Hoy vamos a hablar de una planta que se encuentra naturalmente en los campos de Murcia tanto a cotas medias como bajas. Se trata de la rabaniza. Su nombre científico es Diplotaxis erucoides y se le conoce por otros nombres comunes como oruga borde. Es una planta con un tamaño no muy grande y de color blanco preferentemente que va cubriendo los suelos de los campos cuando llega la primavera.
En este artículo vamos a contarte todas sus características, dónde puedes encontrarla y cómo cuidarla si la quieres tener en el jardín.
Características principales
Se trata de una hierba anual que, en sus mejores condiciones puede llegar a medir unos 80 cm de alto. Los tallos son erectos y están cubiertos de pelos bastante cortitos. Esta suma de pelos densos le da una textura esponjosa y agradable al tacto. Las hojas son de tipo pinnatífidas a pinnatipartidas. Sus lóbulos son de forma elíptica u oblongos.
Cuando florece, nos la encontramos con 4 pétalos de 1 cm de longitud y de color blanco. Cuando se van secando, van adquiriendo un tono violáceo. Esto hará que nos brinde un nuevo color conforme las flores se van marchitando y secando tras la época de floración. En cuanto a su fruto, es de tipo silicua y tiene forma alargada. Suele medir unos 4 cm.
Habitualmente, es considerada como una mala hierba por la agricultura. Al crecer de forma natural en los campos, se aprovechan de los nutrientes que vierten en los procesos de agricultura. Cuando esta planta crece cerca de los cultivos, hay que eliminarla para que no robe nutrientes e invada el terreno poco a poco. Tiene un poder de expansión bastante grande.
La época en la que florece es a finales de invierno y a principios de primavera. Las temperaturas más altas favorecen su desarrollo y las flores durarán hasta finales de verano. Estas flores son hermafroditas, actinomorfas y tetrámeras. Aunque la floración se da principalmente en la época mencionada, si hay grandes lluvias y temperaturas agradables, puede florecer en cualquier época del año. Esta es una de las causas por las que se considera una mala hierba, puesto que no necesita de muchas condiciones para multiplicarse.
Hábitat y distribución
Esta planta es una especie mediterránea y nos la podemos encontrar ampliamente distribuida. La zona en la que más escasea de la Península es al noroeste y en Portugal. Es una planta que habita frecuentemente en terrenos baldíos, los bordes de los caminos e incluso en los cultivos como mala hierba.
La península Ibérica no es el único lugar donde se distribuye. También la podemos encontrar en toda la región Mediterránea de Europa donde las temperaturas algo más altas de la primavera le permite extenderse por huertas, herbazales, ambientes rústicos, márgenes de los camino y las cunetas. No es una planta muy demandada en los jardines, aunque hay gente que quiere tenerla como jardín de fondo. En sus cuidados no es nada difícil de mantener, ya que incluso en algunas zonas es considerada como una planta invasora de su alta capacidad de reproducción.
Es una especie bastante común en las huertas. Puede encontrarse incluso en floración todo el año si las condiciones lo permiten. Son más habituales en los campos de cultivo y todos los caminos donde se encuentran se tiñen de blanco. Las semillas pueden germinar en malas condiciones. Por ejemplo, aunque se encuentren en un terraplén margoso en el que apenas hay agua y sólo se llega a acumular en escorrentía, es capaz de crecer. La forma de reproducirse para expandirse rápido lo hace tan sólo una planta. Esta planta con menos de 5 cm de longitud, se esfuerza en poder dar una flor con los pocos nutrientes que tiene y después da el fruto con unas pocas de semillas. Una vez ha hecho esto, el resto de ejemplares se irán reproduciendo con mayor velocidad hasta ir colonizando toda la zona.
Necesidades de la Diplotaxis erucoides
Como hemos mencionado antes, no es una planta muy demandada en la jardinería, no obstante hay personas que la quieren para decorar el suelo de blanco. Una de las ventajas de usar esta planta para el jardín es que no tendremos que tener en cuenta muchos cuidados. Es esencial para esas personas que quieren tener bonito el jardín pero no tienen demasiado tiempo para dedicarle. Lo más normal es que con sembrar unas pocas, tengamos al cabo del tiempo el jardín repleto de Diplotaxis erucoides, si las condiciones son favorables.
Como ya hemos visto, no son nada exigentes con el suelo y podrá desarrollarse tanto el suelos con pH ácido, como neutro y alcalino. La parte subterránea crecerá con vigor en soportes con textura arenosa, franca y arcillosa. Todo esto no supondrá ningún problema para la planta ni ninguna diferencia grande. El suelo se puede mantener húmedo que, por lo general, no causará problemas.
Por ello, normalmente es suficiente si las precipitaciones en invierno son regulares como para no tener que regarlas. De todas formas, son capaces de sobrevivir en terraplenes pobres, seguro que son capaces de sobrevivir bien en tu jardín. Si vemos que las precipitaciones escasean y llega un periodo de sequía, podemos regarla moderadamente para mantener cierta humedad en el suelo.
En cuanto a la ubicación, es una planta que requiere estar a pleno sol. Si la colocamos en semisombra podrá sobrevivir bien, pero no tendrá la misma floración. Ya hemos comentado que prefiere temperaturas algo más altas y no resiste bien las heladas. Por ello, lo mejor es colocarlas a pleno sol en una zona donde no haga demasiado viento por las noches.
Usos más frecuentes
No es una planta que tenga demasiados usos extendidos pero sí que tiene algunos. Como decoración, no es demasiado llamativa, pero sí que sirve para poder tener un suelo más bonito. Si no podemos permitirnos cuidar de un césped, es mejor tener la rabaniza para tener un colorido en el suelo.
No tiene usos medicinales documentados. Sus hojas sí que son empleadas en algunos platos para darle sabor.
Espero que con esta información sepas más sobre el Diplotaxis erucoides.