. Algo que quizá se eche de menos cuando se está cerca de un Ciprés de Lawson son los pájaros. Dado que a estos animales no le interesan mucho los frutos de este árbol, apenas atrae a fauna. Sí que es verdad que algunas especies se posan para descansar y resguardarse entre la densidad de las hojas.
Usos
Entre los usos principales que tiene el Chamaecyparis lawsoniana vemos que es la ornamentación en zonas naturales, pero también es bastante usado para hacer pantallas de ruido y setos. Debido a la gran cantidad de ramas y su alta densidad, este árbol es bastante útil para evitar el ruido en zonas más ajetreadas y proporcionar una agradable sombra.
Los cultivos de Ciprés de Lawson que se hacen con ejemplares de una talla más pequeña son perfectos para decorar en rocallas y jardines de menor tamaño. En cuanto al uso económico, su madera tiene un olor característico que se parece al del limón. La madera es bastante utilizada y demandada por su gran duración. Se emplea principalmente en la construcción de buques, en carpintería tanto en interiores como exteriores y en la elaboración de traviesas. En nuestro país se emplea para las repoblaciones de árboles que producen madera para el comercio.
Las raíces de este árbol son de las comunes no muy profundas. Esto ayuda a que no tengamos que estar vigilando continuamente el tamaño de las raíces para ver si afecta a alguna otra planta o plantas que haya alrededor tal como con las infraestructura que pueda agrietar.
Las variedades que hay de menor tamaño son perfectas para utilizarse también como barrera de viento a parte de ruido. Hay muchos que aprovechan las variedades enanas para hacer pequeños bonsáis.
Cuidados del Chamaecyparis lawsoniana
Ya hemos mencionado que no necesitan de muchos cuidados, pero siempre algunos requisitos se deben cumplir para que la condiciones sean ideales en su crecimiento y salud. Lo primero a tener en cuenta es la ubicación. Necesita una exposición a semisombra, dado que demasiado sol directo puede dañar sus hojas. La humedad del ambiente debe ser alta. Esta parte no llega a ser del todo complicada ya que la propia densidad de las ramas y las hojas que posee ayuda a mantener un alto grado de temperatura.
El hecho de necesitar humedad ambiental alta lo hace ideal para habitar en zonas costeras. En cuanto al suelo, debe tener una textura algo blanca. La combinación ideal para un suelo perfecto es que tenga 1/3 de arena y un 1/3 de turba. De esta forma, garantizamos que tiene una textura blanda pero no nos falla en la cantidad de materia orgánica que necesita para incorporar nutrientes.
Para plantarlo, debemos hacerlo tanto en primavera como en otoño puesto que las temperaturas son medias y altas y puede desarrollarse sin problemas de sequía, olas de calor o heladas nocturnas. En cuanto al riego, tan sólo necesita ser regado una vez en semana. Hay que tener en cuenta a la hora de regar que no debemos encharcar el suelo. Si hemos respetado los requerimientos de arena y turba del suelo donde lo plantamos, probablemente estemos asegurándonos de que tiene un buen drenaje. Si el agua de riego se acumula, tendremos problemas.
Mantenimiento y reproducción
Como hemos mencionado antes, no es una planta que requiera de mucho mantenimiento. Tan sólo necesita ser abonado una vez en otoño y de forma mensual en primavera. Para el abonado de otoño emplearemos un fertilizante orgánico que ayude a crecer y aprovechar el tiempo. Por otro lado, durante la primavera usaremos un fertilizante mineral.
Este árbol no necesita poda de ningún tipo, por lo que no hay que preocuparse del mantenimiento.
Si queremos reproducirlo puede ser por semillas, pero es un proceso bastante lento y complicado. Lo más indicado es comprar directamente los ejemplares ya crecidos o en proceso de crecimiento y trasplantarlos en tu jardín o el espacio que quieras.
Espero que con esta información puedas saber más sobre los cuidados que necesita el Chamaecyparis lawsoniana.