Si eres un amante de las rosas seguro que puedes reconocer algunas de ellas. ¿Te suene la rosa Iceberg? Es conocida por ser una de las mejores y más hermosas rosas blancas, pero, ¿qué sabes exactamente de ella?
A continuación vamos a darte una guía con todas las características de la rosa Iceberg, así como los cuidados que deberías proporcionarle para conseguir que te dure muchos años y, sobre todo, que florezca cada vez más. ¿Empezamos?
Cómo es la rosa Iceberg
Las rosas Iceberg son conocidas por ser de lo más hermosas y se caracterizan sobre todo por la gran floración que tienen (normalmente en racimos) así como por el aroma que destilan de estas flores. Sin embargo, antes de nada conviene que conozcas un poco el origen de estos rosales.
Para ello debemos retroceder hasta 1958, e irnos a Alemania. Allí, fue Reimer Kordes, un prolífico rosalista, quien decidió cruzar dos rosas, la «Robin Hood» (una rosa roja híbrida) y la rosa «Virgo» (de color blanco e híbrido de té) obteniendo esta que también recibe el nombre de Rosa «KORbin», Fée des Neiges o Schneewittchen.
Tuvieron que pasar unos 10 años más hasta que estas rosas se introdujeron en Reino Unido, muy utilizadas sobre todo para los enrejados, para decorar las pérgolas o incluso para colocarlas en las cercas.
Se sabe, además, que en 2002 la propia rosa Iceberg contó con una versión híbrida de té, mucho más famosa y conocida entre los floristas, pero que difiere con la original en que su aroma no es tan fuerte (en realidad, es mucho más suave).
Físicamente, la rosa Iceberg es una planta que puede llegar a crecer hasta algo más de un metro de alto y unos 90 centímetros de ancho. Está formado por hojas que son bastante pequeñas (para la altura que es capaz de conseguir) de color verde claro, muy brillantes, que contrastan sobre todo con el color de sus rosas, de color blanco brillante.
Cada uno de los tallos que te eche este rosa puede albergar hasta siete rosas, cada una de ellas formada por 25-30 pétalos.
En cuanto a su aroma, aquellos que las han apreciado dicen que tiene un olor combinado a miel y a fruta.
Variedades de rosas Iceberg
Una vez se logró la verdadera rosa Iceberg, es decir, la de color blanco, con el tiempo fueron saliendo otras variedades que nos permiten tener en otros colores como rosas (en dos tonalidades, suaves o fuertes), burdeos o dorada.
Todas ellas se rigen por los mismos patrones que su original. Solo cambian en cuanto a la tonalidad que adquieren las flores.
Cuidados de la rosa Iceberg
Si te gustaría tener en casa un rosal Iceberg, aquí vas a encontrar una guía práctica para ayudarte a cubrir todas las necesidades que tenga la planta. Y es que, aunque es muy fácil de cuidar y muy resistente, no está de más cuidarla bien para que pueda florecer lo mejor posible.
Ubicación y temperatura
Lo primero que debes saber es que la rosa Iceberg se puede cultivar tanto en maceta como en el suelo. Ahora bien, si es la primera vez que vas a plantarlas, lo mejor es esperar siempre al final del invierno para hacerlo. También se puede optar por el otoño, aunque, si vives en una zona muy fría, no te lo recomendamos porque podría no conseguir salir adelante.
En cuanto a su ubicación, el mejor lugar para tener este rosal es, sin duda, en un lugar muy soleado, incluso con sol directo. Pero, cuidado, porque si donde vives en verano hace demasiado calor y el sol caliente demasiado, puedes arriesgarte a que este queme las flores. Por eso, a veces es mejor ponerla en semisombra.
Con respecto a la temperatura, si bien puede tolerar el calor, incluso extremo, no pasa lo mismo con el frío y la humedad, dos de los factores que pueden deteriorar, y mucho, tu rosal, hasta el punto de perderlo. Es por eso que en los meses fríos conviene protegerla usando mantillo y cubriendo con una malla sus tallos para que no se hielen.
Sustrato
Con respecto a la tierra a usar para el rosal Iceberg, considera una que tenga un pH de entre 6,5 y 7, además de que tenga un buen drenaje para que no se compacte ni tampoco quede agua entre sus huecos que puedan pudrir las raíces.
Lo mejor es hacer una mezcla entre sustrato universal, humus de lombriz (o similar) y perlita. De esta forma tendrás tierra que aguantará la humedad y al mismo tiempo no se apelmazará.
Riego
A la rosa Iceberg le gusta el agua, o mejor dicho, le gusta tener la tierra húmeda. Pero no quiere decir que debas regarlo abundantemente, sino que has de esperar a que se le seque la tierra entre riegos y evitar que sufra de sequía (puede aguantarlo, pero no te pases).
Así, todo dependerá de dónde vivas, el clima, y la ubicación de la planta para regarla más o menos. Eso sí, en invierno apenas necesitará agua porque entra en un letargo.
Poda
La poda es uno de los cuidados más importantes para sanear la rosa Iceberg y al mismo tiempo para que florezca más. Esta se debe llevar a cabo a final del invierno o primeros de primavera, siempre con unas tijeras que estén esterilizadas y limpias para que no contagien enfermedades.
Además, durante la época de floración deberás cortar las rosas que se vayan marchitando para que puedan brotar nuevas.
Plagas y enfermedades
Si bien te hemos dicho que la rosa Iceberg es bastante dura y soporta bien las plagas y enfermedades, no quiere decir que sea invencible. El mildiu o la mancha negra son algunas de las enfermedades que tendrás que tener vigiladas para que no le afecten. Igualmente, la buena circulación de aire, sol directo y espacio entre otras plantas también son aspectos a cuidar para evitar que se enferme.
En cuanto a las plagas, básicamente las arañas o las cochinillas podrían hacer mella pero suele ser resistente a estas y con lavar la planta, o destruir las partes afectadas, debería funcionar para que siga adelante.
Ahora que tienes una guía más práctica para la rosa Iceberg, ¿te imaginas tener este rosal lleno de flores blancas en tu jardín?