El ruibarbo es una de las plantas que puedes cultivar tanto en tu huerto como en maceta. Gracias a su tamaño, el cual si bien alcanza los tres metros de altura, es una hierba que no tiene raíces invasivas, por lo que es perfecta para tener en cualquier parte del hogar.
Es muy utilizado en la cocina para elaborar deliciosas recetas, como ensaladas, mermeladas o empanadas. Pero, ¿sabes qué es el ruibarbo?
El ruibarbo es una hierba originaria del noreste de Europa, concretamente de Ucrania. Se trata de una planta fanerógama, es decir, que produce semillas para poder propagar la especie, que pertenece a la familia botánica Polygonaceae, al igual que otros vegetales como el Rumex, que también es muy utilizado en la cocina.
Las grandes hojas tienen peciolos que son largos, gruesos, de hasta cinco centímetros, y comestibles. El color de éstos puede ser verde o, más comúnmente, rojo. La parte aérea del ruibarbo surge de un rizoma que se encuentra bajo tierra. Gracias a este órgano subterráneo puede mantenerse vivo, ya que le sirve para almacenar nutrientes.
Del ruibarbo únicamente se aprovechan los peciolos. Las hojas contienen una gran concentración de ácido oxálico, que si se mezcla con metales como el hierro, el calcio o el zinc el organismo puede tener problemas para absorberlos correctamente. Además, en algunos casos algunos minerales esenciales, como el calcio, se pueden concentrar en zonas no deseadas, lo que podría causar la formación de cálculos renales.
Esta planta puede vivir varios años, perdiendo las hojas en invierno y brotando en primavera. Antes de que llegue el verano se deben de cosechar las hojas, ya que es cuando el nivel de ácido oxálico es más bajo.
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