Mantener bonita la planta de citronela es fácil y muy satisfactorio si le dedicas los cuidados apropiados y entiendes sus necesidades específicas. Esta planta es ideal tanto para jardines como para terrazas, balcones o interiores bien iluminados, aportando belleza, frescura y una protección natural contra los molestos mosquitos. En este artículo aprenderás, de manera detallada y práctica, todo lo que necesitas saber para que tu citronela luzca siempre saludable, vigorosa y exuberante.
Características principales de la citronela

La citronela, científicamente conocida como Cymbopogon nardus, es una planta aromática perenne de la familia de las gramíneas. Originaria de las zonas tropicales del sur de Asia, esta especie se ha adaptado perfectamente a climas cálidos y templados, lo que la convierte en una excelente opción para el cultivo tanto en exterior como en interior. Su aroma cítrico característico proviene de los aceites esenciales que desprenden sus hojas largas, finas y de color verde intenso.
El crecimiento de la citronela puede alcanzar el metro y medio de altura si dispone del espacio y los cuidados adecuados. Existen más de 50 especies de citronela, aunque las más populares para usos domésticos son Cymbopogon nardus y Cymbopogon citratus (esta última comúnmente conocida como hierba limón o lemongrass). Otras variedades como Cymbopogon flexuosus, Cymbopogon ambiguus (citronela australiana) o Cymbopogon martini (palmarosa) aportan matices de aroma y resistencia a diferentes condiciones climáticas.
Su crecimiento es vigoroso, desarrollándose en forma de matas densas y abiertas, lo que permite tanto el cultivo en parterre como en maceta. La citronela posee además propiedades ornamentales apreciadas por su aspecto exótico y su capacidad de adaptarse a espacios decorativos, aportando un toque verde y elegante.
Además de la citronela auténtica, es frecuente encontrar el denominado geranio citronela, una variedad de pelargonio con aroma cítrico que también es muy utilizado para repeler mosquitos y que florece desde el final del invierno hasta el verano.
Condiciones óptimas de luz y temperatura para la citronela

La citronela es una planta amante del sol. Para que crezca fuerte y frondosa, lo más recomendable es situarla en un lugar donde reciba luz solar directa durante al menos seis horas al día. En climas muy cálidos, conviene proporcionarle algo de sombra durante las horas más intensas de sol para evitar quemaduras en las hojas.
Si la tienes en interior, coloca la maceta cerca de una ventana amplia que reciba abundante luz natural. Si notas que la planta crece lacia o con menor vigor, es señal de que necesita más luz, por lo que cambiarla de ubicación puede solucionar este problema.
En cuanto a la temperatura, la citronela tolera ambientes cálidos y templados, pero es especialmente sensible al frío y a las heladas. Si las temperaturas bajan de los 5 ºC, lo mejor es resguardarla en el interior, especialmente si la tienes en maceta. En regiones con inviernos suaves, se puede mantener al aire libre durante todo el año, pero es recomendable cubrirla o trasladarla al interior si se anticipan noches frías.
Recuerda que la citronela también requiere buena ventilación. Evita colocar la planta en lugares cerrados o donde el aire esté demasiado húmedo y estancado, ya que esto favorece la aparición de hongos y enfermedades.
Riego y sustrato ideal para mantener bonita la citronela

El riego es un aspecto fundamental en el cuidado de la citronela. La citronela necesita humedad constante pero no soporta el encharcamiento, por lo que es esencial utilizar un sustrato que ofrezca un drenaje óptimo. Para ampliar información sobre diferentes tipos de citronela y sus cuidados específicos, te recomendamos consultarlo.
- Riego: Durante las épocas cálidas, es recomendable regar la planta dos o tres veces por semana, asegurándote de que la capa superior del sustrato se seque ligeramente entre riegos. En invierno o en climas frescos, reduce la frecuencia a una vez por semana, siempre comprobando que el sustrato no permanezca húmedo en exceso.
- Sustrato: La citronela prefiere una tierra fértil, ligera y bien aireada. Puedes mezclar tierra universal con fibra de coco, turba, perlita y humus de lombriz para mejorar el drenaje y aportar nutrientes. Un exceso de compactación dificultará el crecimiento y puede favorecer la aparición de hongos.
- Macetas y drenaje: Si cultivas la citronela en maceta, elige recipientes de barro o arcilla preferiblemente, ya que favorecen la transpiración y el drenaje. Asegúrate de que tienen orificios de drenaje en la base. Una capa de grava en el fondo ayudará a prevenir el encharcamiento.
Es importante destacar que, aunque la citronela soporta periodos cortos de sequía, un sustrato constantemente seco puede provocar el deterioro de la planta. Por ello, adapta la frecuencia de riego según la época del año y las condiciones ambientales.
Fertilización y abonado de la citronela

Para potenciar el crecimiento y el aspecto saludable de la citronela, es recomendable una fertilización regular durante las estaciones de crecimiento (primavera y verano). Utiliza abonos orgánicos ricos en nitrógeno, como el compost o el estiércol bien descompuesto, cada cuatro a seis semanas. También puedes complementar con fertilizantes líquidos de origen orgánico específicos para plantas aromáticas.
No es necesario abonar excesivamente; el exceso de fertilizante puede resultar dañino y provocar quemaduras en las raíces. Durante el otoño y el invierno, reduce al mínimo el aporte de nutrientes, ya que la planta entra en periodo de reposo vegetativo.
Poda, multiplicación y control de crecimiento

