Los geranios, pertenecientes a la familia Geraniaceae, son una de las plantas ornamentales más apreciadas en jardines, terrazas y balcones de todo el mundo. Con más de 400 especies que incluyen géneros como Geranium, Erodium y Pelargonium, el último es el más extendido y cultivado, gracias a la espectacularidad de sus flores y la facilidad de sus cuidados. Su mantenimiento es ideal tanto para aficionados novatos como para expertos en jardinería.

Principales tipos de geranios
Dentro del género Pelargonium destacan varios tipos, cada uno con características propias:
- Geranio común (Pelargonium zonale): de porte erguido y flores abundantes.
- Geranio gitanilla o hiedra (Pelargonium peltatum): de tallos colgantes, perfectos para jardineras y balcones altos.
- Geranio pensamiento (Pelargonium domesticum “regal”): hojas grandes y flores llamativas, ideales para interior.
- Geranio limonero (Pelargonium graveolens): destaca por su aroma cítrico y uso como repelente natural contra mosquitos.
Su variedad cromática y su resistencia hacen posible disfrutar de geranios durante casi todo el año en climas templados.

Ubicación, luz y temperatura ideales
Eligen con esmero la ubicación de tus geranios: prefieren localizaciones soleadas y bien ventiladas, donde reciban al menos 6 horas de sol directo al día, pero protegidos del calor extremo del mediodía y de corrientes de aire fuertes. En zonas de mucho sol, se benefician de algo de sombra en las horas más calurosas. Si los cultivas en interior, sitúalos cerca de una ventana orientada al sur o al oeste.
Son plantas que resisten bien el calor, pero las bajas temperaturas y las heladas los dañan fácilmente. Por debajo de 10-15ºC, pueden sufrir, por lo que es recomendable resguardarlos en época fría o usar mantas térmicas si están en exteriores.

Riego, sustrato y fertilización
La clave para el desarrollo óptimo de los geranios es mantener la tierra húmeda pero nunca encharcada. Durante la primavera y el verano, el riego debe ser regular, permitiendo que la capa superficial de tierra se seque entre riegos. En invierno, basta con humedecer ligeramente el sustrato cada 10-14 días.
El sustrato ideal es fértil y bien drenado. Puedes utilizar tierra universal enriquecida con compost, perlita o arena para mejorar el drenaje. Añadir abonos orgánicos como humus de lombriz, compost o guano al principio de la temporada favorece el crecimiento y la floración. Durante el periodo de floración, un fertilizante líquido específico para geranios cada dos semanas potenciará la producción de flores y un follaje vigoroso.
Trasplante y poda
Es recomendable trasplantar los geranios cada año al inicio de la primavera, renovando el sustrato y eligiendo una maceta adecuada (mínimo de 20-30 centímetros de diámetro). Aprovecha para podar las raíces más largas y las hojas y flores secas. Durante la temporada, elimina regularmente hojas, flores secas y tallos débiles para estimular el rebrote y evitar enfermedades.
Reproducción por esquejes
Multiplicar geranios es sencillo mediante esquejes. Escoge tallos sanos de unos 10 cm, corta justo debajo de un nudo y retira las hojas inferiores. Colócalos en agua o directamente en sustrato húmedo, en un lugar cálido y luminoso evitando el sol directo hasta que enraícen.

Plagas y enfermedades habituales
Los geranios son resistentes, pero pueden verse afectados por plagas como la mariposa del geranio, mosca blanca, pulgón o araña roja. El uso de aceite de neem, infusión de ajo o insecticidas ecológicos es recomendable como prevención y tratamiento. Para más detalles, consulta nuestro artículo sobre errores comunes en el cuidado de plantas en maceta.
Entre las enfermedades más frecuentes están la roya, mancha foliar y podredumbre gris. Para evitar hongos, es esencial controlar la humedad y no mojar las hojas en el riego. Ante el menor síntoma, retira las partes dañadas y aplica fungicidas adecuados. Puedes ampliar información en nuestro artículo sobre cuidados del geranio pensamiento.
Consejos extra y curiosidades
- Para un crecimiento saludable, deja 20 cm entre plantas si los cultivas en parterres.
- Las cáscaras de huevo trituradas aportan calcio y fortalecen los geranios.
- Una cucharada de vinagre blanco por litro de agua ayuda a equilibrar el pH y prevenir hongos.
- El agua de arroz es rica en nutrientes y favorece su vitalidad.

¿Son tóxicos los geranios para mascotas?
Algunas variedades contienen compuestos ligeramente tóxicos para perros y gatos. Aunque la intoxicación es poco frecuente, puede provocar malestar leve en caso de ingestión, por lo que es recomendable situarlos fuera de su alcance.
El geranio es una planta generosa, agradecida y muy decorativa, capaz de embellecer cualquier espacio exterior con sus flores vibrantes y su aroma. Unos cuidados sencillos y regulares garantizarán que tus geranios sean los protagonistas de tu jardín, balcón o terraza durante muchos meses.