Con la llegada del frío tenemos que tomar medidas de protección si cultivamos plantas tropicales si vivimos en zonas donde la temperatura baja demasiado. Una de esas cosas que podemos hacer es un refugio para ellas utilizando plástico de invernadero.
Este es un material que, aunque es muy similar al que se usa para fabricar bolsas y envases, en realidad es mucho más resistente. Es más, al tocarlo se nota al instante que es algo más grueso y duro. Sabemos que su función es proteger, pero ¿cuáles son sus características?
¿Qué tipos de plásticos de invernadero hay?
Lo sé: ¡todos parecen iguales! Pero cuando nos ponemos a investigar averiguamos que hay de distintos tipos:
- Polietileno (PE): es el más común, puesto que es el más económico. Dependiendo de las condiciones de temperatura, presión y/o catalizador, podemos tener:
- PEBD: de baja densidad. Es el que se utiliza para las cubiertas del invernadero.
- PELBD: es de baja densidad también, pero algo más alta que el anterior. Se utiliza para acolchados y túneles pequeños.
- PEAD: es de alta densidad. Se utiliza sobretodo en riegos y drenajes.
- Copolímero etileno vinilacetato (EVA): es más resistente que el PVC. Se utiliza en pantallas térmicas, cubiertas y en la protección de túneles bajos.
- Policloruro de vinilo (PVC): es un plástico muy duro, pero le afecta el polvo y el frío.
- Policarbonato (PC): se utiliza en cerramientos del invernadero.
¿Cuál es el mejor plástico de invernadero?
Depende mucho de dónde lo quieras utilizar. Por ejemplo, si lo que necesitas es un plástico para hacer un invernadero pequeño, casero, y quieres que te dure unas cuantas temporadas, yo te recomiendo elegir el PEAD o el EVA incluso; pero si vas a hacer uno más bien grande el PC te irá genial para los cerramientos (laterales y frontales) y el PEBD para las cubiertas.
¿Cómo elegir el plástico de invernadero adecuado?
Como hemos visto hay de distintos tipos y es fácil elegir uno que luego no nos termina de convencer. Para evitar que esto ocurra, debemos tener en cuenta lo siguiente:
- Duración: es importante que hayan recibido tratamiento contra los rayos ultravioleta (UV), pues de lo contrario no nos van a durar más que una temporada (y puede que menos si estamos en el mediterráneo o en otra zona donde hay una fuerte insolación).
- Difusión lumínica: es esencial que dejen pasar la luz para que las plantas puedan seguir realizando la fotosíntesis y, por lo tanto, seguir vivas.
- Termicidad: esto permite que la temperatura del interior del invernadero sea algo más alta que la del exterior.
- Propiedad anticondensación: las gotas de agua que se condensan en la cara interna, se unen y forman una capa que se desliza por el plástico hacia el suelo, sin caer sobre las plantas.
- Transmisión difusa de la luz: los plásticos blanquecinos hacen que la luz entre de manera difusa, evitando así que las plantas se quemen.
Son especialmente interesantes en zonas con una gran insolación. - Resistencia al azufre: el azufre es un fungicida muy eficaz para evitar la aparición de hongos, pero puede dañar el plástico de invernadero si este no ha recibido el tratamiento adecuado. Por eso, si vamos a tratar las plantas con este producto tenemos que elegir un plástico resistente.
¿Cuál es el precio y dónde comprar?
De nuevo, depende 🙂 . Pero para que te hagas una idea, el precio por metro suele rondar entre los 0,50 y los 2 euros. Los puedes comprar en viveros, tiendas y centros de jardinería, y también aquí.
Espero que te haya sido de utilidad.