La poda en la citronela no es estrictamente necesaria, pero es muy recomendable para estimular un crecimiento más denso y frondoso, así como para eliminar hojas y tallos secos o dañados. Realízala de la siguiente manera:
- Poda regular: Recorta las hojas amarillentas, flores marchitas y tallos débiles para fomentar la aparición de nuevos brotes y mantener la planta con buena forma.
- Poda de renovación: Puede realizarse a mediados o finales del verano, recortando hasta la mitad los tallos más viejos para revitalizar la planta y evitar que se vuelva desgarbada.
La citronela se puede multiplicar fácilmente mediante división de matas. Esto consiste en separar cuidadosamente las raíces y replantarlas en nuevas macetas o ubicaciones del jardín. También puedes emplear esquejes de tallos tiernos: corta fragmentos de tallo, retira las hojas inferiores y plántalos en sustrato húmedo para que desarrollen raíces en unas semanas.
Protección invernal y control de plagas

La citronela es muy sensible a las heladas, por lo que si vives en una zona fría, deberás protegerla en los meses más fríos del año. Trasládala al interior si está en maceta, o cúbrela con un plástico especial o manta térmica si está plantada en el suelo del exterior. Al elegir el lugar en el interior, procura que reciba luz solar directa y que esté alejada de fuentes de calor que puedan secar el ambiente.
En cuanto a plagas, aunque la citronela destaca por su efecto repelente sobre los insectos, puede verse afectada ocasionalmente por pulgones, cochinillas, hongos o ácaros. Inspecciona regularmente la planta, especialmente en primavera y verano. Si detectas signos de plaga, utiliza insecticidas ecológicos como el jabón potásico o aceite de neem para tratar la planta sin dañar el medio ambiente.
Además, es recomendable mantener el área libre de malas hierbas y restos vegetales que puedan atraer plagas o enfermedades, y airear el sustrato periódicamente para evitar la compactación.
Trasplante y aireación del sustrato
Si tu citronela crece en maceta y observas que las raíces empiezan a asomar por los orificios de drenaje o el desarrollo se ralentiza, trasplántala a una maceta ligeramente mayor. Hazlo preferentemente al inicio de la primavera, renovando parte del sustrato y evitando dañar las raíces durante la operación.
La aireación del sustrato es fundamental para mantener las raíces saludables y prevenir enfermedades. Remueve suavemente la tierra superficial periódicamente para mejorar la oxigenación y la absorción de agua y nutrientes.
Control de maleza y compatibilidad con mascotas
Mantén el entorno libre de maleza y otras plantas competidoras para evitar la competencia por agua y nutrientes. La citronela prospera cuando no tiene que disputarse el espacio, especialmente en jardín o maceta grupal.
Un aspecto importante a tener en cuenta es que la citronela puede resultar tóxica para perros y gatos si la llegan a ingerir. El simple roce puede llegar a provocar dermatitis o molestias digestivas en mascotas sensibles, por lo que se recomienda colocar la planta fuera de su alcance.
Beneficios de tener citronela en casa o jardín

- Repelente natural de insectos: Gracias a su intenso aroma cítrico, la citronela resulta muy eficaz para repeler mosquitos y otros insectos voladores. Puedes colocarla cerca de ventanas, puertas o zonas de estar en jardines y terrazas para minimizar la presencia de estos molestos visitantes.
- Aroma refrescante y ambientador natural: Al mover suavemente sus hojas, la citronela libera un olor refrescante, ideal para ambientar espacios de manera natural. Resulta perfecto para crear ambientes relajantes y contribuir a reducir el estrés.
- Propiedades medicinales: La citronela ha sido utilizada tradicionalmente en la medicina asiática para aliviar molestias digestivas y tratar la piel. Su aceite esencial, rico en citronelal y geraniol, alivia las molestias de las picaduras y es apreciado en aromaterapia, cosmética y perfumería.
- Compatible con otras plantas: Al actuar como barrera protectora, la citronela ayuda a prevenir plagas en las plantas vecinas, convirtiéndose en un excelente aliado para huertos y jardines ornamentales.
- Usos en gastronomía: Algunas variedades de citronela como el lemongrass (Cymbopogon citratus) son comestibles y se utilizan para aromatizar platos, infusiones o postres, aportando un toque cítrico y fresco muy valorado en la cocina internacional.
- Facilidad de cultivo: Es una planta resistente, de bajo mantenimiento y muy agradecida, por lo que es perfecta para quienes buscan iniciarse en la jardinería.
Cómo utilizar y aprovechar la citronela
Además de disfrutarla en el jardín, la citronela puede utilizarse de varias formas:
- Ambientador natural: Coloca ramas frescas en jarrones o cuencos para perfumar estancias.
- Infusiones: Utiliza sus hojas en pequeñas cantidades para infusiones digestivas y refrescantes (solo en variedades comestibles).
- Repelente natural: Frota ligeramente las hojas en la piel (tras comprobar tolerancia) para repeler mosquitos en zonas exteriores.
- Extracción de aceite esencial: Mediante destilación, se puede obtener un aceite muy utilizado en aromaterapia y cosmética.
Con estos cuidados y consejos, tu planta de citronela aportará salud, frescura y belleza a cualquier espacio, ayudando a mantener tu hogar y tu jardín libres de mosquitos y siempre perfumados con su característico aroma cítrico. La citronela es mucho más que una planta ornamental: es una solución natural, eficaz y sostenible que embellece y protege el entorno donde se cultiva.