La galanga es una de las plantas culinarias que más útiles nos pueden resultar: no solo es muy interesante para condimentar distintos platos, sino que además posee un gran valor ornamental. Sus hojas, grandes y verdes, combinadas con unas flores de colores suaves hacen de ella un tipo de ser vegetal digno de admirar.
Con unos mínimos cuidados, podrás tenerla como planta de bordura o incluso como seto bajo. Así que si quieres saberlo todo sobre ella, no dudes en seguir leyendo.
Origen y características
Nuestra protagonista es una planta originaria del sur de China hasta Malasia, pero se cultiva en todas las regiones templadas-cálidas del mundo. Su nombre científico es Alpinia galanga, y sus nombres comunes son: jengibre de Siam, galanga de Java, galanga de la India, galanga de China, galanga mayor.
Se caracteriza por ser una planta herbácea perennifolia que crece desde un rizoma, alcanzando una altura de hasta 1,5 metros. Las hojas son grandes de hasta 30cm, enteras, lanceoladas y cartagilanosas, de color verde. Las flores se agrupan en inflorescencias en forma de panículas terminales de 20-30cm de largo. El fruto es una cápsula globular y ovoide con tres valvas.
¿Cómo se cuida?
Si quieres tener un ejemplar, te recomendamos proporcionarle los siguientes cuidados:
- Ubicación: coloca tu galanga en el exterior, en semisombra.
- Tierra:
- Maceta: sustrato de cultivo universal mezclado con perlita a partes iguales
- Jardín: ha de ser rico en materia orgánica, y tener buen drenaje.
- Riego: cada 2-3 días en verano, algo menos el resto del año.
- Abonado: durante los meses cálidos (primavera y verano) abonar con un abono orgánico, como puede ser el guano, el compost o el mantillo.
- Época de plantación o trasplante: en primavera. Si está en maceta, trasplantar cada 2 años.
- Rusticidad: soporta heladas débiles de hasta los -2ºC.
¿Qué usos tiene?
Además de como planta ornamental, sus rizomas se usan frescos o en polvo para guisos a base de hortalizas, en la sopa de patatas, y el asado de carne de vacuno. Su sabor es picante suave.
Por si fuera poco, alivian los dolores estomacales.
¿Habías oído hablar de la galanga?
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