Papaver argemone mexicana

papaver argemone mexicana

A pesar de su aspecto un tanto tosco y silvestre, la papaver argemone mexicana es una planta que llama la atención por sus bonitas flores. También es conocida como cardo santo, y recibe otros sobrenombres como chicalote, amapola mexicana o amapola amarilla mexicana.

México es el lugar de origen de muchos chicalotes, la mayoría de ellos malezas, y esta variedad es una de las más exitosas. Debido a su gran capacidad para extenderse, en muchos casos se la llega a considerar molesta.

Origen y hábitat del papaver argemone mexicana

Origen y hábitat del papaver argemone mexicana

El cardo santo se considera nativo del Caribe, incluyendo las regiones de América Central y las penínsulas de Yucatán y Florida. En el caso de México, su presencia es habitual en prácticamente todos los Estados, donde suele crecer de forma silvestre en las orillas de los caminos, entre cultivos, y también en los jardines.

Es una planta que prefiere los climas cálidos, pero que tiene una buena capacidad de adaptación, por lo que se ha ido expandiendo por todo el mundo. Si puede encontrar suelos secos y bien drenados, ahí se establecerá.

¿Cómo es la papaver argemone mexicana?

¿Cómo es la papaver argemone mexicana?

Esta especie pertenece a la familia Papaveraceae, dentro de la que se incluye la popular amapola. Es una variedad herbácea espinosa, con unas vistosas flores de color amarillo que puede ir desde tonos más pálidos hasta los más brillantes.

Se la considera vegetación arvense, porque crece de forma silvestre asociada a los cultivos, pero también como planta ruderal, al ocupar hábitats perturbados por la acción humana. De ahí que suela crecer en las orillas de las carreteras.

Como chicalote que es, esta variedad potencia la actividad de los insectos polinizadores, y esto favorece su propagación, ya que cada planta puede producir unas 400 semillas. Semillas que, además, pueden permanecer latentes durante varios años.

Para saber si estamos ante una argemone mexicana u otra variedad de chicalote, basta prestar atención a estos elementos:

  • Tallo. Esta variedad tiene tallos erectos y delgados que pueden crecer entre 30 y 60 centímetros. Generalmente son lisos y muestran un color verde claro.
  • Hojas. Tiene hojas alternas divididas en segmentos lobulados o pinnados, y sus bordes pueden ser ligeramente dentados. Aunque no llegan a ser espinas, estos bordes pueden ser punzantes. El color de las hojas puede variar en función de las condiciones a las que esté expuesta la planta, pasando del verde claro a un verde más azulado.
  • Flores. Las flores son lo más vistoso de la papaver argemone mexicana. Se componen de tres sépalos con cuernos elongados y una corola doble. Son grandes, miden entre cinco y ocho centímetros, y resultan muy vistosas por su color amarillo, con un centro de anteras de color oscuro. Son flores solitarias que aparecen en la parte superior de los tallos.
  • Frutos y semillas. El cardo santo florece entre primavera y verano y, después de la floración, produce unas cápsulas de semillas de forma ovalada. Dentro de ellas hay cientos de semillas diminutas de color oscuro.

Usos de la papaver argemone mexicana

Esta planta tiene algunos usos significativos en su lugar de origen. Entre ellos podemos destacar:

Medicina tradicional

Esta planta ha sido utilizada tradicionalmente por las culturas indígenas como una planta medicinal. Empleada para tratar diferentes tipos de dolencias como problemas respiratorios, dolores de cabeza y trastornos del sistema nervioso.

No obstante, este tipo de usos no están respaldados por una evidencia científica sólida sobre su eficacia, por lo que se recomienda la moderación a la hora de usar esta planta con fines medicinales.

Jardinería ornamental

A pesar de ser considerada maleza, esta variedad también tiene un importante valor como planta ornamental. Ya que consigue agregar color e interés visual a los jardines de estilo cottage, a las borduras de flores y a los paisajes de tipo silvestre.

Atracción de polinizadores

Sus llamativas flores resultan irresistibles para los polinizadores. Durante la época de floración, es habitual ver alrededor de la papaver argemone mexicana a mariposas y abejas, lo que contribuye a promover la biodiversidad.

La argemone mexicana es una planta tóxica

Algo que es importante tener claro es que estamos ante una planta que contiene alcaloides y otros compuestos químicos que pueden llegar a ser tóxicos si se ingieren en grandes cantidades. No obstante, esta variedad no es tan tóxica como otras especies de amapolas.

Los compuestos alcaloides que están presentes en esta planta, pueden provocar náuseas, vómitos, mareos, somnolencia y, en los casos más graves, convulsiones y problemas respiratorios.

Por eso, se recomienda manipularla siempre con cuidado y evitar su ingestión. De ahí que los especialistas hayan emitido mensajes de advertencia con respecto a su uso con fines medicinales.

Precisamente por ser rica en compuestos alcaloides como la protopina y la criptopina, la papaver argemone mexicana ha sido objeto de estudio en el campo de la investigación científica. A fin de saber más sobre ella para poder utilizarla en la elaboración de compuestos bioactivos con aplicaciones farmacológicas. Pero todavía son necesarios más estudios para poder determinar si conviene o no utilizarla en el campo de la medicina moderna.

¿Es una planta invasora?

Esta variedad no está clasificada como planta invasora en la misma medida en que lo están otras especies de amapolas, pero puede llegar a comportarse como maleza en ciertas áreas. Esto se debe a que tiene la capacidad de dispersar rápidamente sus semillas y colonizar áreas abiertas.

De ahí que en su lugar de origen sea común verla en ambientes agrícolas, terrenos baldíos y áreas en las que puede competir con otras especies nativas por recursos como la luz, el agua y los nutrientes del suelo. Por eso, cuando aparece en los campos de cultivo, lo habitual es que se intente eliminar a toda costa su presencia.

En regiones donde la papaver argemone mexicana no es nativa, sí se la puede considerar como una planta invasora, porque puede suponer una dura competencia para la vegetación autóctona y reducir su crecimiento.

Lo que se recomienda es monitorear y controlar la propagación de esta variedad en aquellas áreas en las que pueda llegar a convertirse en una amenaza para la biodiversidad y los ecosistemas naturales. Fuera de ahí, lo ideal es que crezca de forma silvestre.

¿Qué te parece la papaver argemone mexicana, conocías esta curiosa planta?


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