Si te gusta mucho la fruta seguro que conoces una gran variedad de ellas, pero te aseguramos que hay otras tantas de las cuales ni siquiera tienes idea de que existen. Por ejemplo, el coyol. ¿Sabes lo que es? Los mexicanos sí que conocen bien esta fruta, pero si no eres de la zona de México, lo más probable es que nunca hayas oído hablar de ella. También llamado coquito es una de las frutas mejor valoradas de las Gastronomía Mexicana.
En este artículo vamos a hablarte de ella, de qué árbol procede y de cómo es su cultivo, su apariencia y su sabor. Además, compartiremos contigo algunas propuestas gastronómicas para que le saques todo el partido a esta rica fruta. Porque a partir de ahora a ti también te atrapará. Y esto es bueno, porque tiene muchas propiedades.
¿Qué es el coyol?
El coyol es una fruta pequeña de forma ovalada. A primera vista podrías fácilmente confundirla con un coco, aunque es más pequeño. Al igual que este, nace de una palmera, concretamente, de la palma de coyol o taberna. Si te interesa conocer su nombre científico, puedes buscarla en botánica por “Acrocomia aculeata”.
También puedes aprender de él si preguntas a los mexicanos por el “coquito baboso”, porque seguro que sabrán a qué fruta te estás refiriendo. Su exterior es igual al coco, de color, con una piel entre amarilla y verde.
¿A qué saben los coyoles?
Ya conoces su apariencia, con su forma, su tamaño y su color pero, ¿a qué saben los coyoles mexicanos? Su sabor es peculiar pero, sin duda, dulce. Precisamente por su dulzura es que es una fruta tan apreciada y utilizada en la gastronomía de México para elaborar postres diversos, bebidas e incluso panes. Y, además, comerla al natural ya es un puro gozo. Una manera saludable de darte un capricho dulce y saludable porque, como veremos más adelante, razones para comer coyoles no te van a faltar.
Se les quita la piel y se chupan y aseguran quienes lo han comido que es un sabor que no acaba nunca, lo cual es un privilegio para los amantes de la fruta que aprovechan hasta la última gota del fruto.
La palma de coyol y los coyoles
El coyol sale de la palma de coyol, un árbol que puede medir 20 metros de alto. El coyol es de cultivo lento, pues tarda varios años en dar frutos y, probablemente, por eso es una fruta poco conocida y difícil de encontrar. No obstante está muy valorado, tanto así que se le considera como una joya en muchos países donde se cultiva y donde se aprecia saborear este delicioso manjar.
Cómo se cultiva el coyol
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¿Te animarías a plantar un coyol o sientes curiosidad por saber cómo se cultiva su palmera? Antes que nada, advertirte que el tronco de este árbol tiene espinas, así que si te topas con un ejemplar de estos, piénsatelo dos veces antes de trepar por él o de arrimarte para conseguir coyoles. Hasta 7 centímetros pueden medir sus espinas, así que ¡cuidado! Sin embargo, son estas espinas también parte de su encanto, pues junto a su frondosa corona que parece estar formada por plumas de color amarillento, le da una apariencia preciosa.
Hay que saber igualmente que, si decides trasplantar un árbol del coyol, no debes quitarle las espinas ni dañarlas, porque al quitarlas, dejarías unos agujeros que dañarían el tronco y pondrían en peligro la vida de la palmera.
La palmera del coyol necesita suficiente espacio para que sus raíces pueden crecer libremente y mucho sol. Además requiere un riego abundante pero con suelo bien drenado para que no se formen charcos que serían perjudiciales. Procura que tenga buen estiércol o un suelo fértil, rico en nutrientes.
Es importante abonar cada 6 meses, para que no le falten nutrientes, ya que estamos ante un árbol exigente al que le gusta el calor y la humedad, siempre y cuando esta no sea con excesos. Lo que no lleva nada bien la palmera de coyol es el frío.
Suele florecer en los meses de marzo y abril y produce frutos que están listos para cosechar al cabo de unos ocho o nueve meses, por lo que hasta noviembre no podrás comerlos. Eso sí, merece la pena la espera, porque los coyoles están muy buenos.
Otra cualidad de esta planta es que sus flores son muy aromáticas, impregnando todo a su alrededor de un olor muy característico. Por eso, no solo se aprecia su fruto, sino también su estética y su fragancia.
Cómo aprovechar el coyol en la cocina
Con el coyol puede hacerse un vino muy rico que gusta mucho a quien lo prueba. Aparte, el fruto en sí mismo es un regalo al paladar, aunque para los más golosos, pueden acompañarlo de miel, creando un auténtico manjar.
No solo la pulpa del coyol es comestible, sino que también su semilla se puede comer y es lo que conocemos como “coquito”, un fruto seco que también merece la pena tener en cuenta.
La fruta puede ser usada para elaborar compotas, zumos y dulces de toda clase, dependiendo de la imaginación de cada cual. Si bien, en la gastronomía mexicana y otros países de América del Sur, lo más habitual es comerlos en compotas, jugos, el vino de coyol y los coyoles en miel.
¿Por qué tomarla la fruta de coyol?
Podríamos darte muchas razones para tomar la fruta del coyol. Se trata de un fruto muy nutritivo, rico en calorías, fibra y vitaminas del tipo A y E. También contiene betacarotenos. Por todo ello, estamos ante un alimento interesante porque contiene antioxidantes y propiedades antiinflamatorias. Si necesitas ayuda para ir al baño, incluir el coyol en tu dieta te vendrá genial.
Usos del coyol
Además de lo que hemos visto y, aunque quizás te parezca descabellado, con la pulpa del coyol se puede fabricar biodiésel y bioqueroseno. Mientras que, con el aceite de coyol se pueden hacer cosméticos de buena calidad. Con la piel del coyol se puede alimentar al ganado.
Como ves, ahora que sabes qué fruta es el coyol, y conoces sus usos y propiedades puedes valorar esta planta y este fruto que son tan exquisitos.