Cómo podar un poto

Cómo podar un poto

¿Tienes un poto en casa? ¿Te ha crecido mucho y ahora te estás preguntando cómo podar un poto? Pues has llegado al lugar correcto porque te vamos a dar la guía completa sobre este cuidado en concreto para que sepas cuándo hacerlo, cómo y algunos trucos que pueden venirte muy bien.

Los potos en general son plantas muy fáciles de cuidar y el podado es uno de los más fáciles de hacer, además de que resiste muy bien una poda fuerte en caso de que te pases al hacerla. Pero, ¿cuáles son las claves para conseguir los mejores resultados?

¿Cuándo se poda un poto?

¿Cuándo se poda un poto?

Un poto es una de las plantas más fáciles de tener en casa. Es muy raro que uno se muera (aunque puede ocurrir) porque son muy resistentes. Normalmente se colocan en el interior de la casa y se caracterizan por ser plantas trepadoras, que puedes tener de forma colgante o bien en vertical, según cómo te guste más.

Su color predominante es el verde brillante, si bien puedes encontrarte algunas tonalidades en verde o amarillo que le dan un aspecto único.

Por esa facilidad de adaptarse a cualquier ambiente, el poto es una de las plantas que tienes que podar para evitar que se «desmadre». Y es que crece muy rápido y eso te permite jugar un poco con él para conseguir un poto en vertical (a través de un tutor), cuyas hojas van a ser más grandes, o bien colgante, con hojas más pequeñas.

La clave que te dirá que el poto está listo para podarlo es cuando los tallos estén largos y débiles. Estos son demasiado grandes para la planta y se llevan mucha de la fuerza de esta, por lo que cortándolos va a ser mucho mejor para la salud de la planta. Pero, ¿cuándo podar un poto? ¿En cualquier época del año?

La respuesta fácil es que en cualquier época del año, más si te hemos dicho que crecen rápido; y aunque se pueden cortar brotes o ramas en cualquier momento, es recomendable que, a la hora de hacer una buena poda del poto, te esperes a terminar su época vegetativa, es decir, cuando la planta esté menos activa. ¿Y cuándo es eso? Concretamente en los meses entre mediados de marzo y final de septiembre. En lugar de hacerlo cuando la planta está «hibernando», en este caso lo mejor es hacerlo cuando está más activa, porque así se aseguras que va a rebrotar y a recuperar el vigor de forma muy rápida.

Ahora bien, eso no quiere decir que de octubre a marzo no puedas cortarle; sí que puedes hacerlo pero no es recomendable someterlo a una poda grande, sino solo la de mantenimiento.

Cuántas veces hay que podar un poto

Una de las preguntas habituales a la hora de podar un poto no solo es saber cuándo, sino cuántas veces. Y es que, cuando tienes una planta que crece muy rápido, el estar cortándola continuamente a veces te genera la duda de si no estarás «cansándola». Dicho de otra manera, consumiéndola.

Ten en cuenta que, cuando podas una planta, su energía se va a curar esa herida y a reponer aquello que ha perdido. Así que si se poda mucho, puede causar problema en ella.

En el caso del poto, es posible que te encuentres con este problema. Pero debes saber que no es tan peligroso, y además tienes un arma con la que combatir el cansancio: el abono o fertilizante.

Puedes podar al poto las veces que quieras. Conviene dejar un espacio de tiempo entre poda y poda para evitar problemas. Lo que sí te aconsejamos es que aguantes lo más posible y le eches de vez en cuando un poco de abono o de fertilizante líquido para aportarle nutrientes y energía adecuados para reponerse.

Si notas que tu poto lo has podado y de repente se ralentiza o directamente se para y no crece, puede ser porque necesita más energía y en esos casos se recomienda no podarla, abonarlo y dejar pasar tiempo hasta que la planta vuelva a activarse.

También debes saber que en invierno crecerá mucho menos que en primavera o verano.

¿Cómo se poda un potus?

¿Cómo se poda un potus?

Ahora que sabes cuándo podar un poto, es hora de saber cómo podar un poto. Y es de lo más sencillo que hay. De hecho, te damos las claves, que te servirán tanto para uno vertical como para uno colgante.

Elige los tallos más largos

Estos tallos además han de tener la características de estar débiles. Intenta encontrar cuáles cumplen con estos requisitos y, una vez encontrados, con unas tijeras adecuadas, corta siempre por debajo de los nudos de la rama.

