Dimetoato, un plaguicida que ya no puedes usar

aplicando dimetoato

En la agricultura, el uso de plaguicidas y herbicidas es algo habitual. De hecho, sin estos productos químicos los cultivos serían mucho menos productos productivos. Pero de un tiempo a esta parte, están en el punto de mira de los especialistas, porque pueden dañar tanto el entorno como la salud de las personas. De ahí que el dimetoato esté ahora prohibido en España.

Este compuesto era muy efectivo a la hora de luchar contra plagas de pulgón y de saltamontes, entre otros insectos, pero también ha resultado ser un gran enemigo para las abejas, así que en 2020 se optó por prohibir su uso. Vamos a ver con más detalle cuál es la causa de su prohibición.

¿Qué es el dimetoato?

cultivos tratados con dimetoato

Es un insecticida o plaguicida organofosforado. Es decir, que su principal componente es el fósforo, que se combina con otros elementos orgánicos. Es precisamente esta composición la que lo hace tan efectivo, y la que consiguió que durante décadas este fuera uno de los productos más utilizados en la agricultura y la horticultura para controlar la presencia de insectos y luchar contra las plagas.

El dimetoato ha demostrado ser muy eficaz frente a los mosquitos, los trips, el pulgón y, muy especialmente, frente a la mosca blanca, que afecta a los olivos, los cultivos de manzana, de sandía, de naranja y de pera, entre otros. Dando buenos resultados tanto en cultivos de campo como en cultivos hortículas y frutales.

Lo que hace es inhibir la enzima acetilcolinesterasa, que cumple una función esencial en la transmisión de los impulsos nerviosos en los insectos. Provoca una acumulación de acetilcolina, sobreestimulando el sistema nervioso y causando la muerte.

El dimetoato, un problema para las abejas

dimetoato toxico abejas

Desde hace algunos años, se viene estudiando el efecto que los plaguicidas causan sobre las comunidades de abejas. Porque, igual que actúan sobre otros insectos que son perjudiciales para los cultivos, pueden hacerlo sobre animales que son tan beneficiosos como las abejas.

Ya en 1984 había estudios que hablaban de la toxicidad del dimetoato para las abejas y cómo afectaba a su número, pero tuvieron que pasar más de 30 años para que se tomaran medidas. Ahora se ha confirmado que este producto causa desequilibrios en los ecosistemas y afecta a la biodiversidad, acabando con las abejas y dificultando la polinización de las plantas.

El dimetoato y su efecto sobre el medio natural

Este plaguicida presenta varios riesgos para el entorno que van más allá de su afectación a las comunidades de abejas. Riesgos que se han convertido en razones de peso para su prohibición.

  • Toxicidad para organismos no objetivo. Como hemos señalado antes, este plaguicida actúa contra insectos como la mosca blanca, que es mala para los cultivos, pero también afecta a insectos beneficiosos como las abejas o las mariquitas. Si se utiliza en exceso, puede disminuir de manera notable las poblaciones de insectos polinizadores.
  • Contaminación del agua. Cuando los cultivos tratados con dimetoato reciben agua de lluvia, esta escurre hacia cuerpos de agua cercanos y podría acabar contaminando arroyos, ríos y pozos. Una vez que está en el agua, puede causar efectos nocivos sobre la vida acuática.
  • Persistencia en el suelo. Las características de este producto químico consiguen que persista en el suelo durante mucho tiempo tras su aplicación. Si se emplea en los cultivos año tras año, la acumulación de restos en el suelo puede afectar a su fertilidad.
  • Resistencia de las plagas. Este plaguicida se usa desde hace décadas y tiene el mismo problema que muchos otros, que los insectos acaban por desarrollar resistencia. Así que deja de ser efectivo al 100% contra las plagas, mientras que sus efectos nocivos sobre el medio ambiente sí se mantienen intactos.
  • Exposición accidental. El uso de dimetoato en aerosoles puede acabar llevando el producto a áreas habitadas por seres humanos o animales.

Riesgos del dimetoato para el ser humano

A pesar de que ahora esté prohibido, este químico se ha utilizado durante décadas en el campo, y se ha llegado a la conclusión de que puede resultar tóxico a diferentes niveles.

Toxicidad acusada y crónica

La exposición a una cantidad excesiva de dimetoato puede provocar una intoxicación aguda que cursa con vómitos, dolores de cabeza, mareos y, en los casos más graves, convulsiones y hasta coma. Si la exposición es prolongada, la afectación puede llegar a ser crónica y causar problemas neurológicos que incluyen problemas de memoria y trastornos del sistema nervioso.

Irritaciones

El contacto directo con este producto causa irritación tanto en la piel como en los ojos. Aparece enrojecimiento, picazón y sensación de ardor. En casos como estos lo mejor es acudir directamente al médico.

Infecciones respiratorias

La inhalación del dimetoato puede provocar irritación de las vías respiratorias y causar tos y síntomas que se suelen asemejar a los de la gripe.

Cáncer

Como ocurre con otros plaguicidas y fertilizantes utilizados en los cultivos, existe una amplia discusión entre la comunidad científica sobre si estos tienen o no influencia en el desarrollo de cáncer en los seres humanos.

No existe una evidencia científica sólida que asocie la exposición al dimetoato con el desarrollo de cáncer, pero los pesticidas continúan estando en el punto de mira de los investigadores.

Alternativas al dimetoato

plaga mosca blanca tratada con dimetoato

Por su alta eficacia frente a la mosca blanca del olivo, la prohibición del dimetoato ha supuesto un inconveniente para quienes se dedican a la agricultura. Por suerte, es posible encontrar otras alternativas que son igual de eficientes frente a este y otros insectos y que no afectan al entorno.

  • Control biológico. Implica introducir en el ecosistema depredadores naturales de plagas para mantener bajo control a los insectos dañinos.
  • Insecticidas naturales. Productos de origen natural como el aceite de neem son menos tóxicos para los animales y los seres humanos, pero efectivos frente a ciertas plagas.
  • Rotación de cultivos. Una técnica clásica que sigue funcionando tan bien como hace milenios. Se trata de rotar los cultivos cada temporada para evitar el crecimiento de comunidades muy grandes de ciertos insectos alrededor de los mismos.
  • Trampas y atrayentes. Consiste en utilizar trampas para atraer a los insectos y reducir así su población, y en utilizar atrayentes naturales para alejarlos de los cultivos.

El dimetoato ha pasado a la historia y ya no se puede usar ni a nivel profesional ni particular. Si tienes plagas en tus cultivos, es conveniente que busques una alternativa menos dañina para el entorno. ¿Qué te parece la medida de prohibir este plaguicida?


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