Los arbustos que pertenecen al género Hamamelis son unos de los más idóneos para tener en los jardines, sean del estilo que sean. Están muy bonitos durante todo el año, pero sobretodo en primavera y en otoño. Durante la estación más colorida del año, brotan de ellos unas curiosas flores muy alegres, y al finalizar el verano, cuando las temperaturas van bajando, sus hojas se tornan rojas o de un color amarillo muy interesante.
Son plantas tan bonitas y adaptables, que se pueden tener incluso en macetas ya que toleran bastante bien la poda. Y, por si fuera poco, tienen muchos usos a parte de los ornamentales 😉 .
Características de los Hamamelis
Nuestros protagonistas son arbustos o pequeños árboles caducifolios de 3 a 8 metros de altura originarios de América del Norte y de Asia, concretamente de Japón y China. Se conocen con los nombres comunes Avellano mágico, Avellano de bruja, Nogal de las brujas. El género se compone de cuatro especies, que son la H. japonica, H. mollis, H. vernalis y H. virginiana. Se caracterizan por tener hojas alternas, ovaladas, de hasta 16cm de longitud por 11cm de ancho, con los márgenes ondulados o lisos.
Las flores comienzan a brotar hacia finales del invierno, y están en su máximo esplendor a comienzos de primavera. Son perfumadas. Se componen de cuatro pétalos delgados de color amarillo pálido, anaranjado oscuro o rojo. Una vez son polinizadas, comienza a madurar el fruto, que es una cápsula dividida que contiene una única semilla de color negro.
¿Cómo se cuidan?
Si quieres tener uno o varios ejemplares, a continuación te decimos cómo se cuidan:
Ubicación
Para poder crecer y desarrollarse bien es necesario que se ubiquen en una zona protegida del sol directo, en el exterior.
Riego
La frecuencia de riego debe ser frecuente, especialmente durante la época de más calor. Por ello, es muy recomendable mantener el sustrato o la tierra siempre fresca y húmeda, pero evitando el encharcamiento. En el caso de que les tengas puesto un plato debajo, debes quitarles el agua que sobre a los diez minutos de haber regado para evitar que las raíces se asfixien.
Es importante usar agua sin cal, ya que de lo contrario las plantas tendrían clorosis provocada por la falta de hierro o magnesio. Si aparece, se puede tratar con sulfato de hierro o abonando con un abono para plantas ácidas.
Abonado
Desde la primavera hasta finales del verano (incluso puedes hacerlo en otoño si vives en una zona con inviernos suaves) debes abonarlos con abonos como el guano (si los tienes en maceta, usa el que se presenta en forma líquida) o estiércol. Puedes abonarlos también con Nitrofoska, que es el abono de los granos azules, siguiendo las indicaciones especificadas en el envase.
Sustrato o suelo
Para poder crecer necesitan suelos ácidos, con pH entre 4 y 6, ricos en materia orgánica, profundos y frescos. Si se tienen en maceta, se deben usar sustratos para plantas ácidas. También se puede mezclar 70% akadama con 30% de kyriuzuna, lo que resultará ideal si vives en una zona donde los veranos son muy calurosos (temperaturas de más de 30ºC).
Época de plantación o trasplante
La mejor época para plantarlo definitivamente al jardín o para cambiarlo de maceta es en primavera, al terminar la floración y sólo si no está fructificando. Si ves que están madurando los frutos, espera a que se sequen y haz el trasplante en otoño.
Plagas y enfermedades
Los Hamamelis son muy resistentes. Tan sólo hay que prevenirlos de los pulgones pulverizándolos con aceite de neem en verano.
Poda
Se pueden podar a mediados de primavera si es necesario y no están floreciendo.
Multiplicación
Para obtener nuevos ejemplares debes de sembrar sus semillas nada más recogerlas o adquirirlas, siguiendo este paso a paso:
- Tenlas en remojo durante una semana, cambiando el agua cada día.
- Pasado ese tiempo, siémbralas en una maceta, bandeja de semillero, envases de leche, o en el semillero que tengas en casa rellenándolo con sustrato para plantas ácidas.
- Cubre las semillas con una fina capa de sustrato, y pon el semillero en el exterior protegido del sol directo.
- Mantén el sustrato húmedo (pero no encharcado).
Las primeras germinarán al cabo de dos meses.
¿Qué usos tienen?
Los Hamamelis tienen varios usos:
- Ornamentales: como ejemplares aislados o en grupos, o para crear fantásticos setos. Además, las flores se pueden cortar y tenerlas en un jarrón.
- Medicinales: es astringente, y el extracto se usa en lociones contra las picaduras de insectos. Se usan también para pomadas contra las hemorroides y colirios para revitalizar y rehidratar los ojos cansados, algo que viene muy bien cuando se trabaja mucho con el ordenador (te lo digo por experiencia 😉 ). Es muy eficaz como tratamiento de curación de las quemaduras, así como para disminuir los signos producidos por la menopausia.
Efectos secundarios y contraindicaciones
Lo único negativo de estas plantas es que sus taninos pueden irritar la mucosa gástrica, pero esto puede paliarse mezclándolas por ejemplo con malvavisco. Además, no se deben de emplear en el caso de gastritis o de úlcera gastroduodental, ni se han de dosificar con contenido alcohólico a niños ni a personas con problemas etílicos.
Los hamamelis son unas plantas estupendas, ¿no te parece?