El manganeso es considerado por muchos científicos y expertos de la ciencia como uno de los minerales que más vida les otorga a las plantas. Este pertenece a la familia de los oligoelementos, los cuales les permiten a estos seres vivos, en este caso plantas, cumplir todas sus funciones y de la mejor manera
Se ha comprobado también y quizá lo habréis leído en cualquier libro de ciencia de secundaria, que durante el famoso proceso de la fotosíntesis, el manganeso cumple un papel importante. La razón principal, es que este elemento se junta con el agua para acelerar el proceso de fotolisis, de modo que, mientras más manganeso pueda absorber la planta, menor será el proceso de la fotosíntesis.
¿Cómo saber si una planta tiene o no tiene suficiente manganeso?
Muchos estudios y experimentos han concluido que las principales características de una planta que no absorbe bien el manganeso, es porque no cuentan con suficiente nutrientes en el suelo donde habita o cualquiera sea la razón, son las siguientes:
Hojas oscuras, curvas y poco fuertes
Este fenómeno lo vas a notar con mucha facilidad si un día sales al patio y consigues una planta con colores no habituales, es decir, tonalidades amarillas, marrones, verdes muy pálidos y e inclusive, negras.
Por otro lado, vas a notar que la hoja no tiene esa solidez que comúnmente vas a ver en cualquiera de ellas, la razón es que, el manganeso actúa como un sostén de rigidez para que las hojas mantengan esa fuerte posición y no se curven o doblen
La planta se quema con facilidad y se encoje
Nuevamente, el manganeso cumple su papel más importante cuando hablamos de protección. Cuando notes que tu planta tiene manchas, no en tonalidades cercanas al verde ni al blanco, sino rojas y hasta amarillas fuertes, es síntoma de que el manganeso no se encuentra en suficientes cantidades para realizar la clorosis.
Este fenómeno le va a permitir a la planta regenerar sus pigmentos que le dan su color característico, pero si no es así, no falta mucho para que veas a tu planta de tomates seca y sin color
El azúcar
Este es el combustible por excelencia de las plantas. Es un hecho, las plantas también lo consumen y es tan necesaria para ellas como para nosotros es respirar o tomar una ducha. Si relacionamos al azúcar con el manganeso, estamos en el mejor plano, puesto que es este mineral quien se va a encargar de regular el flujo, absorción y distribución del azúcar.
Y finalmente, debes preocuparte cuando veas que tu planta no crece y más bien se ve más pequeña, porque muy probablemente, no esté procesando correctamente el preciado mineral.
El Manganeso sostiene tu planta: endurece y estira la raíz
Este punto se discute de manera individual, puesto que la raíz representa el principal componente de crecimiento de una planta, desde la absorción de nutrientes y crecimiento, a ser la principal estructura que la mantiene en su lugar hasta que ya cumpla su ciclo de vida
El manganeso, como cualquier otro mineral, se encuentra abundantemente en la tierra. Si bien y en muchos países las condiciones climatológicas son muy diferentes, razón por la que veremos más biodiversidad en lugares distintos, siempre existe así sea la cantidad necesaria para que la planta se mantenga vida y se le pueda sacar provecho
De tal manera que si hablamos de su función relaciona a la raíz, conoceremos en efecto que si este primer elemento de la planta es quien lo recibe, sea este quien le saque la mejor partida a todos los beneficios que trae. Es un mineral potente que repele patógenos y cualquier otro elemento cuya función no sea precisamente para beneficiar a la planta, y además, crea pequeñas capas protectoras que le dan facilidad a la raíz para crecer y estirarse de la mejor manera posible
En conclusión, ¿qué sería de las plantas sin tal preciado mineral?