Cuando llega el buen tiempo apetece salir a disfrutar de la naturaleza y de los encantos que esta tiene para ofrecernos en plenitud cuando se acerca la primavera. Si eres amante de los espacios naturales y de hacer actividades al aire libre, serás de los que aprovechan el verano intensamente saliendo de excursión, de picnic y explorando lugares llenos de vegetación. Esto tiene su encanto, pero igual que nos hace regalos maravillosos, la naturaleza también tiene sus “peligros”, como, por ejemplo, las picaduras de ortiga.
Nunca está de más conocer unos cuantos remedios caseros para las picaduras de ortiga, las de abeja, araña, avispa y otros sinsabores que te puedes encontrar cuando estás al aire libre. Créenos que te salvarán de más de un apuro, porque son situaciones muy comunes y que, si sabes cómo afrontarlas, se quedarán en un pequeño disgusto sin más repercusión.
Las ortigas pueden estar por todas partes cuando salimos a sitios de campo, porque son una especie silvestre que nace con facilidad y que se expande por diferentes terrenos. Y cuando la calor aprieta es habitual que salgamos en calzonas y con poca ropa, con lo cual se lo ponemos aún más fácil, dejando nuestra piel expuesta a pincharnos con alguna de ellas. Y pican, ¡pican mucho!
Qué son las ortigas
Antes que nada, es importante conocer bien al enemigo, para que puedas identificar si estás ante una ortiga y si, ese prurito intenso que sientes desde que notaste que te clavaste algo, es en efecto una ortiga.
Las ortigas se expanden por todo el mundo, así que vayas por donde vayas, te encontrarás con ellas. Hay distintas especies, pero todas ellas tienen en común algo: ¡pican! Pueden salir en jardines, en bosques y, especialmente, en lugares abandonados. De modo que si eres de los que disfrutan saliendo a lugares inhóspitos y poco transitados, te expones a que las ortigas estén por allí.
Puedes reconocerlas porque tienen un tallo cuadrangular y hojas dentadas que tiene forma ovalada y van de dos en dos. Pueden tener raíces pivotantes o rastreras, dependiendo de la especie. Y unos colores verdes más o menos intensos por unas partes u otras de la planta.
¿Por qué pican las ortigas?
Has conocido su aspecto, si bien, una vez te pique, muy probablemente ya te pongas en sospecha de que esa planta que está bajo tus pies o rozando tus piernas, se trata de una ortiga.
Estas tienen unos pelos punzantes que se encuentran tanto en el tallo como en las hojas y al simple roce te los puedes clavar o, sencillamente, notar sus efectos urticantes. Porque el problema no es que los pelos o pinchitos se claven en la piel, sino que son un arma de defensa de la ortiga y que estos pelitos contienen histamina y ácido fórmico.
Son estas dos sustancias las que te causarán la inflamación en la piel, el prurito insoportable y el enrojecimiento. Pero un primer consejo es que ¡no te rasques! Porque si te rascas, estarás ayudando a que las sustancias irritantes penetren aún más en tu piel.
Sabemos que ante una picadura de ortigas, poco te interesará saber que esta planta, pese a este problema que tienen, son muy interesantes desde el punto de vista medicinal y también nutricional y que incluso se comen, porque aportan muchos nutrientes al organismo. Los médicos de la antigüedad ya trataban muchos males con ortiga porque es capaz de curar muchas enfermedades y tienen propiedades.
Qué hacer ante las picaduras de ortiga
Lo primero que tienes que hacer ante una picadura de ortiga es guardar la calma. Sabemos que será complicado por las molestias, pero aplica alguno de estos remedios caseros.
Busca hojas de acedera
Ya que estás en el campo, probablemente haya acederas también cerca. Si las encuentras, será perfecto, porque estas contienen el antídoto contra las picaduras de ortiga. Simplemente frota la hoja sobre la picadura y su poder antihistamínico no tardará en hacer efecto.
Aplica bicarbonato sobre la picadura
Si sabes que irás al campo, no te vendrá mal llevar encima un poco de bicarbonato, porque te puede sacar de un apuro en situaciones como estas. Si mezclas un poco de bicarbonato con agua, la mezcla resultante es un excelente remedio para calmar la picadura porque es un alcalino que puede neutralizar la acidez del “veneno” de la ortiga. Es mejor usar agua fría porque el frío te aliviará más rápido.
Agua y jabón, remedio sencillo que también hace efecto
En la era del Covid, nos hemos acostumbrado a llevar encima limpiadores y a ser más pulcros con la limpieza. No es mala idea llevar un poco de jabón encima y así podemos recurrir a él, no solo para limpiar la suciedad, sino también para limpiar una herida o picadura. Guarda un pequeño trozo de pastilla de jabón y mételo en la mochila, por si acaso. Con agua, a ser posible fría, y jabón, que es alcalino, limpia la picadura con cuidado.
También te puedes ayudar de unas tiras de papel adhesivo o un poco de cera, o unas pinzas para ir retirando, con sumo cuidado, los pelitos urticantes.
Agua oxigenada para la reacción alérgica
El agua oxigenada te puede servir igualmente si notas que la ortiga te dio alergia. Aplica de vez en cuando hasta que notes mejoría. Te limpiará, desinfectará y aliviará los picores.
Aloe vera, el remedio que nunca falla
Tal vez tengas en casa una planta con aloe vera o acostumbres a comprar su gel puro para cuidar tu piel. Si es el caso, aplica un poco del jugo del aloe sobre la picadura y te irá desinflamando, además de calmar la picazón.
¿Y si las ortigas picaron a tu perro?
Nuestras mascotas nos acompañan cuando salimos a la naturaleza. ¿Qué mejor compañía que la suya? Y, claro, también están expuestos a que les piquen las ortigas y ellos más que nosotros. Primero porque son imprudentes como niños y muy curiosos y luego porque están más en contacto con el suelo, por su tamaño y su manía de ir oliendo todo.
Si las ortigas están rondando por donde se mueve tu perro, hay muchas probabilidades de que le piquen en la zona del hocico y esto es especialmente peligroso, si les da reacción, porque podría hincharse la zona e impedir que puedan respirar bien. Por eso, reaccionar rápido, en el caso de los perros es importante.
Es fundamental evitar que el animal se muerda, se rasque o que pueda extender más los pelos urticantes por su cuerpo y su rostro o lengua. Evita que se toque y limpia de inmediato para retirar los pinchitos. Puedes lavarlo con agua y jabón, o aplicarle el remedio del agua fría con bicarbonato que vimos anteriormente.
Si lo notas molesto, no está de más acudir al veterinario, para que este se asegure de que la zona quedó limpia y de que la inflamación y la urticaria están controlados o que le aplique un tratamiento que lo ayude.
Estos remedios caseros para las picaduras de ortiga son fáciles de seguir y, conociéndolos de antemano, puedes llevar encima tu propio kit de tratamiento para la próxima vez que te topes con las ortigas.