Los pulgones, la mosca blanca y los ácaros son plagas frecuentes que atacan plantas y cultivos del huerto, enemigos silenciosos que pueden ser detectados cuando ya es demasiado tarde.
Los hongos y bacterias también afectan las plantas y dan lugar a la aparición de enfermedades severas, que pueden conducir a la muerte. Prevenir plagas y enfermedades es tarea esencial de quien cuida el jardín, revisando cada maceta y cada metro del jardín para así alejar las amenazas. También es importante prevenir aplicando insecticidas para plantas que evitarán la aparición de plagas y enfermedades o bien solucionarán el ataque.
La opción verde
Los insecticidas ecológicos se transforman en la alternativa más natural para las plagas y enfermedades pues son preparados que utilizan productos naturales que no contienen químico y así colaboran con la armonía de la naturaleza.
Hay tantas fórmulas como productos y entre ellos se destaca el bicarbonato de sodio, el jabón o la cola de caballo. Además, hay plantas que funcionan como antiplaga como la ortiga, el ajenjo, el ajo, el perejil, el cebollino o el tomate.
Para las hormigas, puedes preparar una mezcla de tanaceto con agua y aplicar luego de filtrar. Si el problema son los pulgones y ácaros el ajenjo es muy efectivo cuando se lo mezcla con agua y se rocía en la planta.
El jabón de potasa es efectivo para combatir la cochinilla, la araña roja y enfermedades como oídio, mildiu botrytis y alternaria mientras que el ajo es eficaz macerado en agua y filtrado para dar fin a las enfermedades bacterianas así como a los ácaros y pulgones.
Azufre y bicarbonato de sodio
Muy barato y efectivo, el bicarbonato de sodio es un gran fungicida. Si mezclas 1 cucharada de bicarbonato con aceite vegetal y jabón natural en 4 litros de agua las plantas estarán protegidas de los hongos.
Otra alternativa es el azufre, un producto que combinado con agua es un antídoto para
la enfermedad de oídio.
El espectro de insecticidas orgánicos es amplio y hay diferentes opciones de acuerdo al problema. Lo bueno es que ninguno contiene químicos y así evitan que las plantas entren en contacto con sustancias artificiales. Además, gastarás menos dinero en ellos.
