Clivias azules: ¿realidad o ficción?

clivias azules con flor de color intenso.

Es posible que en Instagram o en Pinterest hayas encontrado algunas fotos de clivias azules, y esto te haya llevado a preguntarte si esta flor existe realmente o sí, por el contrario, se trata de un montaje.

Vamos a resolver todas tus dudas al respecto en este artículo. En el que también vas a encontrar consejos sobre cómo cuidar tu clivia para que tenga una floración espectacular en sus colores más habituales.

Características de la clivia

Cómo reconocer una clivias azul por sus características

Esta planta perteneciente a la familia de las Amarilidáceas, es originaria de Sudáfrica. A mitad del siglo XIX se llevó a Inglaterra y ahí se convirtió en una variedad muy popular en los jardines victorianos.

Con el paso del tiempo, las clivias han llegado a ser plantas muy apreciadas en toda Europa, y es habitual verlas en los jardines de invierno. Además, dan muy buen resultado como plantas de interior.

Veamos algunas de sus características más destacadas:

  • Hojas. Esta planta se distingue por tener unas hojas largas, arqueadas y lanceoladas, de color verde oscuro. Su particularidad es que pueden llegar a alcanzar bastante altura, hasta 60 centímetros.
  • Flores. Se suele decir que las clivias están entre las flores más bonitas del invierno. Surgen en racimos en la parte superior de unos tallos largos y delgados. Tienen forma de trompeta y suelen ser de colores vistosos como el amarillo o el naranja. Además, sus pétalos tienen un aspecto brillante y un tanto ceroso.
  • Inflorescencia. Las flores se agrupan en umbelas, racimo con forma de paraguas, y aparecen entre los meses de febrero y mayo. Siempre y cuando el bulbo haya pasado por un período vegetativo, sin ningún tipo de riego, durante el invierno anterior.
  • Frutos. Tras las flores, la clivia desarrolla unos frutos en forma de bayas de un color rojo brillante. Dentro de ellas encontramos semillas con las que podemos seguir reproduciendo la planta.

¿Existen las clivias azules?

El color natural de las clivias.

En la naturaleza, hay muy pocas plantas que de manera natural sean capaces de dar flores azules. Porque los componentes que son necesarios para generar este color no están presentes en muchas de ellas.

Aunque es posible que hayas visto flores de clivias azules en Internet, e incluso que hayas dado con lugares que venden sus semillas, lamentamos decirte que este no es un color natural en esta planta.

Si compras semillas de clivia azul, lo más probable es que lo que acabe creciendo sea otra planta que puede ser similar, pero no será una clivia. O que, directamente, surja una clivia de los colores habituales.

En otros casos, lo que se hace es teñir las flores para darles un color diferente. Pero las siguientes flores serán de su color natural.

Cuidados de la clivia

Aprende a cuidar a tu clivia de forma natural.

No puedes conseguir clivias azules, pero sí puedes conseguir que las de color natural florezcan durante el invierno y llenen tu casa con su belleza y color. Vamos a ver qué cuidados son los más indicados para esta planta:

Condiciones de luz para la clivia

Esta es una planta que prospera mejor en un lugar en el que pueda recibir luz de manera indirecta. De hecho, la luz solar directa, si es intensa, puede acabar quemando sus hojas.

Una buena ubicación para ella es una habitación que esté lo más fresca posible, y mucho mejor si tiene una orientación norte. Además, es importante que la estancia tenga una buena ventilación, ya que esta planta no lleva muy bien los ambientes húmedos.

Temperatura perfecta para esta planta

La temperatura más adecuada para que la clivia crezca fuerte y sana está entre los 18º y los 20º C, pero puede llegar a resistir hasta -7ºC. No obstante, no es buena idea tenerla en el exterior cuando hace frío, porque podría llegar a perder todas sus hojas.

Lo que tampoco es bueno es tenerla en una habitación en la que esté expuesta de forma constante a la calefacción. El calor y la excesiva sequedad del ambiente podrían afectar a su salud.

Condiciones de riego

Para una mejor floración, durante el invierno no vamos a regar las clivias. Empezaremos a hacerlo en febrero, cuando veamos aparecer la vara floral. Entonces comenzamos con los riegos de manera gradual hasta que llegue el verano.

En verano necesita un mayor aporte de agua, pero siempre vamos a dejar que la capa superior del sustrato se seque. Con la llegada del otoño, disminuimos paulatinamente el riego, y cuando llegue el invierno lo suspendemos del todo.

Medio de plantación y fertilización

La clivia requiere un sustrato que tenga una buena capacidad de drenaje y que sea rico en materia orgánica, para que le aporte todos los nutrientes que necesita para un buen crecimiento.

Podemos mejorar la capacidad de drenaje del sustrato añadiendo un poco de perlita, o unos guijarros en la parte inferior de la maceta.

Por lo que se refiere a la fertilización, es conveniente aplicar un fertilizante equilibrado durante la primavera y el verano, que es cuando la planta está en fase de crecimiento. Desde marzo hasta septiembre podemos añadir abono cada 15 días con el agua de riego.

Poda de las clivias

Aunque esta planta no necesita una poda como tal, si es conveniente retirar las hojas amarillas y aquellas que muestren signos de estar dañadas o enfermas. Esto mejora la estética de la planta y fomenta el crecimiento de hojas nuevas.

Con las flores pasa exactamente lo mismo. Cuando empiecen a dar signos de haber terminado su ciclo vital, es conveniente retirarlas. Así estimulamos la aparición de nuevas flores.

Formas de reproducción de la clivia

Aunque no podamos conseguir clivias azules, sí podemos reproducir las variedades de otros colores que tenemos en casa.

La clivia es fácilmente reproducible a través de los hijuelos que aparecen en la parte baja de la planta. Puedes cortarlos en primavera, tras la floración, y plantarlos en otra maceta.

También puedes obtener esquejes directamente desde la raíz. Operación que puedes llevar a cabo cuando vayas a trasplantar tu clivia.

La otra opción es plantar sus semillas. Sin embargo, ten en cuenta que tendrás que esperar bastante hasta que nazca la nueva planta.

Las clivias azules son bonitas, pero son solo una fantasía. Sin embargo, las de colores como el amarillo o naranja son toda una realidad y resultan espectaculares. ¿Te animas a darles una oportunidad?


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