Cuando hablamos del origen de las plantas siempre surge un nombre: Cooksonia. Se trata de un ser vegetal que apareció a mediados del periodo silúrico, es decir, entre los 428 y los 423 millones de años atrás.
A partir de ella se pudieron desarrollar muchas de las plantas que conocemos hoy día, desde los grandes árboles hasta las flores. Pero, ¿cómo era?
Características de la Cooksonia
Nuestra protagonista fue una planta que vivió en prácticamente todas las regiones del mundo: Irlanda, Gales, Inglaterra, Bolivia, Estados Unidos, Gran Bretaña, Australia. No medía más que 10 centímetros de altura, pero es muy interesante conocerla ya que fue una de las primeras plantas terrestres que habitó la Tierra.
No poseía hojas, pero sus tallos, que tenían forma de Y, eran capaces de producir clorofila y, por lo tanto, de hacer la fotosíntesis y crecer. Tampoco tenía raíces como las conocemos hoy día, sino que se anclaba a la tierra mediante un rizoma horizontal. Su manera de multiplicarse era a través de las esporas que se formaban en los extremos de cada tallo, los esporangios, aunque todavía no se sabe bien cómo.
Especies
Hasta el momento, se han descubierto siete especies distintas:
- C. pertoni, en el 1937
- C. hemisphaerica, en el 1937
- C. cambrensis, en el 1979
- C. paranensis, en el 2001
- C. bohemica, en 1980
- C. banksii, en el 2002
Si bien no se le considera un fósil guía, sí que fue un grado evolutivo de un género primario. De hecho, cuatro formas diferentes de esporas pertenecientes a distintas especies se han encontrado en esporangios de una de las especies de Cooksonia.
Estas plantas fueron descritas por el británico William Henry Lang en el año 1937, quien le dio el nombre en honor a Isabel Cookson, una mujer que colectó ejemplares de una de las especies tres años atrás en Perton Quarry.
¿Qué te ha parecido esta planta extinta?