Jardines naturalistas, una forma diferente de abordar la jardinería

jardines naturalistas

A medida que el ser humano se trasladó de un ambiente más natural a lo que después fueron convirtiéndose en ciudades, empezó a echar de menos estar rodeado de árboles y plantas. Surgieron entonces los jardines, cuyo diseño ha evolucionado hasta lo que ahora conocemos como jardines naturalistas.

Espacios creados de forma artificial, pero que buscan imitar lo mejor posible a la naturaleza, así como asegurar la pervivencia de las plantas y árboles autóctonos. Vamos a conocerlos un poco mejor.

La evolución hasta los jardines naturalistas

Así cambiaron los jardines naturales con el paso de los años.

La historia del paisajismo y la jardinería está marcada por importantes cambios de estilo y de enfoques de diseño. Sin embargo, esta no es una evolución lineal, porque hay tendencias que se van superponiendo a lo largo del tiempo.

  • Jardines Clásicos. Se trabajaron hasta el Renacimiento, y se caracterizaban por seguir una geometría muy rigurosa y apostar por la simetría en todos sus rincones.
  • Jardines Renacentistas. Entre los siglos XIV y XVII, los jardines clásicos evolucionaron hacia un enfoque más centrado en la ornamentación y la representación artística.
  • Jardines Barrocos. Del siglo XVII al XVIII los jardines se volvieron más complejos y recargados. Con grandes parterres, fuentes y esculturas, pero sin que la simetría perdiera todavía su protagonismo.
  • Jardines Rococó. En el siglo XVIII se pusieron de moda unos jardines menos formales que sus antecesores, y con una cierta tendencia hacia la asimetría.
  • Jardines Paisajistas. A finales del siglo XVIII y principios del XIX comenzaron a aparecer jardines que buscaban imitar a la naturaleza, ya con figuras geométricas mucho menos rígidas.
  • Jardines Románticos. En el siglo XIX se buscaba una conexión emocional con la naturaleza, y los jardines empezaron a llenarse de elementos como puentes o cascadas, que permitían estar más cerca de elementos naturales.
  • Jardines Arts and Crafts. Entre finales del siglo XIX y principios del XX se pusieron de moda unos jardines más informales, inspirados en la naturaleza, y con un mantenimiento mucho más sencillo.
  • Jardines naturalistas. Desde el siglo XX a la actualidad, la tendencia son jardines totalmente inspirados en la naturaleza. Que quieren hacer que nos sintamos en mitad de un bosque, y no en un espacio delimitado dentro de la ciudad.

¿Qué son los jardines naturalistas?

¿Qué es un jardines naturalistas?

En base a lo que hemos visto, seguro que ya tienes una idea bastante clara de lo que es un jardín naturalista. Pero vamos a explicarlo con un poco más de detalle.

Son espacios que buscan imitar lo mejor posible a la naturaleza, abrazando totalmente la espontaneidad y permitiendo que la biodiversidad se abra paso en ellos.

Allí no encontramos diseños geométricos ni una búsqueda obsesiva por la simetría. Ocurre más bien todo lo contrario, que se deja que las plantas y los árboles crezcan de forma natural, relacionándose entre sí.

Además, es habitual en el diseño de este tipo de jardines intentar dar la máxima presencia posible a variedades autóctonas. Esto contribuye a su preservación, a la vez que reduce las necesidades de mantenimiento del jardín, porque se trata de especies totalmente adaptadas a ese entorno.

Características de los jardines naturalistas

¿Cómo se caracterizan este tipo de jardines?

Cuando estés ante un jardín de este tipo, lo vas a identificar rápidamente, porque te vas a sentir casi como si estuvieras en un bosque.

Sus señas de identidad más importantes son las siguientes:

Diseño informal

Aunque detrás de estos espacios verdes hay un diseño y una planificación, estos no son tan evidentes, porque las parcelas en las que crecen cada una de las plantas no están tan claramente delimitadas y separadas del resto.

Lo que apreciamos es un diseño menos estructurado y mucho más libre que en otros tipos de jardines. Porque aquí lo importante es imitar la apariencia de la naturaleza, permitiendo que las plantas crezcan con mayor libertad y de forma más natural.

Aspecto orgánico

A pesar de que se busca conseguir un buen resultado estético, lo importante en el diseño de estos jardines es que la apariencia sea más orgánica y menos planificada que en jardines de otro tipo.

Plantación libre

En los jardines naturalistas no se sigue un patrón rígido de plantación. Se mezclan especies para crear un ambiente más diverso y natural.

Como decíamos antes, se permite que las plantas crezcan más a su aire, sin limitarlas a un determinado espacio, ni podarlas de forma constante para que no pierdan una determinada forma.

Uso de plantas nativas en los jardines naturalistas

Otro de los signos de identidad de estos espacios es que se da prioridad a las plantas autóctonas de la región. Esto fomenta la biodiversidad local, y da como resultado un jardín que consume menos recursos y no necesita tanto mantenimiento.

Topografía variada

En estos jardines se suele prescindir de elementos que atraen el interés visual como fuentes o esculturas, algo que era muy común en los jardines de corte más clásico. Sin embargo, se rompe la monotonía de las plantas creando elementos topográficos como pequeñas colinas, arroyos o caminos sinuosos.

Se consigue así que el visitante que entra en un jardín de este tipo acabe teniendo la sensación de que está caminando en mitad de un espacio ubicado en plena naturaleza.

Atracción de la vida silvestre

Para preservar la biodiversidad, el diseño de este tipo de jardines tiene en cuenta la atracción de los polinizadores y de otros animales que tengan su hogar en las plantas y árboles autóctonos, como las ardillas o los erizos.

Cambios estacionales

Las plantas que componen los jardines naturalistas son seleccionadas para garantizar que estos espacios van a mantener su atractivo visual a lo largo de todo el año. Pasando de la floración de los meses de primavera y verano al cambio de color de las hojas de los árboles durante el otoño.

En todo caso, lo que se busca a la hora de diseñar estos espacios es poner en valor la estética silvestre, creando una apariencia que resulte lo más natural posible. Así, el jardín es capaz de proporcionar una experiencia sensorial completa a quienes lo visitan.

¿Qué te parecen los jardines naturalistas, ya los conocías? Sin duda, son lugares en los que apetece perderse durante unos minutos para desconectar del estrés del día a día.


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