El ser humano lleva ya décadas buscando alternativas sostenibles para cultivar alimentos. Por eso, no es extraño que cada vez más personas se animen con el cultivo hidropónico en casa. Es una particular forma de disfrutar de verduras y hortalizas frescas sin necesidad de tener un terreno de cultivo.
¿Cultivar sin plantar? Parece ciencia ficción, pero no lo es. En este artículo te vamos a contar más sobre esta técnica revolucionaria y cómo puedes experimentar con ella en tu propio domicilio.
¿Qué es el cultivo hidropónico?
Se trata de un medio de cultivo que consigue hacer crecer las plantas sin necesidad de plantarlas en la tierra, solo a base de unas soluciones acuosas que son ricas en nutrientes.
En la naturaleza existen plantas aéreas que no están ancladas al suelo y crecen con total normalidad. Y también hay plantas acuáticas que no necesitan de sustrato para sobrevivir. El ser humano, siempre curioso, ha observado esto, y ha desarrollado su propio método de cultivo sin tierra para especies que, de forma natural, sí suelen requerir de plantación.
Principios básicos del cultivo hidropónico
Para entender un poco mejor cómo funciona este sistema, es necesario que nos aproximemos a sus principios básicos:
- Sustrato líquido. Las especies vegetales cultivadas de esta forma no se plantan, sino que se sumergen en un sustrato líquido. Una solución acuosa que tiene disueltos en agua los nutrientes específicos que necesita cada planta.
- Control preciso de los nutrientes. Al controlar la cantidad exacta de nutrientes que recibe cada especie, y aportarle solo aquellos que realmente le hacen falta, se consigue ahorrar recursos y las plantas crecen mucho más sanas.
- Ahorro de agua. El cambio climático trae consigo épocas de sequía que pueden llegar a ser largas, algo que supone un riesgo a la hora de cubrir las necesidades de alimentación. Con este sistema, se gasta mucha menos agua que con la agricultura tradicional, por lo que puede ser una buena solución para garantizar el cultivo de alimentos en lugares con escasez de agua.
- Menos espacio. Al no necesitar tierra para que las plantas crezcan, el sistema de cultivo hidropónico se puede llevar a cabo en espacios reducidos. De ahí la posibilidad de hacer un cultivo hidropónico en casa.
Ventajas del cultivo hidropónico
¿Por qué plantar las plantas en agua en lugar de hacerlo en la tierra? Si te estás planteando esta duda, aquí tienes una serie de beneficios que se derivan directamente de este sistema:
- Crecimiento acelerado. Esta forma de cultivo permite que las plantas crezcan más rápido, porque tienen a su disposición los nutrientes que necesitan, no tienen que buscarlos.
- Mayor rendimiento. Precisamente porque el crecimiento se acelera, el espacio dedicado al cultivo hidropónico da más rendimientos en términos de alimentos obtenidos que un terreno de agricultura tradicional.
- Menor uso de pesticidas. Al no poner las plantas en el suelo, se reduce la cantidad de toxinas y pesticidas que estas absorben.
- Cultivo todo el año. Al llevarse a cabo en zonas cubiertas, se pueden cultivar alimentos durante todo el año, sin importar en qué estación nos encontremos.
- Control ambiental. Esta forma de cultivar lleva a cabo un control estricto de variables ambientales como la temperatura o la humedad, haciendo que las plantas crezcan de forma óptima.
¿Cómo hacer un cultivo hidropónico en casa?
Si te has animado a experimentar con esta forma de cultivo, aquí tienes unos pasos básicos que te llevarán a obtener buenos resultados:
Materiales necesarios
Hay seis cosas esenciales que necesitas para comenzar esta aventura:
- Contenedor para el sistema hidropónico. Puede ser desde una bandeja de plástico a cualquier otro recipiente que se te ocurra. Lo primordial es que tenga tamaño suficiente para albergar a las plantas y capacidad para retener el agua.
- Sustrato inerte. Puedes utilizar lana de roca, fibra de coco, perlita o vermiculita. Estos materiales se encargan de aportar soporte a las plantas, pero sin retener el agua en exceso.
- Solución nutritiva. De ella depende que tengas o no éxito con este tipo de cultivo. La puedes hacer de forma casera, mezclando agua con nutrientes esenciales para las plantas como fósforo o potasio. Ten en cuenta lo que vas a plantar, y así podrás crear la solución más adecuada.
- Semillas o plantones. Si eres principiante, puedes empezar con variedades fáciles de hacer crecer en un cultivo hidropónico en casa, como las lechugas o las hierbas aromáticas.
- Luces de cultivo. Si colocas el recipiente en un lugar donde no hay mucha luz natural, puedes valorar instalar una luz de cultivo para que las plantas no acusen la falta de luminosidad.
- Medidor de pH y EC (conductividad eléctrica). Te ayudarán a tomar medidas y preparar soluciones nutritivas perfectas para tus plantas.
Configuración del sistema hidropónico
Ahora que tienes todos los materiales, es hora de ponerse en marcha:
- Preparación del contenedor. Llénalo de sustrato inerte, asegurándote de que dejas espacio para la raíces.
- Preparación de la solución nutritiva. En Internet puedes encontrar mucha información sobre este tema, pero recuerda manipular los productos químicos con mucho cuidado, así como proteger tus manos, ojos, boca y nariz. Asegúrate de que el pH de la mezcla es el adecuado para tus plantas.
- Plantación. Coloca las semillas o los plantones en el contenedor, dejando espacio suficiente para que puedan crecer.
- Añadir la solución nutritiva. Añade con mucho cuidado el líquido nutritivo.
- Monitorización. Revisa regularmente la calidad de la solución nutritiva con el medidor de pH y EC. Si es necesario, haz ajustes.
- Iluminación. Si has optado por comprar una luz de cultivo, colócala de forma que aporte luminosidad a todas las plantas. Un temporizador te ayudará a regular los ciclos de luz, para que sean los más parecidos posible a los naturales.
- Supervisión. Controla el estado de crecimiento de tus plantas. Si ves que alguna muestra síntomas de estar dañada o enferma, retírala inmediatamente.
Hacer un cultivo hidropónico en casa es más sencillo de lo que se suele pensar. Si tienes un poco de espacio libre en el garaje, o en un balcón, puedes animarte a vivir esta experiencia. En muy poco tiempo podrías estar saboreando tus propias lechugas cultivadas en casa. ¿Te animas?