Thomas Fairchild, el científico que creó las plantas híbridas artificiales

Thomas Fairchild, el científico que creó las plantas híbridas artificiales

Quizá el nombre de Thomas Fairchild no te resulte conocido, pero es posible que sí conozcas una de sus creaciones más importantes: las plantas híbridas artificiales. Dada su importante aportación al mundo de las plantas y las flores, creemos que es interesante conocerlo un poco mejor.

Vamos a repasar quién fue este horticultor y botánico que vivió en el siglo XVIII y por qué su nombre sigue siendo popular hoy entre los aficionados a la jardinería.

¿Quién era Thomas Fairchild?

Aunque se habla de él como botánico, lo cierto es que Fairchild no tenía estudios científicos formales, tampoco era académico ni aristócrata. A pesar de ello, consiguió destacar dentro de la cerrada y elitista sociedad científica de la Inglaterra de los siglos XVII y XVIII.

Thomas Fairchild nació en Londres en 1667 y allí vivió hasta su fallecimiento en 1729. Era jardinero, y tenía un vivero en Hoxton (un pueblo a las afueras de Londres) en el que llevó a cabo múltiples experimentos con plantas y flores.

Fue el primero en conseguir hibridar una flor. Pero su descubrimiento no se dio a conocer inmediatamente por motivos religiosos, ya que en aquella época se entendía que el ser humano no podía intervenir en el orden natural de las plantas.

Aunque nunca llegó a ser miembro de la Royal Academy, participó en algunos de sus plenos. Además, los botánicos que formaban parte de esta entidad reconocían y apreciaban el trabajo de Fairchild.

La planta híbrida artificial

La planta híbrida artificial es el legado más importante de Thomas Fairchild al mundo de la botánica. Lo que hizo fue fertilizar manualmente una flor de la especie Dianthus con polen de otra especie, dando como resultado una nueva planta. Surgió así la Dianthus caryophyllus var. barbatus.

Una planta híbrida artificial es una planta creada a partir del cruce deliberado de dos especies o variedades diferentes, por intervención humana. Un proceso que se lleva a cabo para combinar características de esas dos especies o variedades en una única planta, el híbrido.

El desarrollo de esta técnica ha dado lugar a especies más resistentes a las enfermedades y con un rendimiento mejorado. Algo que es especialmente importante en los árboles frutales y en plantas que producen alimentos.

La creación de estas plantas se lleva a cabo mediante la técnica de la polinización controlada. Que implica manipular las partes reproductoras de las plantas para facilitar la transferencia de polen de una especie a otra. Un proceso que se puede llevar a cabo con la mano o con pinceles, pero que en la actualidad se realiza con técnicas más sofisticadas como la emasculación de las flores, con el fin de evitar la autofertilización no deseada.

Una vez realizado el cruce de las plantas progenitoras, se recogen las semillas resultantes y se plantan, dando como resultado la planta híbrida.

Esta técnica, que en la actualidad nos parece algo muy normal, es fruto del trabajo de Thomas Fairchild. Su experimento demostró que las plantas se podían cruzar deliberadamente para dar lugar a variedades con características deseables de diferentes especies y con rasgos únicos. Su trabajo ayudó a sentar las bases para la investigación moderna y el trabajo en la mejora de las plantas y de la genética vegetal.

Un reconocimiento tardío

Un reconocimiento tardío

Como ha ocurrido otras veces con científicos que se han adelantado a su tiempo, tampoco Fairchild recibió en su momento todo el reconocimiento que merecía.

Ya hemos señalado antes que nunca llegó a ser miembro de la Royal Society, aunque se sabe que participó en dos ocasiones en sus plenos. La primera vez, en 1720, Patrick Blair presentó el híbrido artificial creado por Fairchild. Ya en 1724, el propio Thomas dio un discurso ante los académicos.

Además, realizó diferentes publicaciones que ponen de relieve el gran conocimiento que tenía sobre el mundo botánico, a pesar de no tener estudios especializados en este campo:

  • En 1722 publicó The City Gardener. En el que exponía cuáles eran las mejores plantas para los jardines de Londres.
  • En 1724 leyó este artículo ante la Royal Society y presentó las ilustraciones de las plantas que mencionaba. Este documento ha acabado teniendo tal importancia, que hoy en día se conserva en el British Museum.
  • En 1729 publicó Catalogue Plantarum.
  • En 1730 ya había fallecido, pero Philip Miller (secretario de la Royal Society) publicó A catalogue of trees and shrubs both exotic and domestic which are propagated for sale in the gardens near London. Esta obra de Miller está fuertemente inspirada en la de Fairchild y, por eso, está indexada en el British Museum bajo el nombre de Fairchild.

Thomas Fairchild fue todo un visionario que se atrevió a experimentar con la hibridación artificial de plantas, y tuvo un gran éxito. Aunque en su tiempo no recibió un gran reconocimiento, a día de hoy es considerado uno de los protagonistas del desarrollo de la ciencia botánica y la horticultura.

Su trabajo marcó para siempre a la Royal Society, que durante más de 140 años ha organizado un discurso anual en la Iglesia de Shoreditch para cumplir con el testamento de Fairchild. Para esto, el propio interesado había legado un fondo de 25 libras.

A partir de 1746, cuando el fondo legado por Fairchild se había agotado, fue la propia Royal Society la que se hizo cargo del coste y de nombrar a los conferenciantes. Desde 1981, este discurso anual se lleva a cabo en la iglesia de St. Giles’ Cripplegate.

Un trabajo con gran impacto

Un trabajo con gran impacto

Han pasado más de tres siglos desde que Thomas Fairchild hibridara de forma artificial una planta y, desde entonces, este trabajo de genética no ha dejado de avanzar. Teniendo un impacto significativo a diferentes niveles:

  • Desarrollo de la horticultura y la agricultura. Su trabajo sentó las bases para el desarrollo de nuevas variedades de plantas más resistentes y con mayor capacidad de producción de frutos.
  • Expansión del conocimiento botánico. Con su labor, el conocimiento sobre la genética vegetal y la comprensión de los mecanismos de la herencia de las plantas dio un salto de calidad.
  • Mejora en la diversidad vegetal. La hibridación artificial ha enriquecido la diversidad genética de cultivos y de plantas ornamentales.

Sin duda, Thomas Fairchild nos ha dejado un importante legado que todos deberíamos conocer. Una figura que merece un reconocimiento público.


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