La presencia del laurel en la comida es algo habitual en las recetas de la dieta mediterránea. La hoja de este árbol es muy apreciada por su capacidad para aportar aroma y sabor a todo tipo de guisos.
Vamos a ver qué usos puede tener y por qué estas hojas son tan apreciadas, así como algunos consejos importantes a la hora de usar este producto en nuestra recetas.
Laurel en la comida: una costumbre con muchos siglos de historia
La utilización de hojas de laurel en diferentes platos se remonta a la antigüedad. Porque esta planta aromática ha tenido siempre mucha importancia tanto por sus propiedades culinarias como por sus posibles beneficios medicinales.
El laurel es un árbol nativo de la región del Mediterráneo. En Grecia y Roma era símbolo de honor y victoria, de ahí que los héroes y los atletas victoriosos fueran recompensados con una corona de laurel.
Pero ya en aquella época se utilizaba también el laurel en la cocina para realzar el sabor de diferentes platos y aromatizarlos. Esta costumbre de utilizar hojas de laurel para cocinar se extendió por el Imperio Romano y se mantuvo en Europa durante la Edad Media.
A nivel médico, el laurel también ha tenido un importante papel en la medicina tradicional. Porque se le han adjudicado propiedades beneficiosas para el sistema digestivo.
Con el paso del tiempo, la presencia del laurel en la comida se ha globalizado y, en la actualidad, es algo habitual en la tradición culinaria de muchos lugares del mundo.
Beneficios de poner laurel en la comida
Hay muchas razones para añadir una o dos hojas de laurel a sopas, guisos y adobos entre otras recetas. Pero hemos recopilado para ti algunos de los beneficios más importantes de usar estas hojas.
Potencia el sabor y el aroma
El laurel cuenta con un aroma muy particular que lo vuelve fácilmente identificable, y es capaz de aportar una gran profundidad de sabor a los platos.
Si lo añades a un guiso, vas a potenciar inmediatamente su sabor y notarás que la cocina huele mucho mejor mientras cocinas.
Propiedades antioxidantes
Los polifenoles presentes en el laurel ayudan a combatir los radicales libres. Estos y otros antioxidantes que forman parte de las hojas de laurel tienen capacidad para proteger las células frente al daño oxidativo.
Por eso, el laurel en la comida puede contribuir a la prevención de enfermedades crónicas y a mejorar el estado de salud en general.
Propiedades antiinflamatorias
A las hojas de laurel se les atribuyen propiedades antiinflamatorias, algo que es especialmente beneficioso para la salud cardiovascular y para mejorar el estado de patologías que cursan con inflamación.
Por eso, es conveniente que este ingrediente esté presente en la elaboración de platos para todo tipo de personas, pero muy especialmente de los adultos mayores y de los enfermos.
Ayuda en la digestión
Los aceites esenciales del laurel tienen propiedades carminativas. Esto significa que ayudan a aliviar los gases y la hinchazón, a la vez que estimulan el sistema digestivo.
Si notas molestias gástricas puedes hacerte una infusión a base de hojas de laurel. Para ello, sigue estos pasos:
- Hierve agua en una tetera o en una olla.
- Coloca una o dos hojas de laurel seco en una taza.
- Vierte el agua caliente en la taza. Cúbrela y deja reposar de cinco a 10 minutos.
- Retira las hojas y consume la infusión cuando esté templada.
Posible efecto antibacteriano y antifúngico
Aunque no hay estudios concluyentes, algunos especialistas afirman que los compuestos presentes en el laurel tienen propiedades antifúngicas y antibacterianas.
Por tanto, el laurel en la comida puede contribuir a cuidar la salud del sistema inmunológico y ayudar a combatir infecciones.
Alivia el estrés y mejora el estado de ánimo
El aroma del laurel tiene una capacidad relajante que es muy apreciada en diferentes culturas. Ya sea a través de la aromaterapia, de los aceites esenciales o de las infusiones, el laurel ayuda a combatir el estrés y mejora el estado de ánimo.
Actúa como conservante
Las hojas secas de laurel se han utilizado tradicionalmente como agente conservante para ciertos alimentos, precisamente por esas propiedades antimicrobianas y antioxidantes a las que hemos hecho referencia antes.
Los aceites esenciales presentes en sus hojas, especialmente en cineol y el eugenol, tienen propiedades que inhiben el crecimiento de ciertos microorganismos y retrasan la oxidación de los alimentos.
Aunque hoy en día se recurre a conservantes industriales más potentes, las hojas de laurel se han llegado a utilizar en la conservación de:
- Encurtidos y conservas.
- Embutidos y carnes curadas.
- Granos y legumbres.
Precauciones con el laurel en la comida
Las hojas de laurel son una gran adición para todo tipo de guisos y sopas. Como hemos visto, no solo aportan aroma y sabor, sino que tienen múltiples efectos beneficiosos para el organismo.
Pero, a la hora de consumir laurel, hay que tener cuidado. Para elaborar recetas e infusiones vamos a utilizar siempre hojas de laurel secas, que puedes encontrar en el supermercado, o puedes secar en casa si tienes un árbol de este tipo en tu jardín.
Porque el laurel fresco tiene un sabor intenso que puede llegar a resultar amargo. Es decir, que puede arruinar nuestros platos.
Por tanto, al usar laurel en la comida, siempre nos aseguraremos de que las hojas estén secas. Pero incluso así, las retiramos antes de servir la comida, porque su textura es dura y su consumo directo no resulta nada apetecible.
¿Cómo secar hojas de laurel en casa?
Si tienes un árbol de laurel y deseas secar sus hojas para añadirlas a tus platos, tienes que seguir estos pasos:
- Recolecta hojas sanas del árbol.
- Lávalas suavemente bajo un chorro de agua fría y sécalas con un papel de cocina o un trapo limpio para eliminar el exceso de agua.
- Recorta los tallos si son demasiado largos y quédate solo con las hojas.
- Coloca las hojas en una bandeja para hornear. Asegurándote de que no se superpongan unas a otras.
- Coloca la bandeja en el horno previamente precalentado. Deja la puerta un poco abierta para que circule el aire y evitar que las hojas se cocinen.
- Permite que se sequen en el horno entre dos y cuatro horas. Hasta que veas que están secas al tacto y crujientes, pero sin haber perdido el color verde.
- Deja que se enfríen antes de manipularlas y almacénalas después en un recipiente hermético que guardarás preservado de la luz directa y de la humedad.
El laurel en la comida tiene múltiples beneficios, así que te animamos a añadirlo a tus platos favoritos y a disfrutar de su sabor, su aroma y todo lo bueno que le aporta a tu organismo.