Hoy vamos a hablar de un tipo de seta comestible que se considera de las más fáciles de identificar. Se trata del Coprinus comatus. Es un hongo bastante demandando y fácil de identificar por su forma tan curiosa y alargada. A la vez que es una de las más fáciles de encontrar también son las que antes se descomponen. A tan sólo unas horas de recolectarlas, ya comienzan a descomponerse.
En este artículo vamos a enseñarte todas sus características y trucos para que puedas aprovecharla y degustarla antes de que se descompongan.
Características principales
Es un hongo que tiene un sombrero cilíndrico y ovoide cuando es joven. Conforme va creciendo y desarrollándose va teniendo su forma característica de campana. Suele tener entre 3 a 8 cm de diámetro y 5 a 20 cm de largo. La cutícula es fibrosa y tiene un color blanco. Este color destaca con facilidad entre las plantas a la hora de recolectarlo. Además, no tendrás ninguna duda de la especie que estás recogiendo dado que no existe otro hongo con una morfología como esta.
En el ápice del sombrero tiene algunas escamas que no son blancas, sino de un color más amarronado. La cutícula se rompe en grandes escamas y tiene aspecto de pelo repartido por toda su superficie. El margen es bastante liso. Esta característica especial se extiende por todo el sombrero y va deshaciendo todo lo que tiene conforme va creciendo. Finalmente, cuando está más desarrollado, se convierte en tinta.
Las láminas son numerosas, bastante anchas y de color blanco. Cuando nacen se tornan de un color rosado, pero conforme maduran las esporas se vuelven de color negro. También dispone de algunas laminillas intercaladas llamadas lamélulas.
En cuanto al pie, suele tener una altura de entre 12 y 20 cm con 1,5 cm de diámetro. Es hueco y bastante fácil. Con cualquier golpe se puede quebrar. Tiene restos de velo como un anillo blanquecino que acaba manchándose de negro con las esporas. La carne del Coprinus comatus es delgada y tiene un olor agradable. Es blanca cuando es joven y se va tornando en negro cuando crece.
Seta comestible
Se trata de una de las setas comestibles más fáciles de identificar, pero a su vez de las más delicadas. En tan solo unas horas tras la recolección comienzan a descomponerse. Se le conoce en la gastronomía por otros nombres comunes como chipirón de monte, barbuda, sombrerillo, seta de tonta o apagavelas. Estos nombres son usados para referirse a este ejemplar en los usos gastronómicos que tiene.
Se suele reconocer de una forma sencilla gracias a su peculiar forma. Tiene un alto contenido en agua y eso le hace tener un crecimiento acelerado, pero tener poca consistencia. Es capaz de expandirse de forma rápida y explosiva. En sus condiciones óptimas crece a lo largo de un solo día para tener su forma final. Esto es algo que sólo esta especie puede tener. También es una de las razones por las que es tan conocida. Es decir, es tan sólo un día consigue crecer y tener su forma final comestible si las condiciones ambientales son óptimas.
El problema surge cuando la recolectas. De la misma forma que es capaz de desarrollarse rápidamente, nos encontramos con una tasa de degradación igualmente rápida. En tan sólo unas horas tras su recolección comienza a descomponerse. Si la dejamos descomponerse por completo, tendremos un líquido de color negro.
Distribución y gastronomía
El Coprinus comatus se desarrolla comúnmente en zonas que están bien abonadas. Para conseguir crecer de una forma tan rápida, necesita de un suelo que disponga de una alta concentración de nutrientes. Esto hace que aparezca frecuentemente en campos, praderas e incluso en los márgenes de los caminos de los campos agrícolas o ganaderos. En estos casos, estos lugares están cargados de nutrientes y el hongo los aprovecha para desarrollarse rápidamente.
Para recolectar estas setas, se necesita de mucha humedad. Por ello, busca lugares que tengan bastante humedad y sean sombríos para aumentar la probabilidad de encontrar el chipirón de monte.
En cuanto al ámbito gastronómico, esta seta tiene un sabor bastante delicioso. Hay que tener cuidado a la hora de recolectarla porque podemos confundirnos con otra seta de su mismo género conocida como Coprinus atramentarius. Esta seta tiene la cutícula gris, lisa y acanalada, por lo cual no debería de dar problemas a la hora de recolectarla. No es tóxica a no ser que se consuma con alcohol. Podemos ir de almuerzo familiar y acompañar estas setas con una buena cerveza bien fresquita. En estos casos es cuando realizamos la combinación que hará que sea tóxica para el organismo.
Usos del Coprinus comatus
Algo que podemos destacar del chipirón de monte es que tiene un efecto medicinal que no otros hongos poseen. Por ejemplo, se pueden extraer alguna sustancias que sirven como antitumorales para el cáncer de mama. Esto ayuda enormemente a que no crezcan las células cancerígenas y no se formen nuevas colonias de tumores.
El uso y las propiedades es bastante variado, por lo que se saca un buen provecho de esa seta. Aunque se piensa que no, el pie de estos ejemplares también son aprovechables en la gastronomía. Debido a lo rápido que se degrada, no es una seta que se comercialice. De ser así, seguramente se ganaría bastante dado que tiene un buen sabor.
Para poder disfrutarlo sin que se llegue a degradar en tan sólo unas horas tras su recolección, debemos consumirlas cuando antes. Es decir, podemos tener un picnic preparado con toda la comida casi servida. Nada más recolectar el Coprinus comatus, debemos limpiarlo para quitarle cualquier sustancia no recomendable del suelo y prepararlas directamente. Se pueden hacer numerosas recetas con ella. Sin embargo, si queremos llevárnosla a casa, aunque la metamos en el frigorífico, probablemente no dure ni un día antes de que se convierta en tinta.
Esto es debido a su alto contenido en agua y a que su textura es muy frágil. Si no está continuamente nutriéndose de los alimentos del suelo, no podrá aguantar.
Espero que con esta información puedas saber más sobre el Coprinus comatus y degustar su delicioso sabor.
Encontré esta clase de champiñón Serca de mi casa a un lado de una barda que le daba la sombra y el sustrato era húmedo, lo lleve a casa, lo lave y mi mamá a la media hora lo preparo en quesadillas, muy buen sabor, pues es pronunciado y sabia bastante a humedad, no en el mal sentido, de verdad tenía un mejor sabor que el champiñón el único problema es que le hace falta consistencia.