La alocasia es una planta bastante fácil de cuidar; sin embargo, a veces podemos encontrarnos con la situación de que sus hojas, antes sanas y de un bonito color verde, ahora se ven amarillas. ¿Por qué?
Cuando una planta empieza a tener las hojas de ese color, tenemos que tener paciencia, ya que existen varias causas por las que puede tenerlas así, y no siempre se encontrará la solución rápido. Así pues, vamos a ver por qué la alocasia tiene las hojas amarillas y cómo salvarla.
Se ha regado en exceso
Cuesta creer que una planta que se suele tener en suelos húmedos e incluso cerca de estanques, lo pase mal cuando se riega en exceso, ¿verdad? Pues sí, puede ocurrir, porque la alocasia no es una planta acuática, por lo que sus raíces no están preparadas para vivir sumergidas en agua de forma permanente.
Así que sí, tenemos que mantenerle la tierra húmeda, pero lo que no tenemos que hacer nunca es regar tanto que siempre vemos la tierra encharcada. En este sentido, tampoco debemos de plantarla en una maceta sin agujeros, ni ponerle un plato debajo salvo que nos acordemos siempre, repito, siempre, de escurrirlo.
Pero, ¿cómo podemos saber que la alocasia se está ahogando? Sí, tendrá las hojas amarillas, pero, ¿cuáles? Las inferiores, es decir, las más viejas. Pero además de eso, también podemos encontrarnos con algún tallo muy blando, como si estuviese podrido. En casos muy graves, esos tallos se pueden quitar con facilidad.
¿Cómo salvarla? Para tener alguna posibilidad, tenemos que »atacar» varios frentes:
- Por un lado, lo que más urge es conseguir que la tierra se seque, así que si está en maceta, la sacaremos y envolveremos el pan de tierra con papel absorbente y la dejaremos en un lugar seco y protegido una noche. Al día siguiente, la plantaremos en una maceta con agujeros limpia y tierra nueva. Si está plantada en el jardín, podremos optar por sacarla y dejarla en una zona protegida para que la tierra se seque (esto sería lo más recomendable), o bien airear la tierra con la ayuda de un aireador de jardín como este.
- Otra cosa que hay que hacer es aplicarle un fungicida polivalente como este de No products found.. No podemos saber qué hongos le pueden afectar, pero sí podemos dar por hecho que, si tiene mala suerte y alguna espora cae en la tierra, hará lo posible por dañarla. Así que este producto será útil para evitar, o como mínimo, reducir el riesgo de que eso pase. Se lo aplicaremos en hojas y también en la tierra una vez por semana hasta que veamos que mejora (es decir, hasta que saque hojas nuevas). Eso sí, el tratamiento se hará siempre al atardecer, en un momento en el que el Sol ya esté bajo, de lo contrario, se quemará.
- Y por último, hay que espaciar los riegos. La alocasia necesita riegos frecuentes, sí, pero no diarios. Es preferible dejar que la tierra se tome su tiempo para secarse un poco antes que mantenerla siempre húmeda. Por ello, hay que regar unas 3-4 por semana durante el verano, y unas 2 por semana el resto del año.
Necesita agua urgente
La falta de agua es un problema bastante serio para la alocasia. Cuando tiene sed, las hojas enseguida empiezan a ponerse amarillas, empezando por las más nuevas y después por las demás. Pero antes, veremos otro síntoma: los tallos se debilitan y parece que »caen».
Si esta situación se mantiene durante mucho tiempo, su debilidad atraerá a insectos como las cochinillas, las cuales se alimentarán de la savia, debilitándola aún más. Y, también, la tierra se puede ver muy seca, incluso agrietada.
Por fortuna, la solución es muy sencilla: solo hay que regar. Hay que echarle agua, a la tierra, hasta que veamos que está húmeda; es decir, hasta que salga por los agujeros de drenaje de la maceta en caso de estar en una, o hasta que el suelo se vea muy húmedo. Asimismo, tendremos que regar más seguido.
Se está quemando
La alocasia es una planta que crece en lugares donde hay mucha, mucha claridad, pero el sol directo o los rayos solares que entran en casa a través de la ventana pueden quemar sus hojas. Este problema, aunque puede ser llamativo, se identifica rápido y se soluciona también en cuestión de pocos minutos.
Y es que sospecharemos que se está quemando si vemos que aparecen manchas solo en algunas hojas, las que están más expuestas a la luz del sol, o a su reflejo si la tenemos junto a una ventana. Estas manchas serán amarillas, pero pronto se pondrán marrones, como si estuviesen secas.
La solución, como digo, es simple: cambiarla de sitio llevándola a una zona protegida de la luz directa. Las hojas que estén amarillas no se recuperarán, pero no tenemos que cortarlas hasta que no se sequen del todo, ya que aunque solo conserven una pequeña área verde, le servirá para reunir fuerzas y producir hojas nuevas.
Esperamos que tu alocasia se recupere y empiece a sacar pronto hojas sanas.