El lupino, más conocido científicamente como Lupinus, es un género de plantas herbáceas, perennes cuyas propiedades nutritivas hacen que se convierta en alimento tanto para animales como para humanos.
Su crecimiento es rápido, y no demoran mucho en florecer tras haber germinado, pudiendo así decorar el jardín con sus preciosas flores al cabo de unos pocos meses.
Hay numerosas especies de lupino, sin embargo, todas tienen en común sus hojas, las cuales son palmeadas de color verde claro. Pueden crecer hasta una altura de dos metros; y sus flores, al presentar tal diversidad de colores, te ofrecen un gran abanico de posibilidades para decorar, pudiendo escoger las plantas que más te gusten.
En jardinería se usa tanto para jardín, como para maceta. Se pueden plantar varios cuyas flores sean de diferentes colores, y crear así un macizo floral espectacular.
El lupino es originario de las praderas cálidas y/o subtropicales de la Tierra. Tienen la peculiaridad de que son excelentes plantas que fijan el nitrógeno a la tierra, lo cual hace que sean excelentes como fertilizantes naturales. Así que ya sabes, si a tu jardín le falta nitrógeno, ¡no dudes en adquirir algunas plantitas de lupino!
Como uso alimenticio se usa principalmente en países como España, Italia, Argentina o Venezuela. La semilla es muy nutritiva, pero si se ingieren en exceso, puede causar una intoxicación crónica.
En cultivo no presenta grandes problemas. Si queremos tener lupinos y verlos crecer, podremos adquirir fácilmente semillas en tiendas especializadas o en viveros. Para conseguir un mayor porcentaje de germinación, las meteremos en un vaso con agua durante 24h, y posteriormente las sembraremos en semillero al exterior. Germinan sin problemas con una temperatura comprendida entre los 15 y los 20º. No debeemos olvidar aplicar el fungicida -a poder ser, ecológico como por ejemplo el azufre-, ya que los hongos podrían acabar con las semillas y con las plantas en cuestión de días. Cuando ya midan unos 10cm, podremos pasarlas a macetas individuales, o bien podremos dejarlas juntas y trasplantarlas a una maceta mayor.
El lupino es una planta que nos dará grandes satisfacciones. Fácil de cuidar, con un alto valor ornamental, cuyas semillas son comestibles… ¿qué más se puede pedir?
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