El Árbol de hierro, cuyo nombre científico es Parrotia persica, es un árbol majestuoso que puede medir unos 12 metros de altura, con una copa de hasta 6 metros. Tolera bastante bien la poda, pudiéndolo formar como arbusto o bien dejándolo crecer en altura. Ello lo convierte en una planta ideal tanto para jardines grandes como pequeños, incluso sirve para bonsái.
Si te gustaría conocer más detalles de esta especie, no lo dudes. Sigue leyendo.
El Árbol de hierro es una de esas plantas que enamoran nada más verla. Su porte, el cual recuerda al que adoptan los árboles de climas continentales, su rusticidad y adaptabilidad a gran diversidad de terrenos y climas, hacen de él una opción más que recomendable si queremos tener o bien un árbol que nos dé buena sombra en verano, o bien un seto que destacará por su colorido en otoño.
Como decíamos, es un árbol de gran porte, originario de Irán, con hojas caducas y alargadas de hasta 10cm de longitud, las cuales se vestirán de amarillo llegando al rojo al finalizar la estación más cálida del año.
Aunque prefiere climas templados y terrenos ácidos, ha demostrado su rusticidad en climas más cálidos y en suelos calizos. Por lo tanto, si vives en un clima como el mediterráneo, puedes tener un Árbol de hierro sin problemas. Además, resiste la sequía si está plantado en el suelo y aclimatado. En maceta necesita riegos periódicos.
Durante la época de crecimiento agradece que se le abone con un abono universal, siguiendo las recomendaciones del fabricante. También se le puede abonar, algo que es más recomendable, con abono orgánico. Así aprovechas que abonas al árbol y, de paso, mejoras la calidad del terreno.
Tiene cierta similitud con las hayas (Fagus sylvatica), ¿no crees? Si vives en un clima cálido, y te encantan los árboles de porte majestuoso como el de las mencionadas hayas, pon un Árbol de hierro en tu jardín y podrás presumir de tener una planta magnífica: rústica, con un color espectacular en otoño,… ¿qué más se puede pedir?
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