La nuez pecana es uno de los frutos secos más populares a nivel mundial, pero su árbol no resulta tan conocido. El árbol de la nuez pecana es el pecano, una curiosa y bonita variedad que seguro que te gustará descubrir.
Vamos a ver sus principales características y qué cuidados necesita esta especie. Tanto si te gustan las nueces como si no, tenemos claro que lo que sí te va a gustar es conocer más a fondo el árbol del que provienen.
Pecano, el árbol de la nuez pecana
El Carya illinoinensis o pecano es un árbol originario de América del Norte, de la región del sur de Estados Unidos y el norte de México. Es una variedad caducifolia que pertenece a la familia Juglandaceae.
Aunque ahora ya no es así, se cree que originariamente se extendía desde el valle del río Mississippi hasta Texas y Oklahoma, así como hacia el este y el suroeste de Estados Unidos.
Es un árbol que se desarrolla bien en suelos profundos y bien drenados. A ser posible, cerca de valles fluviales y áreas ribereñas. Es una especie acostumbrada al clima templado, y requiere una importante cantidad de agua para crecer y dar sus frutos.
Características del pecano
Resuelta la duda sobre de dónde proviene el árbol de la nuez pecana, es hora de analizar sus características físicas más destacadas. Esas que nos permiten diferenciarlo de cualquier otro árbol.
Tamaño
Los pecanos son árboles de tamaño mediano a grande. En función de las condiciones a las que estén expuestos, pueden alcanzar entre 20 y 40 metros de longitud. No obstante, cuando el pecano se cultiva con fines comerciales, se intenta que no llegue a ser tan grande, para que hacer su mantenimiento y recoger la cosecha no resulte complicado.
Tronco
El tronco de este árbol presenta una forma recta y cilíndrica, con una particular corteza que es áspera y fisurada. A medida que va cumpliendo años, la corteza se va volviendo cada vez más rugosa.
Al ser un árbol grande, su tronco también es grueso, y puede llegar a tener hasta un metro de diámetro en los especímenes de mayor edad.
Tipo de hoja
El pecano es un árbol de hoja caduca, por lo que pierde todo su follaje a lo largo del otoño. Las hojas son alternas, compuestas, y de color verde oscuro brillante, aunque con la llegada del frío se van volviendo amarillas antes de caer.
Cada hoja se compone de varios folíolos alargados y lanceolados, y sus márgenes son dentados.
Flores
El pecano florece en primavera, y lo hace con flores pequeñas y unisexuales que aparecen en amentos (una especie de espiga articulada) al final de las ramas. Las flores masculinas se agrupan en amentos alargados y colgantes, mientras que las flores femeninas se agrupan en amentos más cortos y compactos.
Frutos
Dado que estamos hablando del árbol de la nuez pecana, está claro cuál es su fruto. Estas nueces se generan dentro de drupas ovaladas con una cáscara dura y rugosa que se divide en cuatro segmentos al madurar.
En realidad, lo que consumimos no es la nuez en sí, sino la semilla que hay dentro de la misma. Que destaca por su sabor dulce y untuoso.
Raíces
Aunque no las vemos a simple vista, las raíces penetran profundamente en la tierra, lo que le permite acceder a agua y nutrientes en las capas más profundas del suelo. Esto hace de este árbol una variedad muy resistente.
Cuidados del árbol de la nuez pecana
A pesar de ser una especie bastante robusta, este árbol necesita unos cuidados determinados para crecer de forma saludable.
Ubicación y suelo
El pecano debe plantarse en un lugar en el que el suelo tenga una buena profundidad. Porque ya hemos visto que sus raíces crecen hacia abajo para llegar a las capas más profundas. En la medida de lo posible, tiene que ser un suelo con una buena capacidad de drenaje y un pH ligeramente ácido.
Por lo que respecta a la ubicación, el árbol de la nuez pecana se desarrolla mejor si está expuesto a muchas horas de pleno sol.
Riego
Conseguir que un árbol se amolde al terreno es un proceso largo y, a veces, complejo. Para asegurar que el pecano desarrolla bien sus raíces, durante los primeros años es importante que el suelo a su alrededor se mantenga húmedo, pero nunca encharcado.
Una vez que está establecido, su necesidad de agua disminuye, pero este no es un árbol que tolere bien la sequía. Hay que regar de manera regular, especialmente durante el verano, que es cuando se están formando las nueces.
Fertilización
Aplicar un fertilizante rico en nitrógeno, fósforo, potasio, zinc y manganeso, ayuda a reforzar la salud del árbol y consigue que su producción de nueces sea mayor. Para un buen resultado, el fertilizante lo vamos a aplicar de forma regular en la temporada de crecimiento, que se extiende a lo largo de la primavera y el verano.
Poda del árbol de la nuez pecana
La poda se realiza en primavera o principios del verano. Si la hacemos en otoño o invierno existen más posibilidades de que el árbol sufra daños.
A través de la poda le damos forma a la copa, pero también nos sirve para eliminar ramas muertas o dañadas, y para promover un crecimiento saludable.
Control de malezas
Mantén el área alrededor del árbol libre de malezas para que no tenga competencia a la hora de acceder al agua y a los nutrientes de la tierra. Esto te resultará más sencillo si aplicas mantillo orgánico en torno a su base.
Cosecha
Si cuidas bien tu árbol, tendrás una interesante cosecha de nueces pecanas. Estas se van recolectando a medida que maduran, y es posible que te haga falta una vara o una cosechadora mecánica para alcanzar las nueces que aparecen en la parte más alta del árbol.
El árbol de la nuez pecana es resistente y bonito, además de proporcionarnos un alimento delicioso y con unas buenas propiedades nutricionales. Si le das los cuidados básicos que hemos visto, te garantizamos que tendrás un árbol espectacular y una cosecha abundante. ¿Te animas a ponerlo en tu jardín o huerto?