Asegúrate que la herramienta que usas le da un corte limpio y que, además, está desinfectada porque así te evitarás que se enferme.

Limpia las hojas del tallo

Una vez has cortada la rama, tienes dos opciones: o bien la tiras, o bien la plantas. Nosotros siempre te recomendamos lo segundo, porque de ella puede nacer un nuevo poto, que podrás tener en casa o regalar a los tuyos.

Si optas por esto, tienes que limpiar las hojas que estén cerca de ese tallo. Ahora, introdúcela en un vaso con agua. Vigila de cambiar ese líquido cada pocos días porque tendrás que esperar a que eche raíces para poder plantarla en una maceta.

Algunos lo que hacen es plantarla directamente y mantener la tierra humedecida. No es una mala idea pero puede tardar más tiempo que si utilizas el vaso con agua.

Espera a que salgan raíces

¿Ya han salido raíces? Pues entonces lo último que debes hacer es plantarla, bien en una maceta nueva o bien en la que tenías, para que comparta espacio con la planta madre.

¿Cómo hacer un poto frondoso?

¿Recuerdas que te hemos dicho de plantar lo que has podado con la planta madre? Este es el truco que muchos utilizan para hacer un poto frondoso.

Lo que hacen es cortar ramas, esperar a que salga raíces y colocarlas alrededor de la planta original para que esta adquiera una condición de ser más frondosa de lo que es.

El motivo por el que un poto va viéndose menos frondoso es porque, al ir creciendo, el tallo es como si se convirtiera en un tronco, y eso hace que pierda hojas en esa zona. En cambio, al colocar ahí tallos de la propia planta, se oculta esto y le devuelves ese aspecto que estás buscando.

¿Cómo podar un poto vertical?

En el caso de que tengas un poto vertical, cuando estos crecen lo que hacen es que pierden su forma, ya sea redonda, ovalada, etc. Para podar un poto vertical conviene que conserves esa forma, de tal manera que debes cortar las ramas que sobresalgan.

Si quieres, porque el poto va creciendo, que no se quede tan desprovisto de hojas en la parte de abajo, lo que puedes hacer es plantar esos tallos en la base (una vez le han salido raíces) para ocultarlo, y una vez que empiecen a crecer, vas haciendo que se enrede sobre la planta madre.

Cuándo no hay que podar un poto

Otro punto importante a tener en cuenta a la hora de podar un poto es saber si se puede hacer o no. Y es que hay situaciones en las cuales no es recomendable podar, ya que tendrá un efecto devastador para la planta y podría incluso matarla.

Entre las situaciones en las cuales no se recomienda están:

Invierno

No solo el invierno, sino en épocas de mucho frío, de heladas… Es cierto que coinciden con el invierno, pero también podrían llegar en primavera o en otoño.

El motivo por el cual no se recomiendan es debido a que, al cortarle tallos, estás dejando al descubierto partes internas de la planta y el frío, así como otros «bichitos» podrían entrar y afectar negativamente a su salud.

Además, tiene que dedicar energía a sanar ese corte y esto puede debilitarlo y no aguantar el tiempo adecuado hasta que vuelvan las buenas temperaturas.

Enfermedad

Aquí debemos precisar un poco. Y es que si el poto está afectado por una plaga y esta se debe eliminar cortando las ramas dañadas, debemos hacerlo.

Pero, en general, cuando un poto está enfermo, débil, etc. no conviene, de ninguna forma, podarlo, porque no tendrá suficiente energía para sanar y lo único que haremos será acortar aún más la vida de la planta (o impedir que pueda recuperarse).

En pleno verano

Sí, el verano, el calor, es ideal para los potos porque crecen muy rápido. Pero en plena ola de color, acercar las tijeras a la planta es de lo peor que deberías hacer. Es mejor esperar un tiempo a que lleguen unas temperaturas algo más suaves e ir cortando muy poco a poco para no debilitarla demasiado.

Pinzar poto: ¿cuándo y cómo?

Pinzar poto: ¿cuándo y cómo?

Fuente: hogarmania

Por si no lo sabes, pinzar no es más que cortar las hojitas nuevas que salen de un brote. Esto se hace con las manos, concretamente, con el pulgar y el índice, y sirve para un crecimiento más compacto.

