Japón es un archipiélago del este de Asia, famoso por su cultura tradicional, sus paisajes únicos y su hermosa flora. Muchos árboles y plantas autóctonos de Japón han encontrado un hogar en jardines y parques de todo el mundo.
Desde los famosos cerezos en flor, hasta las altísimas coníferas y el bambú, los árboles y plantas japoneses ofrecen no sólo un atractivo visual, sino también usos prácticos.
Los jardines japoneses son muy famosos por su espectacular belleza y colorido que es lograda mediante una cuidadosa selección y ubicación de sus plantas y árboles.
A continuación, veremos algunas de las mejores plantas japonesas que se pueden ver en cualquier jardín del mundo, exploraremos sus características, y hablaremos de cómo pueden ser beneficiosos en jardines y espacios exteriores.
Flores de cerezo (Sakura)
La flor del cerezo, o sakura en japonés, es uno de los árboles más conocidos originarios de Japón. Desde mediados de marzo hasta principios de mayo, cada año se pueden ver en todo el país estos impresionantes árboles en flor, y la visión de ellos en plena floración es realmente espectacular.
Las flores son de color blanco, rosa y tonos intermedios, y su belleza etérea ha inspirado la poesía y el arte durante siglos. Las flores están asociadas con los nuevos comienzos y la renovación, y simbolizan lo efímero de la vida.
Los cerezos en flor crecen bien en muchas regiones del mundo, siempre que reciban mucho sol y tengan un suelo bien drenado. Por lo tanto, puedes cultivar cerezos en tu patio o jardín, en primavera brindan flores abundantes que atraen a las abejas con su fragancia almendrada y en el verano tienen hermosas hojas que pueden agregar un toque visual muy llamativo a tu jardín.
En otoño se marchitan, en invierno la corteza de los cerezos se vuelve colorida lo que también brinda un toque muy decorativo a tu jardín.
Bambú
El bambú es otra planta emblemática de Japón, con una gran variedad de usos, desde alimentación hasta material de construcción.
El bambú es una clásica opción de los jardines japoneses, es visualmente muy bello, además emite sonidos muy interesantes cuando sopla el viento. Puede ser una excelente opción para rodear una parte de tu jardín qué te gustaría mantener privada, para tener un espacio de meditación o tranquilidad.
Hay diferentes tipos de bambú para elegir, el más común es el bambú aglomerado que es fácil de cuidar. Otras especies como el bambú Buddha Belly (Bambusa ventricosa ) o el bambú Dragon ( Fargesia dracocephala), son muy bonitos y resistentes.
Muchas de estas variedades también pueden cultivarse en macetas, por lo que es una buena elección para balcones y otros espacios pequeños.
Arce japonés
Estos hermosos árboles son conocidos por su asombroso follaje y existen de diversas formas y tamaños. Tienen hojas delicadas y plumosas que varían de color desde un amarillo dorado hasta un rojo intenso. Los colores vibrantes hacen que estos árboles sean un punto focal fantástico en cualquier diseño de jardín.
Es una planta que puede crear un gran impacto en tu jardín, es un árbol pequeño estructural que cuenta con un tronco delgado y a menudo se inclina un poco hacia un lado.
Por lo tanto, sus ramas horizontales tienen una forma ligeramente arqueada. Necesita un riego moderado, y en cuanto a la iluminación pleno sol y sombra parcial.
Pino Negro Japonés (Pinus Thunbergii)
El pino negro japonés es uno de los árboles más comunes y ampliamente plantados en Japón. Es una conífera perenne de forma asimétrica y elegante.
El árbol tiene la corteza es de un negro oscuro, y las agujas son de color verde plateado. El contraste de la corteza y las hojas es particularmente llamativo, y el pino resulta interesante durante todo el año en el jardín.
El pino negro japonés crece bien a pleno sol y en suelos arenosos, bien drenados, y se desarrolla en suelos ácidos y alcalinos.
Es un árbol resistente que se adapta bien a muchos climas. Como es perenne, también proporciona cobertura y protección a otras plantas del paisaje.
Es una opción ideal para las para lugares de agua salada como las costas y también es una especie muy popular para bonsái. Es importante podarlo en primavera durante los periodos secos, para evitar problemas de hongos.
Magnolia
Existen muchas especies de magnolia autóctonas de Japón, desde pequeños arbustos hasta altísimos árboles. Todas las magnolias tienen flores asombrosas y vistosas de diversos colores, desde el blanco clásico al rosa claro, llegando hasta un rosa intenso.
Muchas tienen una fragancia delicada y dulce, lo que las convierte en un complemento perfecto para cualquier jardín.
Las magnolias suelen ser fáciles de cuidar y pueden cultivarse en diversos tipos de suelo. Prefieren la sombra parcial y se adaptan especialmente bien a los jardines forestales.
Este árbol no requiere demasiada poda y relativamente está libre de plagas. Debes plantarlo en tierra fértil y bien drenada, húmeda, en un espacio soleado y abierto para que los tallos puedan crecer.
Igualmente requiere algo de sombra para prevenir la floración muy temprana, ya que una helada tardía podría quemar esas flores.
Membrillo japonés
Además de ser una planta muy bonita visualmente produce frutos comestibles. Pertenece a la familia de las rosas, es una planta preferida para los jardines japoneses. Sus frutos son color amarillo, son unas frutas deliciosas cuando se cocinan. Se pueden realizar jaleas, mermeladas u hornear en pasteles.
Es un árbol recomendable para plantar en primavera o en pleno invierno. Necesita suelos bien drenados, con mucha cantidad de luz solar y un mantenimiento mínimo.
Katsura
Es un árbol pequeño y elegante nativo de Japón y China, se puede cultivar en lugares protegidos del intenso sol, en suelos bien drenados, y una vez establecido es capaz de tolerar la sequía.
Se puede plantar en el jardín y suele alcanzar en algunos casos una altura de 3 a 4 metros. Tiene hojas de color verde que se vuelven amarillas en la temporada de otoño.
Para finalizar, los árboles y plantas japoneses ofrecen infinitas posibilidades para crear hermosos jardines y espacios exteriores.
Desde la delicada belleza de la flor del cerezo hasta las altísimas coníferas del pino negro, pasando por el llamativo follaje del arce japonés y las fragantes flores de la magnolia, estas plantas pueden aportar un carácter único a cualquier diseño paisajístico.
Considera la posibilidad de añadir una o varias de estas plantas autóctonas a tu jardín para crear un tranquilo y apacible retiro que te proporcionará inspiración y disfrute durante años.