La multiplicación del almendro a partir de una rama, conocida como reproducción por esqueje o estaquillado, es una técnica tradicional y muy útil para obtener nuevos ejemplares genéticamente idénticos a la planta madre. Aunque requiere paciencia y ciertos cuidados, es una forma accesible para aficionados y profesionales de la jardinería que deseen ampliar su huerto o jardín con almendros saludables y productivos. A continuación te mostramos cómo hacerlo paso a paso, con todos los consejos y detalles fundamentales para aumentar el éxito de tu propagación.
¿Por qué plantar un almendro desde una rama?

La elección de la reproducción mediante esqueje frente a otras opciones como la siembra o el injerto ofrece varios beneficios:
- Garantía genética: El nuevo almendro tendrá las mismas características, resistencia y sabor de frutos que el árbol del cual proviene la rama.
- Rapidez de desarrollo: El proceso de enraizamiento puede ser más rápido que el obtenido a partir de semilla.
- Coste reducido: No es necesario adquirir plantones ni realizar compras adicionales, aprovechando ramas de ejemplares sanos.
Sin embargo, es fundamental escoger bien la rama y seguir unos pasos técnicos adecuados para maximizar las probabilidades de éxito, dado que la tasa de enraizamiento en almendros suele ser menor que en otros frutales si no se aplican cuidados especiales.
Materiales y condiciones ideales para el éxito

- Tijeras de podar limpias y afiladas
- Hormona de enraizamiento (en polvo, gel o líquida)
- Maceta pequeña con agujeros de drenaje
- Sustrato con buen drenaje: mezcla de turba y perlita o tierra con arena
- Bolsa de plástico transparente o botella grande para crear invernadero
- Palillos o lápiz para hacer agujeros en el sustrato
- Agua para el riego
El momento idóneo del año para tomar esquejes de almendro es al inicio de la primavera o al final del invierno, justo antes de la brotación, cuando la savia está comenzando a moverse y las temperaturas ya no son extremas. Toma los esquejes en días secos para evitar problemas de hongos y siempre de árboles completamente sanos.
Selección y corte de la rama ideal

Para obtener un alto porcentaje de enraizamiento, es imprescindible seleccionar una rama semileñosa o joven, de un año, más flexible que la madera vieja pero lo suficientemente madura para aguantar el proceso. El grosor recomendable es de 1 a 1,5 centímetros y la longitud ideal entre 15 y 25 centímetros. Elige ramas que no tengan flores ni frutos y que estén creciendo de manera vigorosa, sin daños evidentes ni signos de plagas o enfermedades.
Realiza el corte justo por debajo del nodo (el lugar donde brotan las hojas), en un ángulo de 45 grados. Un corte limpio favorece la entrada de agua y nutrientes y reduce el riesgo de infecciones.
Preparación del esqueje para mejorar el enraizamiento

Tras cortar la rama, es fundamental preparar el esqueje rápidamente para evitar su deshidratación. Estos son los pasos detallados:
- Elimina las hojas de la parte inferior, dejando solo unas pocas en la parte superior para que la rama continúe respirando sin perder demasiada agua por transpiración.
- Si el esqueje es largo, puedes dividirlo en segmentos, asegurando que cada trozo conserve al menos un nodo y una yema.
- Sumerge la base en hormona de enraizamiento siguiendo las indicaciones del fabricante. Este paso es opcional, pero incrementa mucho las posibilidades de que aparezcan raíces.
- En caso de no disponer de hormona, puedes utilizar alternativas caseras como miel o aspirina disuelta en agua, aunque su eficacia es menor.
Algunos horticultores experimentados recomiendan realizar una pequeña incisión longitudinal en la base del esqueje para exponer más tejido al desarrollo radicular, mejorando el porcentaje de éxito.
Plantación del esqueje: el sustrato adecuado y la técnica correcta