En el caso de pinzar un poto, en lo que consistiría es en eliminar el primer par de hojas de un tallo, como si cortaras una ramita tierna, usando para ello las manos, aunque también puedes usar unas tijeras o un cuchillo. Eso sí, te recomendamos que lo hagas cuando la rama tenga al menos unos 15 centímetros, salvo que tu poto sea muy denso (si es así, espera a que tenga ramas de 5-8 cm).

¿Cómo hacer un tutor para poto?

¿Quieres convertir un poto colgante en uno vertical? ¿Quizá el tutor que tenía se te ha roto y necesitas otro? No te preocupes, en realidad no tienes que gastar dinero en comprar uno nuevo, puedes hacerlo en casa muy fácilmente.

Lo único que necesitas es un palo de caña, de la altura que tú necesites, un trozo de malla plástica (por ejemplo mosquiteras), de una anchura de al menos 30 centímetros y de altura la del palo que tengas; hojas secas y un poco de tierra.

De lo que se trata es de que coloques la malla extendida y, en un extremo de la misma, pongas el palo y algo de tierra y hojas secas. Ahora, has de enrollar la malla de tal forma que te quedará un rulo. Coge algunos alambres, cuerda o similar y anuda todo para que no se suelte y estará listo para que lo claves en la planta.

Después solo tendrás que ayudar a la planta a que se enrede alrededor de este tutor y empezará a crecer a su alrededor.

Cómo tener un poto colgante

Como sabes, el poto se puede colocar con un tutor en el que se va enrollando la planta, o bien en una cesta colgado en una pared, techo, etc. Si quieres conseguir esto, entonces aquí te damos algunas claves:

  • Deja que crezca casi a su libre albedrío. Al quererlo colgante necesitarás que las ramas cuelguen para que quede más bonito. Ahora bien, es posible que solo tenga por una zona, y no por todas, así que lo mejor es dejarlo que crezca para luego «adaptarlo».
  • Cuando tenga la altura deseada, permítele varios centímetros más. El objetivo es que crezca un poco más para después podar esa parte extra. Y es que con ella podrías plantarla en la maceta, en las zonas más «calvas» o donde necesites que se desarrolle la planta, y así cubrir toda la maceta con ellas.
  • Cuida que le dé bien la luz y que respire. Porque si la maceta va a estar apoyada en una pared, la parte que pegue con ella no podrá desarrollarse bien, y eso hay que preverlo.

En realidad, no hay muchos más trucos para conseguir un poto colgante más que armarte de paciencia y dejar que la planta desarrolle sus tallos y los deje caer. Todo dependerá ya de lo largos que los quieras.

Cómo usar el poto para decorar

El poto es una de las plantas predilectas por muchos. No solo por la belleza que tiene, sino también por la decoración que ofrece en las casas. De hecho, a continuación te damos algunas ideas para decorar con ella.

En la entrada de tu casa

En este caso, nuestra recomendación es que lo tengas en vertical, ya que vestirá mucho mejor la entrada que si estuviera colgante. Además, en esa forma podría molestar más.

Lo ideal es colocarlo en una esquina, con lo que si usa una maceta esquinera o cuadrada será mejor.

Otra opción, sobre todo si es pequeño, es ponerlo sobre algún mueble de la entrada.

En el salón

En una estantería, en vertical en una parte de la pared, o incluso colgante cerca de alguna ventana podría estar genial.

Muchos lo que hacen es ponerlo cerca de la televisión para tener algo «natural» a lo que mirar.

En la cocina

Porque si lo pones colgante quedará muy vistoso. Eso sí, cuidado con colocarlo en una zona donde pases mucho porque podría entorpecerte el paso.

Algunos lo que hacen es ponerlo encima de los muebles y van dirigiendo sus ramas para que estas no impidan abrir las puertas.

En el baño

Si tu baño tiene ventana, podrías colocarlo ahí, bien en una estantería, bien colgante. Lo importante es que tenga algo de luz ya que, de lo contrario, las hojas se volverán todas verdes y no será eso lo que quieras.

En tu dormitorio

Por si no lo sabes, el poto es una planta purificadora, lo que hará que se eliminen los tóxicos que haya en la atmósfera. Así que no es descabellado tener uno en tu habitación.

De hecho, puedes ponerlo en una mesita y dirigir las ramas por el cabecero. O colocarlo en una estantería superior y ponerlo ahí para que caiga en cascada.

Como ves, aprender cómo podar un poto es muy sencillo, así como todas las actividades que englobarían esta actividad. ¿Te animas a hacerlo tú con tu planta? No tengas miedo, seguro que no la matas.


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