La papaya es un arbusto tropical que se cultiva ampliamente en todas las regiones de clima cálido. Es una muy bonita planta que crece hasta los dos metros que, además de tener frutos comestibles, su porte y su follaje decoran de una manera asombrosa el jardín o el huerto.
Sin embargo, cuando hablamos de sus necesidades enseguida nos daremos cuenta de que es una planta un poco exigente. Pero no tenemos que preocuparnos. A continuación explicaremos cómo cultivar papaya.
La papaya, conocida también como papayo, papayero y cuyo nombre científico es Carica papaya, es una planta originaria de América Central de muy rápido crecimiento que se cultiva principalmente por su fruto. Éste es una baya ovoide-oblonga grande de unos 10cm de largo por unos 15cm de diámetro de sabor dulce. Al ser baja en calorías y rica en vitaminas A, C y en potasio, es un alimento ideal para mantener una buena salud.
Pero, ¿qué necesita para poder crecer bien? Básicamente, un clima cálido, sin heladas. Para no tener ningún problema, se debe de regar muy frecuentemente, 4-5 veces por semana, y tenerlo plantado en el exterior en semisombra con una temperatura mínima de 15ºC.
En cuanto al suelo, éste tiene que ser fértil, blando, profundo y permeable. En el caso de que tengamos un terreno que no termina de ser el adecuado, podemos cultivar la papaya en una maceta grande, de unos 40cm de diámetro o más, con sustrato de cultivo universal mezclado con perlita al 30%.
La época ideal de plantación o trasplante es en primavera, momento en el que la planta estará a punto de reanudar su crecimiento. Al cabo de un mes, será muy importante abonarla con abonos orgánicos, como por ejemplo el guano o el estiércol.
Así, dejando pasar unos diez meses más, podremos recolectar sus frutos saborearlos 🙂 .