Las violetas son unas plantas herbáceas estupendas: crecen rápido, alcanzan una altura de unos veinte centímetros lo que las convierte en unas flores estupendas para maceta, y además las flores que producen son tan bonitas que dan mucha vida al lugar donde estén.
Por eso, me decidí a comprar un sobre y proceder a sembrarlas, explicándote paso a paso cómo sembrar semillas de violetas para que tú también puedas tenerlas en tu patio, balcón o jardín.
La violeta, cuyo nombre científico es Viola odorata, es una herbácea que, como se ve en la imagen, se recomienda sembrar en verano y otoño para que pueda florecer en la primavera y el verano siguientes. Esto significa que, en tan sólo seis meses, conseguiremos que nuestras plantitas crezcan sin problemas.
¿Se pueden sembrar antes? Sí, claro. De hecho, eso es lo que he tenido que hacer. El día anterior de escribir este artículo el termómetro marcaba 28 grados centígrados. Como el verano estaba a la vuelta de la esquina no quería esperar más.
Así que, si ves que en tu zona empieza a hacer calor, no dudes en preparar tus semilleros. Como tales puedes usar cualquier cosa: macetas, pastillas de turba, jardineras,… En este caso, usé una bandeja de plástico que nos dan en los viveros para llevar las plantas, la cual puede servir para otras veces:
Ahora que ya está decidido qué se usará como semillero, es momento de rellenarlo con sustrato. Como son plantas muy fáciles de cultivar, se puede usar tierra de cultivo universal sin problemas.
Se tiene que rellenar bien, casi completamente. Las semillas necesitan sentir la calor del sol para poder germinar, y como son tan pequeñas, se han de sembrar prácticamente en la superficie de la tierra.
Más o menos, ha de quedar así. Para asegurarnos de que está bien rellenada, con las manos tenemos que ejercer un poco de presión sobre la tierra para ver si aún se podría echar más. Esto es muy importante hacerlo ya que a veces ocurre que, al regar, el montón de sustrato que hemos echado se va hacia abajo, y es entonces cuando nos damos cuenta de que tendríamos que haber echado más.
Ahora, regamos a consciencia con una regadera. La tierra tiene que quedar bien empapada para que las semillas puedan germinar lo antes posible.
Luego, sembramos las semillas. Dependiendo de lo grandes que sean los semilleros podremos colocar de 3 a 5 semillas en un alvéolo o maceta de 8,5cm de diámetro.
A continuación, tenemos que cubrirlas con una muy fina capa de sustrato para que el sol no las »queme».
Por último, es muy recomendable colocarle una bandeja o plato debajo al semillero, y regarlo. La tierra tiene que permanecer permanentemente húmeda, y nos será mucho más práctico echar el agua en la bandeja que en el semillero.
Así, ubicándolo en una zona protegida del sol directo, las primeras seguro que no tardan más de una semana en brotar 🙂 .
¡Buena siembra!
5 comentarios, deja el tuyo
Muchas gracias me ayudo mucho
Nos alegra de que te haya servido, Miluska.
estoy deseando disfrutar de esta flor tan simple y delicada. Espero tener suerte y lograrlo
Hola, buenas
Ya hice todo esto, y germiinaron un montón de plantitas. Lo que ocurre es que los tallos son tan finitos que se empiezan a doblar. ¿Tengo que hacer algo? ¿Cuándo conviene trasplantarlos? Mil gracias y un saludo afectuoso
Hola Marta.
Por lo que cuentas, parece que a las plantas no les da el sol lo suficiente. Mi consejo es que pongas el semillero en una zona con más luz, pero no directa ya que de lo contrario se quemarían.
Saludos.