El alcornoque es uno de los árboles más valorados a nivel mundial, porque cumple un importante papel en la biodiversidad, a la vez que nos brinda el corcho, que es un material natural muy versátil. Por eso, ante las enfermedades del alcornoque, debemos responder con rapidez.
Cuanto menos tiempo tardemos en ser conscientes de que el árbol está enfermo y en detectar la causa de su malestar, antes podremos actuar y evitar así que la enfermedad se extienda y pueda acabar con su vida.
Principales enfermedades del alcornoque
Vamos a repasar con más detalle algunas de las enfermedades más graves que pueden afectar a este tipo de árbol.
Podredumbre radical
Solo con escuchar su nombre ya intuimos que estamos ante una enfermedad grave que, por supuesto, afecta a la producción del corcho, y puede llegar a causar la muerte del árbol.
Está causada por hongos del género Phytophthora, que habitan en el suelo. El principal causante de esta enfermedad es el Phytophthora cinnamomi, que es especialmente peligroso, porque tiene una fuerte capacidad destructora y puede sobrevivir en el suelo durante mucho tiempo.
Si un alcornoque está infectado con este hongo, vamos a notar que las hojas se ponen marchitas de forma repentina. Se vuelven amarillas y se caen de forma prematura. Además, el árbol deja de crecer. Esto ocurre porque el hongo está afectando directamente a las raíces, y las va descomponiendo poco a poco.
Como decíamos antes, este hongo puede vivir mucho tiempo en el suelo, y se extiende a través del agua de riego, por lo que puede acabar afectando a múltiples árboles. También el movimiento de la tierra que llevamos a cabo nosotros al pasar, o los animales, contribuye a que el hongo se expanda.
Lo único que podemos hacer para luchar contra su desarrollo es asegurarnos de que el suelo que rodea al alcornoque está bien drenado y no retiene mucha humedad. Pero también hay que tener cuidado con la sequía porque, si el alcornoque no recibe el agua que necesita, se vuelve más débil frente a las enfermedades.
Esta es una de las enfermedades del alcornoque más difíciles de tratar, porque es complicado acabar con el hongo una vez que se ha establecido. Si tu árbol se ha infectado, procura no exponer la tierra de alrededor a mucha humedad y aplica productos específicos para el tratamiento de estos hongos.
Chancro de ramas y chancro de tronco
El chancro puede afectar a diferentes partes del árbol, principalmente a sus ramas y al tronco. Causa lesiones en las zonas infectadas y podemos observar una clara descomposición de las mismas.
A diferencia de la podredumbre radical, que es causada por un hongo, el chancro no tiene una causa única. La enfermedad puede aparecer tanto por efecto de los hongos como por las bacterias. Estos patógenos pueden llegar hasta nuestro árbol a través del agua de lluvia, del viento, de los insectos, etc.
Si el árbol tiene lesiones abiertas en su corteza, los patógenos encuentran una puerta de entrada perfecta. De ahí la importancia de asegurarnos de que el alcornoque está en buenas condiciones, y tratar las heridas detectadas lo antes posible.
Los síntomas del chancro en el alcornoque van a variar en función de cuál sea el agente que ha provocado la infección. Pero lo habitual es que se formen heridas o lesiones en la corteza y en el tejido subyacente.
Estas heridas en las ramas y en el tronco tienen un color oscuro y su borde es irregular. Además, no es extraño que vayan aumentado su tamaño y profundidad con el paso del tiempo.
Tratar a un alcornoque con chancro implica cortar las ramas afectadas, usar fungicidas o bactericidas, mejorar el riego y aportar más nutrientes al suelo. Pero en los casos más graves, no va a quedar más remedio que eliminar el árbol.
Fusariosis del alcornoque
Entre las enfermedades del alcornoque, la fusariosis es una de las más temidas, porque se extiende rápidamente y puede acabar con plantaciones o bosques enteros en muy poco tiempo.
Esta causada por el hongo Fusarium oxysproum f. sp. suberis. Este hongo, de nombre casi impronunciable, ataca de forma directa las raíces del árbol y sus sistema vascular. Impidiendo que el agua y los nutrientes se extiendan por todo su cuerpo. El resultado, como seguro que ya imaginas, es que el alcornoque empieza a presentar un aspecto marchito y deteriorado.
La peculiaridad de esta enfermedad es que este debilitamiento del árbol se produce de forma muy rápida. De hecho, en algunos casos se produce la muerte de algunas ramas que apenas unos días atrás tenían buen aspecto.
Como todos los hongos, este se extiende a través del suelo, del agua de riego, e incluso por acción de los insectos o de las herramientas agrícolas. Una vez aclimatado al suelo, se vuelve extremadamente resistente y puede infectar las raíces de múltiples árboles que estén cerca de él.
Estamos ante un hongo resistente y muy difícil de tratar, así que lo mejor es la prevención:
- Evitar un riego excesivo.
- Mejorar la capacidad de drenaje del suelo.
- No compactar el suelo alrededor de los árboles.
- No llevar suelo de zonas contaminadas a otras áreas.
Si se produce la infección, poco más podemos hacer además de aplicar un fungicida específico e intentar aportar una buena cantidad de nutrientes al árbol.
Infestación de quermes
Los quermes o Kermes vermilio son unos parásitos que se alimentan de la savia del alcornoque y otras especies de encina, por eso también se les conoce como cochinillas de la encina. Si la infestación es masiva, nuestro árbol puede sufrir graves daños.
Los quermes son unos insectos diminutos, que no miden más de cinco milímetros de largo. Además, utilizan los árboles para poner sus huevos, por lo que la colonia puede crecer rápidamente.
Tanto las crías como los ejemplares adultos se alimentan de la savia del árbol, y esto hace que el mismo vaya perdiendo su vigor. Algunos de los síntomas de una infestación por quermes son:
- Hojas marchitas.
- Pérdida de vigor.
- Muerte, en los casos más graves.
La mejor forma de acabar con este problema es podar las ramas con mayor presencia de insectos y aplicar un insecticida específico, así como atraer a sus depredadores naturales, que son las avispas parasitoides.
Las enfermedades del alcornoque pueden llegar a ser especialmente graves, y la mejor manera de hacerles frente es mediante una buena prevención. Como siempre, un buen riego y un buen drenaje, son la mejor manera de mantener al árbol fuerte y sano.