El trigo es uno de los alimentos más cultivados y consumidos a nivel mundial. Es una de las bases de la alimentación humana, pero también se emplea en la elaboración de alimentos para los animales. Seguro que ya sabes que existen muchas variedades de este cereal y, por eso, queremos analizar con detalle las diferencias entre el trigo blanco y el trigo duro.
Vamos a ver qué particularidades tiene su siembra, cultivo y cosecha. Y para qué es adecuado cada uno de ellos, analizando los usos que pueden tener.
Características del trigo blanco
- Grano. El trigo blanco o Triticum aestivum es un cereal con un grano de tamaño entre mediano y grande, de forma ovalada o alargada. Su cáscara externa es de color claro, y puede variar del amarillo pálido al dorado.
- Planta. El trigo blanco es alto, pudiendo alcanzar entre 60 y 120 centímetros de longitud. El tallo es verde con hojas lanceoladas, y sus espigas son largas y delgadas, lo que les permite albergar múltiples granos.
Características del trigo duro
- Grano. Su grano es más pequeño y duro que el del trigo blanco. Presenta una forma redondeada y su cáscara exterior es más dura y resistente. Su color puede variar del amarillo al marrón, e incluso puede legar a ser rojizo.
- Planta. Se parece mucho al trigo blanco, pero es algo más pequeña. Sus espigas son cortas y densas, y esto es lo que hace que sus granos tengan un tamaño compacto.
Diferencias entre el trigo blanco y el trigo duro en su cultivo
Vamos a ver las particularidades que tiene el cultivo y recolección de estas dos variedades:
Trigo blanco
- Momento de siembra. Se trabaja con las semillas en otoño, para que el cultivo se beneficie de un clima húmedo y fresco durante la fase de crecimiento.
- Particularidades de la siembra. Las semillas se siembran a una profundidad bastante superficial, unos dos o cinco centímetros desde la superficie. La densidad de la siembra depende un poco de las condiciones del suelo y de la climatología, pero lo habitual es sembrar entre 90 y 180 kilos por hectárea.
- Tiempo de desarrollo. Una de las diferencias entre el trigo blanco y el trigo duro es que el ciclo de crecimiento del blanco es más corto. Suele madurar en primavera o a principios del verano, así que está listo para recolectar en un plazo de 90 a 150 días desde la siembra.
- Cuidados. Este tipo de trigo demanda un riego moderado y responde muy bien frente a fertilizantes nitrogenados. Además, hay que controlar la maleza a su alrededor para que no tenga que competir por los nutrientes de la tierra, y es importante supervisar que no haya ninguna plaga afectando a la planta.
- Recolección. El trigo blanco está listo para cosechar cuando las espigas tienen un color dorado o marrón, y los granos están maduros. Esta labor se hace con máquinas cosechadoras que se encargan de cortar las espigas y separar el grano de la paja.
- Conservación del grano. El trigo blanco se almacena en silos o graneros secos donde está protegido de la humedad y de las plagas. Se puede guardar durante varios meses antes de su procesamiento o venta.
Trigo duro
- Momento de siembra. En la mayoría de las regiones este tipo de trigo también se planta en otoño. Aunque hay zonas en las que se puede llegar a sembrar durante la primavera.
- Particularidades de la siembra. Es muy similar a la del trigo blanco, tanto en densidad como en la profundidad a la que se siembran las semillas.
- Tiempo de desarrollo. Su ciclo de desarrollo es más largo que el de la otra variedad de trigo. Lo habitual es que tarde entre 130 y 150 días en estar listo para recoger.
- Cuidados. En esto no existen grandes diferencias. Para cultivar trigo duro con éxito es importante controlar el riego, aplicar fertilizantes nitrogenados, mantener bajo control las malezas y asegurarse de que la planta está libre de plagas e infecciones.
- Recolección. Se lleva a cabo cuando las espigas tienen un color amarillo o marrón dorado y se aprecia que los granos están completamente maduros.
- Conservación del grano. Como en el caso anterior, se puede conservar durante varios meses en silos o almacenes libres de humedad y bien ventilados.
Diferencias entre el trigo blanco y el trigo duro: para qué es adecuado cada uno
Al tratarse de variedades con diferentes propiedades, los usos que se les dan también difieren entre sí.
Trigo blanco
Este es un trigo relativamente bajo en proteínas (entre un 9% y un 14%) y con un alto contenido en gluten. Esto lo hace adecuado para:
Panadería
Es una de las variedades más empleadas en la elaboración de pan y dulces horneados como pasteles y galletas. Porque la masa de este cereal adquiere una textura suave y esponjosa que resulta ideal para este tipo de productos.
Alimentación animal
Este trigo también se emplea con frecuencia en la alimentación de aves de corral y de ganado. Ya sea en forma de grano entero o como ingrediente principal de piensos compuestos.
Trigo duro
El trigo duro tiene un contenido más alto en proteínas (entre un 12% y un 16%) y su contenido en gluten también es más elevado. Con un sabor más robusto y terroso que el trigo blanco o blando. Esto lo hace ideal para elaborar:
Pasta
Gracias a su capacidad de mantener la forma incluso tras el proceso de cocción, es uno de los ingredientes principales de la pasta.
Cuscús
El trigo duro también es el ingrediente principal del cuscús. En este caso, el trigo se muele y se convierte en una sémola gruesa que luego se cocina al vapor. Dando lugar a un plato tradicional de la región del norte de África y el Medio Oriente.
Panificación especializada
Aunque su uso en panadería no es habitual, también puede utilizarse para elaborar ciertos panes especiales como el pan de sémola, que tiene un sabor característico y una textura más firme.
Puede que, a simple vista, las diferencias entre el trigo blanco y el trigo duro sean difíciles de apreciar, pero sí podemos notar perfectamente el cambio de un trigo a otro cuando consumimos productos elaborados con estos cereales.