Una monstera frondosa y bonita puede convertirse en la gran protagonista de la decoración de una casa, e incluso de una oficina o un establecimiento abierto al público. Porque se trata de una planta capaz de alcanzar un gran tamaño, con hojas que tienen una forma muy particular, grandes, y de un vistoso color verde.
Estamos ante una variedad que no pasa desapercibida, pero que llamará todavía más la atención si recibe los cuidados adecuados, porque así conseguiremos que luzca en todo su esplendor. ¿No sabes cómo conseguir que tu monstera esté preciosa? No te preocupes, lo vas a lograr con los trucos de cuidado que vamos a ver a continuación.
La luz necesaria para conseguir una monstera frondosa y bonita
También conocida como costilla o costillas de Adán, esta es una planta de interior que resulta muy fácil de cuidar. Uno de los primeros aspectos que debes tener en cuenta es la cantidad de luz que recibe, porque esto puede influir mucho en su crecimiento y en su frondosidad.
La monstera, como muchas de las plantas que tenemos dentro de casa, ama la luz natural, pero no le gusta recibirla de manera directa. Es decir, que no deberías colocar la maceta justo en frente de una ventana que reciba muchas horas de sol a lo largo del día, porque las hojas podrían llegar a quemarse.
Lo ideal es que la planta esté cerca (pero no justo delante) de una ventana que esté orientada hacia el este o el oeste. Así garantizamos que la monstera recibirá un buen número de horas de luz natural cada día, pero que el sol no llegará a afectarle negativamente.
El riego de la monstera
Una monstera frondosa y bonita pasa por un riego adecuado, y este es uno de los cuidados a los que más cuesta «cogerle el punto» cuando hablamos de plantas de interior.
Con frecuencia, cometemos el error de regarlas todas siempre el mismo día. De manera que todas ellas reciben la misma cantidad de agua y con la misma periodicidad, sin caer en la cuenta de que esto no es adecuado, porque cada planta tiene necesidades diferentes.
En el caso de la costilla de Adán, la clave para conseguir que crezca y se desarrolle bien está en aplicar un riego moderado. El sustrato debería secarse ligeramente entre un riego y otro.
Para saber con qué frecuencia regar tu planta, introduce un dedo en la tierra. Si sale seco, es hora de aportarle agua. En cuanto hayas realizado esta operación durante dos o tres semanas, sabrás cuál es la periodicidad perfecta para regar. Puedes empezar aportando agua a la monstera una vez cada siete días y, a partir de ahí, evalúa sus necesidades.
El punto adecuado de humedad
Estamos hablando de una planta que es originaria de regiones tropicales, por lo que la humedad es algo esencial para ella. Por suerte, es fácil crear un entorno favorable. Puedes lograrlo aplicando un poco de agua a sus hojas con un rociador una o dos veces por semana.
También puedes instalar un humidificador en la habitación en la que esté la planta o, todavía más fácil, colocar un cuenco con agua cerca de la maceta. A medida que el agua del cuenco se vaya evaporando, las hojas de la monstera irán absorbiendo esa humedad.
Elegir bien el sustrato
Puedes elaborar tu propio sustrato o comprarlo ya hecho. En cualquier caso, para lograr una monstera frondosa y bonita, apuesta siempre por la calidad y por un producto que tenga una buena capacidad de retención de la humedad y un buen drenaje.
Asegúrate también de que la maceta drena adecuadamente el agua excedente del riego, y procura cambiar el sustrato cada dos años. Con esto consigues que las raíces tengan a su disposición todos los nutrientes que necesitan para que la planta crezca fuerte y sana.
Fertilización de la costilla de Adán
La monstera crece durante todo el año, aunque durante el otoño y el invierno ese crecimiento es menos apreciable porque es más lento. Para darle un impulso, aplica un fertilizante adecuado durante los meses de primavera y verano, siguiendo siempre las instrucciones del fabricante para no causar daños a la planta.
En otoño e invierno también puedes fertilizar, pero puedes reducir a la mitad la frecuencia con la que lo haces. Como el crecimiento de la planta no es tan rápido en esta época del año, no necesita que le aportes más nutrientes.
Tutorización de la monstera
Si sigues los consejos que estamos viendo, tu planta crecerá rápidamente. Esta es una variedad que tiene tallos que pueden llegar a ser muy largos y, además, resultan bastante pesados, de ahí la necesidad de contar con un tutor o un apoyo que evite que las ramas se puedan romper.
A medida que vayan creciendo, ata los tallos a un tutor, asegurándote de que quedan bien sujetos pero no sufren ningún daño. Un alambre fino de acero galvanizado o las bridas de plástico pueden ser una buena solución en estos casos.
Si tutorizas bien la monstera, no solo crecerá más rápido, sino que lo hará con una forma mucho más bonita.
Poda para una monstera frondosa y bonita
No le tengas miedo a recortar tu planta, pero hazlo siempre de una manera selectiva. Eliminando las hojas que estén marchitas o tengan algún tipo de daño. De esta forma, evitas que la planta destine energía a seguir manteniendo hojas que ya no sirven para nada, y permites que pueda centrarse en crecer.
La monstera puede llegar a crecer bastante, y no queremos que presente un aspecto «asalvajado», por lo que debemos afrontar periódicamente una poda para dar forma. Lo más recomendable es hacerla a principios de primavera, antes de que comience la etapa de crecimiento activo.
Con estos sencillos cuidados obtendrás una monstera frondosa y bonita que no podrá pasar desapercibida. Como has visto, no es una planta muy exigente, si cubres bien sus necesidades básicas de riego y luz, ella te recompensará con una belleza sin igual. ¿Tienes una monstera en casa? Nos gustaría conocer tu experiencia con ella, puedes contárnosla a través de los comentarios.