La correcta plantación es esencial para el éxito del enraizamiento:
- Llena una maceta pequeña con sustrato bien aireado y suelto. Una mezcla de turba y perlita o tierra para semilleros ligera dará buenos resultados. El sustrato debe estar ligeramente húmedo pero nunca encharcado.
- Haz un agujero central con la ayuda de un palillo o lápiz, lo bastante profundo para que la base del esqueje y al menos un nodo queden enterrados. Así se estimula la aparición de raíces en esa zona.
- Inserta el esqueje cuidadosamente, presionando suavemente el sustrato alrededor para asegurar sujeción y contacto íntimo con la tierra.
Riega suavemente y evita el excesivo compactado de la mezcla para no dificultar el desarrollo de las raíces jóvenes.
Protección y ambiente de enraizamiento: humedad y temperatura controladas
Como el esqueje carece aún de raíces funcionales, necesita condiciones especiales para retener la humedad:
- Cubre la maceta con una bolsa plástica transparente o una botella cortada, creando un minibiótopo cálido y húmedo.
- Utiliza una goma elástica para fijar la bolsa y palillos para evitar el contacto directo con el tallo.
- Coloca todo en un lugar con luz indirecta muy brillante, nunca al sol directo, pues el exceso de temperatura puede «cocinar» el esqueje dentro del invernadero improvisado.
- Levanta cada varios días el plástico para airear y evitar hongos, y riega solo cuando el sustrato lo necesite.
Muchos jardineros emplean esteras térmicas para mejorar la temperatura del sustrato (idealmente entre 20 y 25 ºC), lo que incrementa la tasa de enraizamiento.
¿Cuánto tarda en enraizar un esqueje de almendro?
El almendro no es el frutal que más rápido enraiza por este método. Lo habitual es que el proceso lleve entre 4 y 8 semanas, dependiendo de la variedad, la temperatura, la humedad y la salud del esqueje original. Durante este tiempo es fundamental tener paciencia y mantener las condiciones óptimas, sin estrés hídrico ni calor o frío extremos.
Sabrás que tu esqueje ha enraizado cuando veas brotar hojas nuevas y percibas que el esqueje se mantiene firme al tirar suavemente de él.
¿Se puede plantar el esqueje de almendro directamente en el suelo?
Algunos expertos y aficionados experimentados optan por enterrar directamente el esqueje en el terreno, especialmente en suelos muy sueltos y bien drenados. Sin embargo, este método presenta una probabilidad de fallo mayor que si se inicia el enraizamiento en maceta, ya que las condiciones de humedad y temperatura son más difíciles de controlar al aire libre. En climas templados, resguardados de heladas y lluvias fuertes, puede intentarse esta técnica, siempre eligiendo zonas a semisombra y vigilando la humedad del suelo.
No obstante, el método tradicional enmacetado proporciona un entorno más controlado y mayores probabilidades de éxito, especialmente para los jardineros menos experimentados.
Trasplante del esqueje de almendro: cuándo y cómo hacerlo

Cuando observes un crecimiento notable o la aparición de raíces que asoman por los agujeros de la maceta, es el momento de trasplantar el almendro joven a una maceta mayor o, preferentemente, al terreno definitivo. El trasplante debe hacerse en época templada y húmeda, evitando los periodos de calor o frío extremos.
- Prepara el nuevo lugar de plantación, optando por suelos sueltos, profundos y con excelente drenaje. El almendro no tolera el encharcamiento.
- Extrae el cepellón de la maceta con sumo cuidado para no dañar las raíces jóvenes y colócalo en un hoyo mayor que el cepellón.
- Rellena el hueco con una mezcla de buena tierra agrícola y, si dispones, compost o materia orgánica muy descompuesta. Evita fertilizar en exceso en este primer trasplante.
- Riega con generosidad, pero sin encharcar, para asentar la tierra alrededor de las raíces.
Durante las primeras semanas, protege el joven almendro del viento fuerte y del sol directo con una pequeña malla de sombreo o acolchado vegetal.
Cuidados esenciales del almendro durante su primer año

