¿Qué significan los puntos amarillos en las hojas?

Los insectos pueden amarillear las hojas

Hay algunas plagas que pueden hacer que las hojas acaben con puntos amarillos.

El color de las hojas es una de las características que más nos suele llamar la atención, ya que el verde nos suele transmitir mucha paz y calma, como si tuviera la capacidad de trasladarnos a un bosque o a un prado por ejemplo. Cuando son de otros colores, como sucede con infinidad de cultivares, como la Colocasia ‘Black Magic’, que tiene un follaje de un lila oscuro precioso, enseguida podemos desear adquirirlas para romper un poco con la monotonía cromática que tenemos en el jardín o en el patio. Pero, ¿qué ocurre si vemos que tienen puntos amarillos en las hojas?

Bueno, este a menudo es el síntoma de un problema que puede ser serio, especialmente si lo ha causado alguna plaga. Pero no siempre será así. Por eso, lo primero que tenemos que hacer es identificar la causa, y a partir de ahí tomar la mejor decisión para que nuestra planta esté, o se mantenga, preciosa.

Así pues, ¿cuáles son las causas y qué tenemos que hacer? Dado que hay varias, para facilitar la lectura del artículo vamos a hablar de ellas por separado:

Envejecimiento natural (no precipitado) de las hojas

Los puntos amarillos en las hojas pueden ser normales

Esta es la causa que menos nos ha de preocupar. Las hojas, como organismos vivos que son, tienen una esperanza de vida limitada. Por eso, no hay que pensar que porque una planta sea de hoja perenne, no va a dejar caer algunas… porque esto no funciona así.

Dependiendo del tipo de planta, del clima y de la evolución que haya tenido, existen especies que las renuevan todos los años, ya sea poco a poco a lo largo de los meses -como todas las de hoja perenne-, o bien lo hacen por partes: quedándose sin hojas en verano o invierno y renovando su copa cuando las condiciones mejoran -como las de hoja caduca-; e incluso hay otras que las van renovando también de forma lenta pero en vez de hacerlo en un mismo año, pueden hacerlo al cabo de 3, 5 o más años -como muchas especies de hoja perenne que viven en clima frío, como el Pinus longaeva-.

Por eso, si no hay más síntoma que los puntos amarillos, no debemos de preocuparnos siempre y cuando esté perdiendo sus hojas en la época adecuada para ella. Esto es importante recordar, pues si lo hace en primavera por ejemplo pero debe de hacerlo en invierno, entonces es que tiene un problema.

Frío

Invierno
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Las plantas reaccionan al frío de maneras distintas: unas »cierran» sus hojas, otras crecen poco para mantenerse lo más cerca posible del suelo, y otras pueden amanecer con puntos amarillos en su follaje. Esto es algo que se ve por ejemplo en las Cycas revoluta (cicas) que se han adquirido hace poco: tanto si se dejan en macetas como si se plantan en el suelo, al haber estado hasta la fecha en un vivero y puede que algo protegidas, lo pasan mal cuando bajan las temperaturas.

Pero esto no debe alarmarnos, no en exceso al menos, ya que en este caso concreto hablamos de plantas que soportan las heladas moderadas, de hasta los -7ºC; y aunque no les vendrá mal algo de protección cuando son jóvenes, a medida que vayan creciendo se irán aclimatando sin problemas. Con las plantas crasas u otras especies más delicadas, como el Adenium obesum (rosa del desierto) tendremos que tener más cuidado, ya que una helada puede acabar con ellas.

Plagas

Las cochinillas son una plaga peligrosa para las plantas

Imagen – Flickr/Scot Nelson

Pulgones, cochinillas, trips… estas y otras plagas, como la araña roja o la mosca blanca, se alimentan de la savia de las hojas. Al hacerlo, las dañan, y claro, la planta lo pasa mal. El motivo es evidente: si estos insectos succionan la savia, esa parte de la hoja tendrá cada vez más dificultades para realizar la fotosíntesis y respirar, así que al final se muere. Si la situación empeora, al final toda la hoja se queda sin alimento, pero antes de eso, veremos puntos amarillos o decolorados sobre su superficie.

Y, por supuesto, lo que tenemos que hacer es pararles los pies a estos insectos, y conseguir erradicar la plaga. Para ello, usaremos insecticidas específicos, o un triple acción si vemos que tienen dos o tres plagas diferentes (por ejemplo, puede haber cochinillas y pulgones en la misma planta). Eso sí, es conveniente usarlo correctamente, siguiendo las indicaciones que podremos leer en el mismo envase.

Quemaduras solares o por luz directa

Aunque las quemaduras solares o por luz directa más que puntos dejan manchas amarillas, he creído oportuno mencionarlas ya que, en casos muy leves, sí que podrían dejar puntos; por ejemplo, si se trata de una planta que está casi del todo aclimatada, y en un momento dado le da un poco el sol de refilón, podría causarle alguna quemadura sin importancia.

En cualquier caso, es importante que sepas que estas manchas o puntos amarillos no van a desaparecer. Es más, lo que va a suceder es que al final toda la hoja amarilleará y caerá. Pero si ese daño es menor, para que finalmente se quede sin esa hoja suelen pasar varios meses. Lo mejor, de todas formas, es cambiar de sitio a la planta, y ponerla un poco protegida.

Una planta quemada por el sol puede recuperarse a veces
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Aunque existen varias causas por las que pueden tener puntos amarillos en las hojas, esperamos que tus plantas vuelvan a estar bien en poco tiempo.


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