El cerezo enano es un árbol frutal del que puedes disfrutar en casa aunque tu jardín no sea muy grande, porque es una variedad que crece bien en maceta. Si quieres que tu arbolito esté sano, presta atención a este artículo.
Vamos a conocer esta variedad más a fondo y a examinar con detalle los cuidados que debes darle para disfrutar de tu árbol cherrybaby durante mucho tiempo.
Así es un cerezo enano
El cerezo es un árbol del que podemos encontrar diferentes variedades. Una de las más populares es el cerezo japonés, que destaca por su belleza y su gran tamaño, pudiendo alcanzar hasta siete metros de altura. Pero también dentro de la familia del cerezo nos encontramos con árboles de porte más reducido, como este del que te estamos hablando.
El Prunus Avium o cerezo enano es nativo de Europa, aunque también se puede encontrar en la zona occidental asiática.
Entre sus características podemos destacar las siguientes:
- Tamaño compacto. Su crecimiento es bastante compacto, entre uno y cuatro metros. Esto lo hace ideal para jardines pequeños y también para cultivar en maceta.
- Hojas y flores. Sus hojas verdes brillantes son lanceoladas y dentadas en los bordes. Su floración se caracteriza por flores blancas de pequeño tamaño que se agrupan en racimos.
- Fruto. Las cerezas de este árbol son pequeñas, de unos 5 a 8 mm de diámetro, y su color varía del rojo oscuro al casi negro a medida que van madurando. Son cerezas de sabor más bien ácido, pero dan muy buenos resultados a a la hora de elaborar mermeladas, compotas y hasta licores.
- Valor ornamental. A pesar de ser un árbol frutal, en la mayoría de los casos se cultiva con un uso meramente ornamental.
- Resistencia. Esta variedad es muy resistente, aguanta bien épocas de sequía, y no sufre demasiado en climas fríos, aunque también crece bien en climas más templados.
Además de este cerezo enano europeo, existen otras variedades como el cerezo enano japonés o Prunus Incisa. Este es todavía más pequeño, no suele rebasar los dos metros de alto. Sus flores pueden ser rosas o blancas y, por lo demás, comparte muchas de las características de su primo europeo.
Cómo cuidar un cerezo enano
Una de las grandes ventajas de este árbol es que es bastante sencillo de cuidar, por lo que no te dará demasiado trabajo. Con unos cuidados mínimos y esenciales, estará realmente precioso.
Ubicación
A esta variedad le encanta recibir la luz solar de forma directa, así que procura plantarlo en un lugar en el que reciba un mínimo de seis horas de luz cada día. Esto promueve un crecimiento saludable y una floración más abundante.
En regiones en las que las temperaturas son muy elevadas durante el verano, sería recomendable asegurarse de que el árbol va a recibir también algo de sombra, especialmente en las horas de mayor intensidad solar.
Suelo
Como a muchos otros árboles, al cerezo enano no le va nada bien el encharcamiento, porque un exceso de humedad puede pudrir sus raíces. Necesita un suelo que drene bien, y mejor si es ligeramente ácido, con un pH entre 6 y 6.5.
Si el suelo o sustrato que tienes es demasiado denso, puedes mejorar su capacidad de drenaje añadiendo materia orgánica antes de hacer la plantación. La fibra de coco es una de las mejores alternativas, porque es económica y fácil de encontrar.
Riego
Cuando el árbol es joven necesita más agua que una vez que está establecido. Durante el primer año riega de forma habitual (sin encharcar) para conseguir que las raíces se asienten. Después, puedes espaciar el riego y realizarlo únicamente cuando el suelo esté seco hasta unos cinco o siete centímetros de profundidad.
Un riego excesivo eleva el riesgo de que el árbol sufra infecciones fúngicas, así que es mejor no arriesgarse. No aportes demasiado agua y asegúrate de que el suelo drena bien.
Poda
La poda del cerezo enano es fundamental para darle forma y para que crezca más fuerte y sano. El momento ideal para cortar ramas muertas, enfermas, o que tengan algún tipo de daño, es durante el invierno, que es cuando el árbol está inactivo.
Puedes aprovechar que vas a podar para ir dándole forma al árbol. Esto te permitirá ir creando una copa mucho más densa y compacta.
Fertilización
A principios de la primavera es cuando el cerezo enano desarrollas sus flores y despliega toda su belleza. Lo ideal es aportar un fertilizante equilibrado de liberación lenta (u abono orgánico) justo antes de que comience la floración.
Este extra de nutrientes hará que el árbol tenga más flores y que su carga frutal sea mayor. Pero no abuses del fertilizante, o podrías acabar dañando las raíces.
Plagas y enfermedades
El cerezo europeo enano es vulnerable a enfermedades fúngicas como la monilia, que da lugar a que las flores y los frutos se pudran. Lo mejor que se puede hacer en estos casos es aplicar una buena prevención (evitando el riego excesivo) y actuar lo antes posible en caso de detectar que hay algún problema.
Por lo que se refiere a las plagas, las de pulgones y las de ácaros son las más comunes en esta variedad. Se aconseja revisar de forma regular el árbol para detectar si la acumulación de insectos es excesiva.
Mulching
Una forma sencilla de conseguir que el árbol esté en perfectas condiciones es colocar una capa de mulch de unos cinco a siete centímetros de espesor alrededor de la base, sin que toque directamente el tronco.
El mulch ayuda a conservar la humedad en el suelo y mantiene las raíces frescas durante el verano. Además, reduce la presencia de malas hierbas alrededor del árbol que compitan con él por los nutrientes.
Protección invernal
Si estás en una región en la que los inviernos son especialmente fríos, conviene que protejas el árbol durante esta época del año. Bastaría con cubrir la copa con una tela o manta, pero solo en las épocas de más frío.
También puedes envolver el tronco con algún material aislante. Especialmente si se trata de un árbol joven.
El cerezo enano es una variedad perfecta para plantar en el jardín o para cultivar en maceta. Sus frutos no son demasiado interesantes, pero tiene un alto valor ornamental. ¿Conocías esta variedad?