¿Conoces la planta de incienso? Hablamos de la Plectranthus madagascariensis o Plectranthus “coleoides” Marginatus, una de las plantas que, si te gusta el olor a incienso, te va a encantar tener en casa. Pero, ¿sabes que aparte de ser decorativa hay otros usos de la planta de incienso?
Queremos hablarte de estos usos y de las formas en que puedes utilizarla en tu día a día. Sigue leyendo esta información para ver que algunas plantas tienen mucha más utilidad que la mera decoración.
Qué debes saber sobre la planta de incienso
Antes de explicarte los usos de la planta de incienso, conviene que tengas una base acerca del incienso, sobre todo para que sepas sus características principales.
La planta de incienso es originaria de África, de Australia y de India. Visualmente tendrás una pequeña planta herbácea que no suele crecer mucho, al menos a lo alto, porque sí que podrías esperar un crecimiento a lo ancho. En cuanto a las hojas, sí son mucho más llamativas. Son de color verde, con una forma irregular y con el borde de estas de color blanco o crema. De hecho, es lo que le da mayor vistosidad.
Son estas hojas las que emiten una fragancia muy agradable para aquellos a los que les gusta el incienso, aunque ya te decimos que no esperes un olor fuerte, porque no será así. Solo cuando se quema se puede conseguir esa fragancia.
Para terminar, debes saber que una cosa es la planta del incienso, que es de la que te hablamos, y otro la Boswellia, que en realidad es una planta de la que se obtiene resina con la que se produce el incienso. Son dos plantas diferentes.
Usos de la planta del incienso
Ahora que tienes una mejor idea sobre la planta del incienso, quizá ya la tengas en tu colección. O a lo mejor estabas pensando en comprarla y no sabías que puede tener muchos más usos de los que uno se imagina.
Sea como sea, a continuación te hablamos de todos ellos.
Antimosquitos
¿Sabías que la planta de incienso puede ser muy eficaz para que los mosquitos no se te acerquen. Lo que tienes que hacer es colocarla en puertas y ventanas ya que, cuando los mosquitos lleguen, y huelan, se darán la vuelta.
También puedes hacer una cosa. Y es coger algunas ramitas de incienso y meterlas en un frasco. Echas un poco de agua y de alcohol y lo dejas macerar unos días. Ese agua y alcohol habrá obtenido parte de la esencia de esas hojas de incienso y podrías aplicarlo en tu piel. Si el alcohol es demasiado fuerte para ti, usa solo agua o aceite (aunque en este caso será más graso).
Aromaterapia
¿Te acuerdas lo que te hemos dicho de que puedes quemarlo y obtener un olor a incienso mucho más fuerte? Pues que sepas que eso también se utiliza en la aromaterapia.
De hecho, entre los efectos que puedes conseguir de ello es relajarte y calmar los nervios, de ahí que muchos lo utilicen para después de un día difícil de trabajo.
Incluso en las consultas de fisioterapia algunos pueden usarlo para relajar a los pacientes y poder realizar los tratamientos con menos resistencia y tensiones musculares.
Así que podrías utilizarlo en el día a día para relajarte y poder desconectar un poco de tus problemas. Algunos incluso lo recomiendan para tratar problemas de depresión, ansiedad y crisis.
Medicina
Otro de los usos de la planta del incienso es, sin duda, el medicinal. Tanto en sus zonas originarias como en otros muchos lugares la planta del incienso se usa para tratar muchas dolencias diferentes. Por ejemplo, por citarte algunas tendríamos las enfermedades hepáticas, la bronquitis, el resfriado y la gripe, para depurar la sangre…
También es útil para el cuidado de la piel y con las picaduras, así como dolores menstruales o con la mastitis y las heridas y quemaduras en general.
En algunos casos se recomienda como tratamiento alternativo (y conjunto) para la epilepsia así como para mejorar el sistema inmunitario.
Incluso puede ayudarte a conciliar mucho mejor el sueño.
Es por eso que en ocasiones, sobre todo en herbolarios, podemos encontrarnos con productos que llegan este ingrediente (o que están formados exclusivamente por este).
Uso culinario
Seguimos hablándote de los usos, porque, como ves, tiene bastantes. En este caso te hablamos del alimentario. Y es que puedes masticarla y aliviar con ello los dolores de dientes, o reforzar las encías y el esmalte dental.
También sirve para tratar el mal aliento. Es por eso que se suele vender en forma de chicles.
Esoterismo
En otra actividad donde el incienso puede estar presente es a nivel esotérico, en hechizos y rituales que se pueden llegar a cabo.
Se dice que el incienso atrae la buena suerte por lo que hay ocasiones en las que quemarlo por la casa para que se impregne del olor te ayuda a atraer las buenas vibras y alejar las malas de tu hogar.
Limpieza
Esto es algo que quizá no sepas, pero además de ofrecer una fragancia característica, otro de los usos de la planta del incienso es el de limpiar el aire. Lo que hace es aromatizar el ambiente, sí, pero también, gracias a su capacidad antiséptica, logra que el aire que se respira sea más sano.
Decoración
Para finalizar, no hay duda de que uno de los usos de la planta del incienso es el decorativo. Cuando la planta está muy bien cuidada es muy frondosa, con largas ramas, con hojas y todo eso atraerá las miradas hacia ella.
Si a eso le añadimos el hecho de que tiene un aroma muy agradable, a incienso, y que te puede gustar, sobre todo al tocarla o rozarla, te gustará su olor.
De hecho, si está muy grande y tienes que podarla y no quieres más plantas de incienso (porque se multiplica así) o no tienes a quién regalárselas, podrías quemarla y así obtener un olor a incienso mucho más fuerte.
¿Conocías estos usos de la planta del incienso? ¿Sabes alguno más que se nos haya escapado a nosotros? ¡Te leemos!