Cuando hablamos de plantas tropicales hacemos referencia a todas aquellas que crecen en las regiones tropicales del mundo, es decir, cerca de la línea del ecuador. Son unos seres vegetales muy especiales, adaptados a vivir en zonas sin heladas, con hojas y/o flores especialmente decorativos.
A menudo son aquellas que se venden en los viveros como »plantas de interior», y es que, además de ser sensibles al frío, se pueden tener dentro de casa teniendo en cuenta algunas cosas importantes que ahora veremos.
Tener algunas plantas tropicales en casa es siempre un motivo de alegría. Son tan decorativas que quedan fenomenal en cualquier rincón. Pero si no las cuidamos correctamente al final se van a echar a perder. Para evitarlo, es importante que se coloquen en un sitio luminoso pero sin que les llegue la luz del sol directamente. De esta manera, podrán tener un buen desarrollo y un mejor crecimiento.
Otra de las cosas que tenemos que hacer es cambiarlas de maceta al poco de haberlas comprado y de nuevo al cabo de dos-tres años. ¿Por qué? Porque es probable que hayan estado en la misma durante meses, tal vez años. Si no lo hiciéramos, al final terminarían debilitándose por la falta de nutrientes. Así pues, en primavera, tendremos que pasarlas a una unos 2-3cm mayor con un sustrato adecuado según el tipo de planta que sea.
Si hablamos del riego, será muy necesario regar con agua sin cal, cada vez que sea necesario. Durante los meses más cálidos la frecuencia será mayor que el resto del año. Para evitar problemas, es muy importante comprobar la humedad de la tierra antes de proceder a regar, ya sea introduciendo un palo delgado de madera (si al salir sale prácticamente limpio, podremos hacerlo), o pesando la maceta una vez regada y de nuevo al cabo de unos días (esta diferencia de peso puede servir como guía).
Para tenerlas aún más preciosas y fuertes, deberemos de abonarlas con un abono para plantas de interior siguiendo las indicaciones especificadas en el envase del producto en primavera y verano. Durante el invierno no hay que abonarlas, ya que como están en una zona donde el clima no es el adecuado para ellas y apenas crecen, el abono les podría hacer más mal que bien.
Por último, es necesario que nos aseguremos de que la humedad ambiental es alta. Para ello podemos utilizar un humidificador colocar varios vasos con agua alrededor. No aconsejo pulverizar, pues el agua si permanece mucho tiempo sobre las hojas llegaría a taponar los poros que se encuentran en la superficie, lo que podría ocasionarles problemas para respirar.
Que disfrutes de tus plantas tropicales. 🙂