¿Cómo curar un peral enfermo? Si te estás haciendo esta pregunta es porque has notado que algo va mal con tu árbol frutal. A pesar de ser una variedad resistente, los perales no están exentos de sufrir infecciones. Lo bueno es que, aplicando los cuidados indicados, podemos hacer que vuelvan a estar sanos.
Vamos a ver qué es lo que le puede estar pasando a tu árbol y cómo debes actuar. Cuanto antes te pongas manos a la obra, más posibilidades existen de que tu peral sobreviva.
Enfermedades que afectan a los perales
Las infecciones que pueden sufrir estos árboles están causadas principalmente por bacterias y por hongos. Hay muchos tipos, pero en esta ocasión vamos a repasar tres de las más habituales.
Aunque luego veremos cómo tratar un peral enfermo, lo primero que debemos recomendarte es una buena prevención. Revisa periódicamente el estado tanto de las hojas como del tronco del árbol, a fin de detectar cualquier posible incidencia. Una detección temprana puede ser vital para salvar la vida de tu peral.
- Fuego bacteriano. Como ya imaginarás por su nombre, esta es una enfermedad de origen bacteriano, y el sobrenombre de fuego le viene de los efectos que causa. Porque su principal síntoma es la aparición de unas mancha oscuras en las hojas, que pueden llegar a volverse marrones y a doblarse hacia abajo. Es decir, que dan la sensación de haberse quemado. Además, esta bacteria también puede provocar la muerte de las ramas y de los brotes más jóvenes. La lluvia, el viento y la acción de los insectos son los principales responsables de que las bacterias se extiendan por todo el árbol, por lo que es una infección difícil de tratar.
- Sarna del peral. Esta enfermedad es causada por un hongo y suele aparecer en momentos en los que el árbol ha estado expuesto a demasiada humedad y viento. La sarna se manifiesta a través de unas manchas de color entre gris y marrón que se hacen presentes en ramas, hojas, y hasta en los frutos. En algunos casos, las manchas se unen entre sí y pueden provocar la caída a destiempo de las hojas.
- Chancro del peral. Esta enfermedad puede llegar a ser muy grave y causar la muerte del árbol. Es de origen fúngico y la fuente de infección suele ser alguna herida en la corteza. Se manifiesta a través de unas manchas de color rojo oscuro que van agrandándose y debilitando la estructura del peral.
¿Cómo curar un peral enfermo?
El árbol puede ponerse enfermo por muchas causas, pero el tratamiento suele seguir siempre unos mismos procesos básicos. No obstante, si tienes dudas, lo recomendable es que consultes con un experto en horticultura o fitopatología.
Para curar un peral, sigue estos pasos:
Identificación de la enfermedad
Las infecciones pueden parecer muy similares entre sí, pero no lo son. Lo que tienes que hacer en este caso es observar tu árbol bien de cerca, revisando las ramas, el tronco, las hojas, los nuevos brotes y hasta los frutos. Los signos que veas son los que te indicarán qué es lo que está pasando.
Con lo que hemos visto en el apartado anterior respecto a las enfermedades más habituales, ya tienes información más que suficiente para detectarlas.
Poda del árbol enfermo
La poda es un recurso clásico para tratar árboles y plantas enfermas. Puede parecer una obviedad, pero eliminar la parte enferma es la mejor solución para evitar que la infección continúe propagándose.
Cuando se trata de cómo curar un peral enfermo, tienes que eliminar todas las partes afectadas, cortando por debajo del área dañado. Pero cuidado, porque la poda también supone un riesgo. Asegúrate de que las tijeras están bien limpias y desinfectadas antes de empezar a trabajar. No queremos que un árbol que ya está enfermo pueda recibir más patógenos procedentes de otro que hayas podado con anterioridad.
De igual manera, una vez que termines, limpia bien las tijeras y aplica un poco de solución desinfectante con un algodón o un paño. Seca bien y así no hay riesgo de que la enfermedad que tiene el peral se pueda contagiar a otros árboles que tengas que podar después.
Aplicación de productos específicos
Ya hemos eliminado las partes más afectadas, ahora vamos a darle medicación a nuestro árbol. Esto lo hacemos a base de fungicidas o bactericidas, depende de qué tipo de infección hayamos detectado.
Escoge siempre productos de calidad y aplícalos siguiendo las instrucciones del fabricante. Ten en cuenta que algunos deben aplicarse en un momento concreto dentro del ciclo de crecimiento del árbol.
Cuidados y mantenimiento
Un árbol enfermo requiere una atención especial. Mientras está en proceso de recuperación es más importante que nunca que reciba un riego adecuado. No dejes que la tierra se seque del todo, para no forzar al peral a tener que buscar nutrientes expandiendo sus raíces, porque ahora necesita destinar sus energías a reponer sus ramas y su tronco. Pero tampoco aportes un exceso de humedad o las raíces se pudrirán.
Durante la enfermedad el árbol necesita una dosis extra de nutrientes, por lo que resulta buena idea que se los aportes a través de un fertilizante específico para árboles frutales. No por estar enfermo tienes que añadir más dosis, esto no es bueno. Sigue siempre las indicaciones del fabricante.
Por último, asegúrate de mantener limpia la zona circundante al árbol. Las hojas, los frutos caídos y otros restos pueden ser una fuente de patógenos y debemos mantenerlos lo más alejados posible del peral enfermo.
Evita estrés al árbol
Tu peral está pasando por un momento especialmente complicado y conviene que no tenga más estrés del necesario. En caso de temperaturas extremas, intenta proteger el árbol todo lo posible.
Cuando se trata de cómo curar un peral enfermo, dedicarle algo de tiempo y los cuidados adecuados son el secreto para que el árbol se recupere. De cara al futuro, no olvides aplicar una buena prevención, y seguro que tu árbol frutal te acompañará durante muchos años. ¿Has recuperado algún peral enfermo? Nos gustaría conocer tu experiencia.