La siembra falsa es una práctica común dentro de la agricultura orgánica. Se trata de una técnica bastante efectiva, muy fácil para poner en práctica, lo que facilita la eliminación de las malas hierbas para garantizar el futuro de los cultivos. Dicha técnica, se encuentra especialmente indicada para las semillas que tardan mucho tiempo en germinar.
Índice
¿Cuáles son los casos donde podemos utilizar la siembra falsa?
La técnica de la siembra falsa se puede utilizar en muchos casos, como por ejemplo, antes de la implantación de un prado florido e incluso un césped en un jardín ecológico, donde está prohibido el uso de cualquier tipo de herbicida. De hecho, se emplea principalmente en el jardín para el cultivo de algunas verduras.
¿Qué tipo de verduras se pueden cultivar después de una siembra falsa?
La siembra falsa está especialmente adecuada para las hortalizas que vamos a sembrar de manera directa en el terreno, es decir, aquellas que son lentas para germinar y que además tienen semillas pequeñas cuyo desarrollo es más lento.
La zanahoria es el ejemplo perfecto. La semilla de la cebolla y el puerro también están bien adaptados. Cualquier vivero que se encuentre en campo abierto, debería de prepararse utilizando una plántula falsa.
Pasos para realizar una siembra falsa
Para llevar a cabo una siembra falsa es necesario proceder con estos cuatro sencillos pasos:
Paso 1: preparar el terreno
Entre dos o tres semanas antes de sembrar o plantar los vegetales, debemos preparar un macizo de flores exactamente como si fuéramos a plantar una semilla.
Es decir, aflojar la tierra, romper los terrones grandes para igualar el terreno. En este momento podemos traer un poco de compost casero para incorporarlo de manera superficial sobre la tierra. El compost casero regularmente contiene semillas de malezas y vegetales, la siembra falsa permitirá germinarlos para luego suprimirlos.
Paso 2: ¡no hagas nada o casi nada!
Después de terminar con la preparación de la tierra, no vamos a sembrar nada aun, regaremos el suelo finamente para brindarle buenas condiciones a las semillas no deseadas, para que las mismas puedan brotar correctamente. Para esto podemos colocar un velo forzado sobre el suelo para obtener algunos grados de temperatura y de esta forma desencadenar la germinación de tantas semillas como sea posible.
Paso 3: eliminar las malas hierbas
Para realizar esta operación, lo ideal sería utilizar un rastrillo provenzal o un rastrillo oscilante, estas dos herramientas están muy bien adaptadas, ya que solamente vamos a desmalezar las plántulas jóvenes sin colocar nuevamente el suelo a profundidad en la superficie. Sin azada o rastrillo, también podría funcionar, pero primero tenemos que asegurarnos de hacerlo solo en la superficie de la tierra.
El cultivo de estas malas hierbas se puede hacer una mañana de sol para promover el secado rápido de todas las plántulas.
Paso 4: sembrar las semillas
Plantar las semillas de hortalizas, flores e incluso de pasto, se hará el mismo día o también al día siguiente para que la maleza destruida no tenga ninguna posibilidad de recuperarse, lo que puede ocurrir con el riego de la plántula.
Te aseguramos que esta es la mejor forma para disminuir la aparición de la mala hierba.
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