La lavatera es un género de plantas que cada vez más está consiguiendo tener su hueco en el jardín, debido principalmente a la belleza de sus flores silvestres las cuales pueden ser rosas, blancas o bicolores.
Amantes del sol, son ideales para tener tanto en maceta como en tierra. Sepamos cómo cuidarlas.
Lavatera maritima
Nuestra protagonista es originaria de la región mediterránea, en donde crece asilvestrada en todo tipo de terrenos. No es exigente en cuanto a tipo de suelo, pudiendo desarrollarse sin problemas en aquellos que son pobres. De hecho, en su hábitat natural te la puedes encontrar en terrenos arcillosos con mucha tendencia a compactarse.
Dependiendo de la especie y de las condiciones de cultivo crecerá hasta una altura de 30cm hasta los dos metros, como la Lavatera arborea. Al ser plantas de dimensiones reducidas esta característica la convierte en una excepcional candidata para tener en el balcón, patio o terraza.
Lavatera »Barnsley»
En el jardín quedará espectacular junto con otras plantas de dimensiones similares, como el tomillo, romero o lavanda. Ya sea para crear macizos florales como delimitar caminos, la Lavatera no te defraudará.
Tanto es así que su cultivo y mantenimiento es sencillo, ya que al ser resistente a la sequía, si está plantada en tierra sólo tendrás que regarla una vez por semana o cada quince días. En cambio, en maceta el riego deberá de ser algo más seguido (unas dos-tres veces por semana).
Lavatera thuringiaca
Estas preciosas flores quedarán estupendas en jardines informales, en donde predominen las plantas autóctonas o en donde se quiera tener un jardín diferente, un poco fuera de lo común.
Podrás disfrutar de ella en todos los rincones de clima cálido, con heladas suaves. Al reproducirse fácilmente por semillas, puedes tener tus propias plantas con un muy bajo coste.
¿Te animas a cultivarla?