La fase de adaptación tras el trasplante es la más delicada. Debes prestar atención a estos puntos clave:
- Riego regular pero moderado: Mantén el sustrato húmedo pero nunca empapado. Riega cada vez que la tierra esté seca a 2-5 centímetros bajo la superficie.
- Luz solar directa: Una vez bien establecido, el almendro necesita sol intenso, al menos 6 horas al día, para desarrollarse vigorosamente.
- Aporte de nutrientes: Aporta fertilizante específico para frutales de liberación lenta al inicio de la primavera del segundo año y repite a mitad de la estación, siguiendo siempre las indicaciones del fabricante.
- Poda de formación: Elimina ramas que crezcan hacia el interior o se crucen para favorecer la aireación y la forma de copa abierta, lo que reducirá el riesgo de enfermedades fúngicas.
Si sigues estos cuidados, tu almendro comenzará a desarrollar raíces profundas, un buen equilibrio vegetativo y, con el tiempo, una floración espectacular.
Problemas frecuentes, enfermedades y errores habituales

El principal motivo de fracaso en la multiplicación de almendros por esqueje es la pudrición de la base causada por el exceso de agua, seguido de la invasión de hongos. Cuida que el sustrato drene perfectamente y nunca satures el ambiente con agua estancada. Además:
- Heladas tardías: pueden matar el esqueje o paralizar el enraizamiento. Siempre resguarda los esquejes hasta que la temperatura se mantenga por encima de los 10 ºC.
- Plagas comunes: pulgón, cochinilla y ácaros pueden debilitar o secar los brotes jóvenes. Si aparecen, actúa con jabón potásico o aceite de neem, evitando productos químicos fuertes.
- Falta de luz: el esqueje puede amarillear e incluso pudrirse si se mantiene a oscuras o en lugares demasiado umbríos durante el proceso.
- Uso de materiales sucios: desinfecta siempre las herramientas de corte para reducir el riesgo de transmisión de virus o bacterias.
Preguntas frecuentes sobre la propagación del almendro por esqueje
- ¿Cuándo es mejor tomar esquejes? A final de invierno o comienzos de primavera, antes de la brotación, en días secos y templados.
- ¿Es esencial usar hormona de enraizamiento? No es estrictamente obligatorio, pero usarla incrementa de forma significativa el porcentaje de éxito y acelera el proceso.
- ¿Puedo plantar el esqueje directamente en el jardín? Sí, pero controlando mucho la humedad, protegiendo del viento y del sol intenso, y asumiendo que la tasa de éxito será algo menor que en maceta.
- ¿Cuándo comienza a dar frutos un almendro de esqueje? La mayoría de los almendros desarrollados desde esqueje pueden tardar entre 3 y 5 años en empezar a producir almendras, dependiendo de la variedad y las condiciones de cultivo.
- ¿Qué tipo de suelo prefiere el almendro? Requiere suelos bien drenados, preferentemente arenosos o francos, con pH neutro a ligeramente ácido. No tolera suelos pesados ni encharcamientos prolongados.
- ¿Cómo proteger el almendro joven de heladas y plagas? Utiliza mantas térmicas ante descenso brusco de temperatura y mantiene el entorno limpio de restos vegetales. El aceite de neem es útil como prevención ecológica contra insectos.
Multiplicar almendros a partir de una rama es una experiencia gratificante que conecta con las tradiciones agrícolas más antiguas y ofrece la posibilidad de experimentar el ciclo completo de la vida vegetal, desde una simple rama seleccionada hasta un árbol cargado de almendras y flores. Si decides lanzarte a este apasionante reto, tendrás la satisfacción de ver cómo, con cada cuidado y detalle, tu nuevo almendro prospera año tras año en tu jardín o huerto.
